Mucho ruido, pocas nueces
Los fatalistas, los que se aferran a las predicciones mayas, insisten en asegurar que el 12 de este mes se debería acabar el mundo.
Algo parecido al Evangelio que, desde otra óptica u otra perspectiva, nos previene que cuando llegue el final de los tiempos habrá enormes cataclismos en la Tierra, que incluirá la caída de la luna, las estrellas, mientras los océanos avanzarán sobre la tierra para arrasarla o destruirla y que, como resultado de la Parusía, el Señor descenderá triunfante sobre una nube a fin de restaurar la plenitud de la Justicia y la Felicidad humana.
Pero como el Apocalipsis es un estilo literario propio dentro de la Palabra de Dios, aquel texto evangélico no hay que leerlo ni interpretarlo literariamente para no sacarlo de contexto y para no decir lo que el Evangelista no quiso decir, lo cual supondría una tergiversación de la Verdad como tal.
En Argentina, para no ser menos, la Presidente impuso el 7D como el día de la gran hecatombe nacional, así que hoy estaríamos en la jornada en que llega el fin del Grupo Clarín, el “Dragón” a la que Cristina tiene pensado aplastarle la cabeza.
Y ha debido ser una voz entrerriana la que le ha salido al cruce a las mil y una versiones oficiales, y al que, por cierto, le auguro escasa vida política, ya que sobre él puede caer la fatídica espada de Cristina por no callarse a tiempo.
Naturalmente, me refiero al ministro de Comunicación y Cultura de Entre Ríos, señor Pedro Báez, que contrariando a Cristina y a sus consabidos aplaudidores, ha opinado que 7D será un día como todos los demás y que no habrá necesidad de esconderse en el interior de las casas para no ser alcanzados por las cosas terribles que podrían sobrevenir.
Coincido de pe a pa con Báez, titular también del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual: habrá cambios por supuesto, en algunos medios, pero no de la magnitud que se quiere hacer creer, en primer lugar porque falta la última palabra de la Justicia, y en segundo lugar, por que la primera dama, consciente de las profundas y graves disidencias que han aflorado en el seno del propio kirchnerismo, tal vez modere el real alcance de la presunta revolución en ciernes.
Esperen y verán: el apetecido “cordero” no ha sido aún “sacrificado” pero no creo que lo sea en un tiempo más o menos perentorio…o cercano. Por lo menos así lo piensa don Pedro Báez, que en una de esas se sacó todos los números para que le peguen… Porque en el kirchnerismo es pecado mortal disentir.. Ello y caer en desgracia en el fuego del infierno es la misma cosa.
Días pasados, la Presidente montó en cólera contra aquellos jubilados que, en defensa de sus intereses, han apelado al fuero judicial para hacer respetar sus derechos conculcados.
Fue tal su enojo que, sin pensarlo dos veces, confundió a los jubilados con los bonistas y los tildó de ser también “buitres carroñeros”.
Pero Cristina no reparó que su señora madre, hace de esto no mucho tiempo, presentó un amparo, iniciando el juicio correspondiente contra el Estado. Y percibió un suculento resarcimiento económico
¿Y qué quieren que hagan los jubilados? ¿Qué le sigan metiendo las manos en los bolsillos a plena luz del día? Días pasados, el Defensor del Pueblo acusó al ANSES de haber liquidado mal la movilidad jubilatoria de setiembre adjudicando un aumento del ll por ciento cuando los cálculos técnicos eran del 14 por ciento. Esto le permitió al Estado Nacional quedarse con 6 mil millones de pesos. Curiosamente, Cristina, hasta el día de hoy, no utilizó la cadena nacional para disculparse y anunciar cuándo y cómo se devolverá a los jubilados los haberes mal liquidados.
Corresponde entonces el cartelito rojo de la TV para preguntar ¿Quién MIENTE?
Asistimos en aquel mediodía a la defunción de los valores más esenciales que debe regir la conducta de un Estado de Derecho que se precie de tal.
Aquellos ventiladores encendidos a todo trapo fue la cabal demostración que si en Argentina quedaba alguna pizca de vergüenza se la vendía al mejor postor, dando razón al último documento de la Conferencia Episcopal que denunció el retorno a las antinomias y el atizar sin escrúpulo alguno el enfrentamientos de todos los argentinos sin excepción
Apenas expresarlo, pero los profetas del odio están a sus anchas y en pleno apogeo… Lo evidente y casi trágico es que el Gobierno ya estaba dispuesto a rechazar cualquier fallo judicial que no fuera de su agrado, alzamiento que debe interpretarse de una sola manera: sería una dictadura disfrazada de democracia.
EL VIGIA
Pero como el Apocalipsis es un estilo literario propio dentro de la Palabra de Dios, aquel texto evangélico no hay que leerlo ni interpretarlo literariamente para no sacarlo de contexto y para no decir lo que el Evangelista no quiso decir, lo cual supondría una tergiversación de la Verdad como tal.
En Argentina, para no ser menos, la Presidente impuso el 7D como el día de la gran hecatombe nacional, así que hoy estaríamos en la jornada en que llega el fin del Grupo Clarín, el “Dragón” a la que Cristina tiene pensado aplastarle la cabeza.
Una voz sensata en medio de tanta insensatez
Mientras el “malón oficialista” aúlla a los cuatro vientos, como una forma de difundir el temor por todas partes, como si fuera posible gobernar apelando al miedo y casi al terrorismo mediático, en medio de tantas voces “apocalípticas” una voz sensata, reflexiva, se ha dejado escuchar en medio del desierto.Y ha debido ser una voz entrerriana la que le ha salido al cruce a las mil y una versiones oficiales, y al que, por cierto, le auguro escasa vida política, ya que sobre él puede caer la fatídica espada de Cristina por no callarse a tiempo.
Naturalmente, me refiero al ministro de Comunicación y Cultura de Entre Ríos, señor Pedro Báez, que contrariando a Cristina y a sus consabidos aplaudidores, ha opinado que 7D será un día como todos los demás y que no habrá necesidad de esconderse en el interior de las casas para no ser alcanzados por las cosas terribles que podrían sobrevenir.
Coincido de pe a pa con Báez, titular también del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual: habrá cambios por supuesto, en algunos medios, pero no de la magnitud que se quiere hacer creer, en primer lugar porque falta la última palabra de la Justicia, y en segundo lugar, por que la primera dama, consciente de las profundas y graves disidencias que han aflorado en el seno del propio kirchnerismo, tal vez modere el real alcance de la presunta revolución en ciernes.
Esperen y verán: el apetecido “cordero” no ha sido aún “sacrificado” pero no creo que lo sea en un tiempo más o menos perentorio…o cercano. Por lo menos así lo piensa don Pedro Báez, que en una de esas se sacó todos los números para que le peguen… Porque en el kirchnerismo es pecado mortal disentir.. Ello y caer en desgracia en el fuego del infierno es la misma cosa.
Mamá buitre
En otra de sus desafortunadas incursiones televisivas, fiel a su estilo de ofender a diestro y siniestro y a quien fuere, Cristina incurrió en otra de sus habituales expresiones efectistas, que es una manera de llamar la atención con calificativos fuera de lugar.Días pasados, la Presidente montó en cólera contra aquellos jubilados que, en defensa de sus intereses, han apelado al fuero judicial para hacer respetar sus derechos conculcados.
Fue tal su enojo que, sin pensarlo dos veces, confundió a los jubilados con los bonistas y los tildó de ser también “buitres carroñeros”.
Pero Cristina no reparó que su señora madre, hace de esto no mucho tiempo, presentó un amparo, iniciando el juicio correspondiente contra el Estado. Y percibió un suculento resarcimiento económico
¿Y qué quieren que hagan los jubilados? ¿Qué le sigan metiendo las manos en los bolsillos a plena luz del día? Días pasados, el Defensor del Pueblo acusó al ANSES de haber liquidado mal la movilidad jubilatoria de setiembre adjudicando un aumento del ll por ciento cuando los cálculos técnicos eran del 14 por ciento. Esto le permitió al Estado Nacional quedarse con 6 mil millones de pesos. Curiosamente, Cristina, hasta el día de hoy, no utilizó la cadena nacional para disculparse y anunciar cuándo y cómo se devolverá a los jubilados los haberes mal liquidados.
Corresponde entonces el cartelito rojo de la TV para preguntar ¿Quién MIENTE?
La orden: encender el ventilador
Sobre el mediodía del miércoles, fue claro que la desesperación se había instalado en la Rosada, lo cual explica la salida al aire del ministro Alak, al salir con los tapones de punta contra jueces y camaristas que se sospechaban se disponían a fallar a favor del Grupo declarando la supuesta inconstitucionalidad del art.l6l de la Ley de Medios. La imagen de Alak y de sus subalternos fue francamente desdorosa por donde se la analice y puso al desnudo que Olivos estaba decidido a imitar a Cortez al punto de quemar las naves para no dar el brazo a torcer si la Justicia resiste los aprietes inconcebibles del Poder Ejecutivo.Asistimos en aquel mediodía a la defunción de los valores más esenciales que debe regir la conducta de un Estado de Derecho que se precie de tal.
Aquellos ventiladores encendidos a todo trapo fue la cabal demostración que si en Argentina quedaba alguna pizca de vergüenza se la vendía al mejor postor, dando razón al último documento de la Conferencia Episcopal que denunció el retorno a las antinomias y el atizar sin escrúpulo alguno el enfrentamientos de todos los argentinos sin excepción
Apenas expresarlo, pero los profetas del odio están a sus anchas y en pleno apogeo… Lo evidente y casi trágico es que el Gobierno ya estaba dispuesto a rechazar cualquier fallo judicial que no fuera de su agrado, alzamiento que debe interpretarse de una sola manera: sería una dictadura disfrazada de democracia.
¿Libertad para el padre Grassi?
En estas horas ganó la calle en Buenos Aires la versión de que la Corte Bonaerense aprestaba a ordenar la libertad del padre Grassi, por cuanto se habría conocido una cámara oculta que en un 99,9 por ciento demostraría que la causa Grassi fue armada por una conocida periodista y diario “Clarín”. Si fuera cierto la versión circulante, ¿de qué se van a disfrazar los acusadores? Hasta el viernesEL VIGIA
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