Ni tanto ni tan poco

Es cierto que existen algunas máculas notorias, y no las podemos negar porque sería caer en una obvia necedad. Resulta evidente a todo esto que hay funcionarios que no están a la altura de las circunstancias y su falta de idoneidad hace que el servicio, en general, se resienta. Por capaz que sea la jefatura de Higiene Urbana cuando los cuadros intermedios no responden a las directivas superiores, por más esfuerzo que haga su máxima autoridad siempre habrá detalles que escaparán al control de la Jefatura de Higiene Urbana, que no se puede pretender que esté al unísono en todas partes para solucionar los problemas que, con toda la razón del mundo, plantean los vecinos. En ciertos estamentos de aquel ente de servicios hay ausencia de responsabilidad para dar estricto cumplimiento a la tarea encomendada. Sólo así puede tener explicación que durante dos semanas nadie se preocupara por retirar el montículo de tierra y hojarasca que se acumuló en la esquina de La Rioja y Santiago Díaz. Nadie podrá alegar, menos los que realizan la limpieza de la calzada, que no vieron la mugre acumulada, todo lo cual obligó a que algunas vecinas una vez procedieran a embolsar el montículo. Pero pretender que lo hagan dos veces nos parece un abuso. Alguien podría aducir, “antes, con Silvio Baffico, esas cosas no pasaban”. Verdad: era habitual ver al ex director de Higiene Urbana recorrer la ciudad de punta a punta a fin de cerciorarse personalmente de los problemas. No dudamos que la actual Jefatura no lo haga. Pero esta constancia no se verifica en los hechos, en la realidad. Tal vez por esta causa existan tantas constancias en cuanto a la no prestación de un servicio mejor, sin que ello haga suponer que el mismo no sea bueno. Porque Higiene Urbana es una institución DE y PARA Gualeguaychú, siempre vamos exigir que cada día crezca más y, por consiguiente, mejore en la prestación de los importantes servicios que está obligada a ofrecer.