Reclamo que no puede ser desoído

Según se ha reconocido oficialmente, Obras Sanitarias municipal, colectando a su vez los continuos reclamos de los vecinos, ha elevado un enérgico reclamo a la SUPCEy a la UEP para que estas obliguen a la empresa De Martín e Hijos a solucionar las graves deficiencias detectadas en el Canal Clavarino. Si bien las quejas vecinas son de larga data, sin que ninguna autoridad respondiera a las mismas, el último meteoro que se abatió sobre la ciudad en las postrimerías de junio puso al desnudo fallas técnicas que a punto estuvieron de hacer colapsar en forma absoluta los desagües cloacales, lo que de así haber acontecido hubiera provocado un verdadero desastre para la vida de la ciudad. El fenómeno determinó, entre otros inconvenientes, que fueran numerosos los propietarios que debieran soportar el impensado problema de ver sus baños y viviendas inundadas a causa del ingreso del líquido cloacal a través de las instalaciones internas. Dos cosas sorprendentes: primero, que sin la previa verificación técnica se hubiera producido la virtual recepción de la obra, por más que se argumente que la misma no ha sido oficialmente inaugurado, que, al fin de cuentas, es un dato anecdótico con el que habitualmente se le pone un colofón político a este tipo de emprendimientos. El segundo dato o detalle no menos importante es que, no obstante los reclamos efectuados, la empresa. hasta el día de hoy, no se haya dado por aludido. No menos sorprendente es el silencio de la Provincia pese a lo delicado de la situación planteada. Si se tiene en cuenta que la obra, por su magnitud y millones de pesos o recursos que generó, no es una inversión de un peso y centavos , lo menos que debió suscitar es la inmediata o pronta reacción de la SUPCE y de la UEP, como una manera de empezar a catalizar un reclamo para nada extemporáneo o fuera de lugar. Lo que más sorprende, entre tanto, es la lasitud de los gobernantes de la Provincia que siguen apoltronado en sus sillones sin tomar cartas en el asunto, lo cual, en el fondo, supone hacerle pito catalán a Gualeguaychú.