La columna de IPODAGUA
Donante, la solidaridad que nace desde adentro
Esta es la columna editorial de IPODAGUA (Iniciativa Popular de Difusión Ambiental de Gualeguaychú), una agrupación que se fijó como objetivo dar a conocer la lucha ambiental de nuestra comunidad y la de todas aquellas que ven afectado su derecho a vivir en un ambiente sano, libre de contaminación.
Qué sensación tan agradable es la de salvar una vida humana o en tal caso, ayudarla a continuar con su tratamiento médico, habiendo donado una parte ínfima de nuestra sangre, de nuestra vida. Y qué sorprendente es saber que de nuestra porción de vida se extraerán las células correspondientes para cada situación, siendo éstas glóbulos blancos, rojos y plaquetas. Ayudando de esta manera no sólo a un individuo, sino a varios.
Rápidamente busqué alguna guía que la definiera en pocas palabras, y encontré lo siguiente: “a la sangre se la considera una fuente de vida porque contiene una gran cantidad de células con un papel específico en el funcionamiento del organismo, como el transporte del oxígeno desde los pulmones al resto de los órganos o la defensa ante cualquier agresión. Esas células son las plaquetas, que son las encargadas de detener toda hemorragia; los glóbulos rojos, que transportan el oxígeno, y los glóbulos blancos, que actúan como un batallón defensivo contra infecciones y microbios.”
¿Pero UD. sabe qué requisitos son importantes a la hora de donar sangre? La falta de información y conciencia es generalizada. Algunos expertos coinciden en que se debe incluir desde la educación en las escuelas secundarias, pero ésta, debe ser reforzada con distintas campañas a lo largo del año, para que recién ahí se adopte como propia. Una alternativa también, podría ser que esa educación sea optativa, para no chocar contra la “libertad de culto”, en colegios públicos. Como así tampoco las religiones intervienen en las decisiones de gobierno. El Estado pareciera estar ausente en materia de conciencia a la hora de necesitarse donantes de sangre, salvo en algunas apariciones dentro de otras campañas, solventándolas y/o dando su logo institucional como aval. No obstante, la campaña más prolongada que se ha visto, es la del "boca en boca", llevada a cabo por los familiares y/o amigos de algún paciente, incluyendo los profesionales de las instituciones, que viven bajo una alarma constante. “A veces donamos plaquetas entre nosotros”, comentó un profesional de un hospital de Buenos Aires. Esta es la realidad que padecen hoy la mayoría de los hospitales del país. Poseen las reservas del banco de sangre al 5% de su capacidad máxima.
Sumado a esto, están los prejuicios y discriminaciones que existen aún hoy en nuestra legislación de salud. Tal es el caso, por ejemplo, de personas con una identidad sexual “diferente a la cultural” a las que se les prohíbe ser donantes, como si esa elección individual fuese un factor de riesgo. ¿Qué hacen las autoridades ante esta realidad?
También existen ciertos factores que se escapan a las campañas de conciencia y son nuestros propios miedos a la hora de enfrentar la donación. Ante cualquier temor deberíamos rever la situación y exigirnos una oportunidad, porque donar sangre, también es luchar por la Vida.
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