La lucha contra la trata
A pesar de los intensos esfuerzos para luchar contra la trata de personas, pareciera que este flagelo nunca termina de erradicarse.
Algunas estadísticas son más elocuentes al momento de dimensionar esta clase de delito. Tan sólo en octubre el Estado Nacional logró rescatar a 193 víctimas de trata de personas, por lo que durante 2014 ya fueron liberadas 1.509 personas que estaban sometidas a distintas formas de esclavitud. Esto significa un promedio de cinco rescates por día, de acuerdo a la información que hizo pública el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
En Argentina se viene luchando de manera sistemática contra este delito desde 2008, cuando se puso en vigencia la ley 26.364. Desde entonces, 7.576 personas fueron rescatadas de las organizaciones criminales que las explotaban.
Además, el Ministerio confirmó que la línea telefónica gratuita 145, habilitada desde el 2012 para recibir denuncias desde cualquier punto del territorio nacional, recibió en lo que va del año 1.200 llamados.
El otro dato que surge del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos es que de ese total, el 51 por ciento de las personas estaban sometidas a la explotación laboral, mientras que el 49 por ciento restante eran víctimas de la explotación sexual.
En Entre Ríos se han dado pasos importantes para colaborar contra la trata de personas, específicamente las vinculadas con las explotaciones sexuales. Por iniciativa de las máximas autoridades de la Policía entrerriana, se pidió a todos los intendentes que clausuraran y no volvieran a habilitar a ningún comercio que pudiera estar vinculado con la prostitución y estuvieran atentos a otros que podrían habilitarse disimulando su actividad central. Esto se ha cumplido, incluso se han cerrado los existentes en las rutas.
Se trata de un aporte importante, pero no alcanza. Es un hecho que todavía se ofrece “estos servicios” en departamentos, viviendas y casaquintas en distintas localidades de la provincia que es necesario también desbaratar.
Y con respecto a la trata de personas con fines de explotación laboral, si bien también se han producido algunas denuncias concretas, todavía falta mucho para que el sector privado (empresarios y productores agropecuarios especialmente) cumplan con las más elementales normas que rigen al respecto.
Una sociedad que no repudie la trata de personas en todas sus formas se condena a no tener futuro saludable. Por eso la lucha contra este flagelo debe ser global, constante y requiere de firmes decisiones especialmente de la Justicia, que curiosamente no suele ser contundente a la hora de establecer una condena.
En el actual sistema Procesal Penal los fiscales tienen amplias potestades para iniciar alguna investigación al respecto. Estar comprometido con el tema debería ser mucho más que quedarse en un despacho a esperar que alguien realice una denuncia, otro ofrezca una prueba y luego analizar si hay o no delito. Si bien es importante, es demasiado pasivo frente a un delito que, como lo indican las estadísticas, está demasiado activo carcomiendo vidas humanas.
En Argentina se viene luchando de manera sistemática contra este delito desde 2008, cuando se puso en vigencia la ley 26.364. Desde entonces, 7.576 personas fueron rescatadas de las organizaciones criminales que las explotaban.
Además, el Ministerio confirmó que la línea telefónica gratuita 145, habilitada desde el 2012 para recibir denuncias desde cualquier punto del territorio nacional, recibió en lo que va del año 1.200 llamados.
El otro dato que surge del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos es que de ese total, el 51 por ciento de las personas estaban sometidas a la explotación laboral, mientras que el 49 por ciento restante eran víctimas de la explotación sexual.
En Entre Ríos se han dado pasos importantes para colaborar contra la trata de personas, específicamente las vinculadas con las explotaciones sexuales. Por iniciativa de las máximas autoridades de la Policía entrerriana, se pidió a todos los intendentes que clausuraran y no volvieran a habilitar a ningún comercio que pudiera estar vinculado con la prostitución y estuvieran atentos a otros que podrían habilitarse disimulando su actividad central. Esto se ha cumplido, incluso se han cerrado los existentes en las rutas.
Se trata de un aporte importante, pero no alcanza. Es un hecho que todavía se ofrece “estos servicios” en departamentos, viviendas y casaquintas en distintas localidades de la provincia que es necesario también desbaratar.
Y con respecto a la trata de personas con fines de explotación laboral, si bien también se han producido algunas denuncias concretas, todavía falta mucho para que el sector privado (empresarios y productores agropecuarios especialmente) cumplan con las más elementales normas que rigen al respecto.
Una sociedad que no repudie la trata de personas en todas sus formas se condena a no tener futuro saludable. Por eso la lucha contra este flagelo debe ser global, constante y requiere de firmes decisiones especialmente de la Justicia, que curiosamente no suele ser contundente a la hora de establecer una condena.
En el actual sistema Procesal Penal los fiscales tienen amplias potestades para iniciar alguna investigación al respecto. Estar comprometido con el tema debería ser mucho más que quedarse en un despacho a esperar que alguien realice una denuncia, otro ofrezca una prueba y luego analizar si hay o no delito. Si bien es importante, es demasiado pasivo frente a un delito que, como lo indican las estadísticas, está demasiado activo carcomiendo vidas humanas.
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