Víctimas y victimarios
En el partido de Gral. Villegas, provincia de Buenos Aires, se está viviendo un fenómeno que ya deja estupefacto al país y cuyos principales detalles ya son tapa de varias publicaciones mundiales. Es que nadie, con dos dedos de frente, podría encontrarle una justificación medianamente racional a lo que sucede en aquella porción del territorio bonaerense.
Para no entrar en detalles demasiado escabrosos, basta decir que en aquella localidad comenzó a difundirse un video que muestra a tres hombres mayores "teniendo relaciones" con una menor de catorce años de edad. Ello ha abierto las puertas a un escándalo de proporciones. Pero lo que causa estupor es la divisoria de aguas a que ha dado lugar el episodio.
Cuando en el seno de cualquier sociedad considerada normal, la violación de una menor por parte de personas adultas, hubiera suscitado la ira colectiva contra los depravados, en Gral. Villegas cientos de personas se han lanzado a la calle para defender a los violadores mientras se han vertido comentarios insultantes contra la jovencita.
Lo menos que se dice es “…y por algo será” en clara alusión al comportamiento habitual de la chica, todo lo cual supone esgrimir aberrantes argumentos para justificar lo injustificable. Y es tal el grado de histeria, que la esposa de uno de los individuos identificado teniendo sexo con la menor poco menos que ha celebrado el “comportamiento varonil” del marido. O sea la degradación moral elevada a la enésima potencia.
De lo expuesto, se deduce con claridad meridiana que, de acuerdo a la visión de algunos pobladores de Villegas, la menor no ha sido la víctima sino la victimaria en el aberrante video. Ello y afirmar que en materia de costumbres estamos tocando fondo es la misma cosa.
Una sociedad que se jacta de ser protectora de los auténticos valores de la vida y de aquellos principios intangibles que dan marco y soporte a la existencia humana, no puede admitirse que se diga que no es un acto punible merecedor de todos los repudios.
Nos parece que la Justicia de Villegas le está debiendo una explicación a los vecinos del lugar y, por ende, a todo hombre de bien de la Argentina.
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