Insólito y falso triunfalismo

Es lo que le pasa a los kirchneristas que –según se dice por orden de la convalesciente Cristina- desde el domingo a la tarde comenzaron con el negacionismo oficial, consistente en negar la enorme derrota que había sufrido el Gobierno en las urnas. Fue desopilante ver al patético Amado Boudou -acompañado por varios de su misma laya- bailando y cantando en el bunker oficialista para demostrar hacia afuera que el FPV bajo ningún concepto había perdido las elecciones, transmitiendo al país lo inexistente, lo que sólo formaba parte de un espejismo en el desierto, viendo oasis por todas partes que sólo fue el producto de una imaginación frondosa digna de ser parte de las mil y una noches. Sabían que celebraban nada. Pero eran felices, como los gritos de un vicepresidente impresentable. La escenografía montada fue tan vacía de todo que en algún momento muchos llegaron a rasguñarse para determinar si estaban despiertos o solo eran víctimas de una enorme pesadilla. No se cansaban de vociferar que, a pesar de todo, el FPV era la primera minoría, mientras los diferentes espacios informativos repetían una y otra vez que la ventaja de Sergio Massa sobre Martín Insaurralde- el favorito de ELLA- era superior al millón de votos. Pero eso era lo de menos. A ellos- con Boudou a su frente- sólo les importaba destacar la performance electoral en Chaco de Capitanich, o el éxito de Infrans en Formosa, donde los Qom y demás pueblos originarios están impedidos de votar porque les son incautados sus documentos de identidad. Pese a que estaban al tanto de las palizas electorales sufridas en Santa Fe, en Córdoba, Chubut, ciudad de Buenos Aires y hasta en el mismísima Santa Cruz, don Amado y sus boys le seguían dando al parche como una forma práctica de aturdirse y engañarse a sí mismos. En su afán por ser obedientes a Olivos perdieron de vista lo esencial, lo primario: no es posible tapar el cielo con las manos… Aquello me trae a la memoria la experiencia de aquellos que una vez, en Francia creo, celebraron la llegada de un rey creyéndolo un genio pero que al abdicar al trono se dieron cuenta que era un idiota…
Por favor, olvídense de la pantomima de Boudou si es que no quieren enfermarse de bronca por tamaña tomadura de pelo.

Una bolsa de gatos

A pesar del infantil triunfalismo dominical, lo que no ha logrado detenerse es la oleada de rumores y versiones que generó el Huaqui del 27 en la Rosada. Por de pronto, se habla de sordas y sórdidas disputas entre los que argumentan que hay que ser realistas y reconocer la derrota. Otros sostienen que hay que esperar que la Presidente vuelva a reasumir sus funciones para conocer “in situ” cuál es su postura sobre los pasos que deben darse.
Lo que parece descartable, por ahora, es que Cristina le vaya a entregar la cabeza de Moreno a “CLARIN” , aunque éste haya caído en desgracia. Tampoco deben esperarse grandes cambios como sectores de la oposición han empezado a demandar, por más que se reconozca que, más tarde o más temprano, esos cambios serán inevitables.
En otro de orden cosas, hago mía la reflexión de un prestigioso colega de Buenos Aires sobre el actual comportamiento, siempre zigzagueante y resbaladizo, del Gobierno: “Siempre se puede hacer más de lo mismo. El problema son las consecuencias políticas cuando se hacen cosas que han fracasado reiteradamente. Y, sobre todo, cuando la sociedad las rechazó en un domingo implacable”.

Los futuros “desaparecidos”

Conocido el fallo de la Corte declarando la constitucionalidad de la ley de medios, lo que hará que el Frente para la venganza-FPV- salga a la caza de brujas para no dejar títeres sin cabeza, corresponde hacer una salvedad trascendente: ya no serán 30 mil los desaparecidos sino muchísimos más, con excepción de Víctor Hugo, 6,7,8 y Mauro Viale y su nene y la gente de C5N con Feiman a la cabeza, que ahora se aprestan a emprender la gran revancha contra el periodismo libre-pensante.
Otra advertencia importante: vayan acostumbrándose a la idea que en los próximos días desaparezcan de la tele Jorge Lanata, Alfredo Leuco, Nelson Castro, Morales Solá, Pagni y otras voces que se han venido destacando por opinar sin sordinas, de por medio. Y aunque se que algunos le tienen ganas a esta columna y al periodista, los voceros de la Cámpora tendrán que irse haciendo a la idea que, a pesar de las amenazas que recibo, jamás lograrán silenciarme, porque no tengo nada que ver con las pautas publicitarias y los sobresitos mensuales…
Para mí, la libertad es un bien innegociable.
Y a los kirchneristas les digo: no le teman a la opinión y a las ideas de los otros. Y abandonen el sueño de la reelección 2015.

Y tenía voz y todo

Hasta antes de la hora 17 del domingo 27, su voz era casi un misterio o un secreto nacional. Los periodistas tuvieron que pellizcarse para darse cuenta que estaban despiertos y no soñando.
Pero como el mudo bíblico, el domingo a la tarde habló Máximo Kirchner y unas pocas palabras su hermana. Y las cámaras nos mostraron a un Máximo casi dicharachero, histriónico a más no poder.
En ese mismo instante y se me encendió “la lamparita” fue enviado por Olivos donde ya se conocían las bocas de urna. Y le dije a Silvia- mi esposa- “!EUREKA!”: esta es la señal de que el Gobierno sabe que perdió. Y como Ella no aparecería en público, mandó a Máximo para que diera la cara. Y le exigió mostrarse sonriente y triunfalista para que “la contra supiera” que Cristina no estaría triste

El nuevo milagro de Moreno

¡Aleluya!.
¡Aleluya!. Ya no hay más indigentes en la Argentina. Como había que morigerar “el efecto Massa” que devastó a la Rosada, el INDEC de Moreno –el palacio de la mentira kirchnerista- nos inventó un nuevo milagro argentino: ya no quedan indigentes en la Argentina y la pobreza ya casi no existe. ¿Qué no hay más pobres?. Al gran mentiroso lo desafío que visite Gualeguaychú y les pregunte a las Cáritas parroquiales si hay o no pobreza. Y de los indigentes mejor ni hablar. Ya se está yendo Berta la gran tormenta que reemplazó a la de Adán en abril pasado. Como la tercera llevara un nombre que comience con C, Dios nos libre y nos guarde si la próxima tormenta sea llamada Cristina. Habrá que llamar a todos los santos para que nos salven…

Hasta el viernes
EL VIGIA