El enorme plan de contingencia que puso en marcha la catástrofe hídrica
La línea de emergencia 103 de Defensa Civil está al rojo vivo. La voz del otro lado del tubo alerta sobre el avance intempestivo del agua que pone en riesgo su casa y sus pertenencias. De inmediato, el recepcionista pasa el informe a sus superiores.
Ese llamado es el puntapié inicial que pone en movimiento un colosal operativo de contingencia para asistir a los primeros damnificados por la furia del río Gualeguaychú. Debido a que la masa de agua llegó en forma paulatina, esta vez el fenómeno natural no toma a nadie desprevenido.
Funcionarios y agentes de Defensa Civil se dirigen hasta la zona de origen del llamado telefónico y evalúan la crítica situación. Vuelven a la oficina y trasladan las novedades al área de Planificación que, rápidamente, elabora los mapas de riesgo; esto es, una demarcación de las zonas críticas por la irrupción de la cuenca y cuánta gente es afectada. Con las conclusiones en la mano, deciden si es necesario y cómo debe ser el plan de evacuación.
# Operativo de evacuación
Una vez que se informó a los vecinos, arriban al lugar vehículos –por lo general un camión y una camioneta- de alguna repartición pública: Obras Públicas, Higiene Urbana, Parque y Paseos y según el caso de la Zonal de Vialidad.
Las familias y sus pertenencias son trasladadas en los rodados hasta los centros de evacuación, en este caso los Galpones del Puerto y el Polideportivo Municipal, donde hasta anoche permanecían alojadas casi 300 personas del Camino de la Costa y los barrios Munilla, Pueblo Nuevo y San Francisco.
En el caso de que alguna familia esté con algunos de sus integrantes con movilidad reducida, llega una combi de la Dirección de Discapacidad, acondicionada para concretar ese especial traslado. Según reveló Cristian Magne, titular de Defensa Civil, hubo una media docena de ese tipo de intervenciones, y en los casos más críticos se requirió la actuación de efectivos del Cuerpo de Bomberos.
# Centros de evacuados
Más allá de las familias que se evacuaron por sus propios medios, en los dos centros preparados para recibir a los damnificados –los Galpones del Puerto y el Polideportivo Municipal- había alojadas hasta anoche unas 200 personas. Desde la llegada de los primeros damnificados, en esos espacios se puso en marcha un inmenso plan de contingencia que involucró a todas las áreas del Municipio. “Es una tarea compleja dado que incluye la fuerza interna, conformada por todas las dependencias municipales, y su coordinación por los factores externos, constituidos por las fuerzas de seguridad”, explicó Magne a este medio, titular del área que se responsabiliza de la coordinación de las demás.
Desde el área de Salud se hace hincapié en las diversas patologías que presenten los recién llegados y las que puedan surgir por esa situación excepcional. Niños con cuadro de fiebre o síndromes respiratorios son las prioridades de los profesionales, para luego apuntar a completar el cuadro de vacunación en los menores de edad, a cargo de un equipo de pediatras.
Esa ardua labor es realizada por tres médicos y dos enfermeras del Hospital Centenario quienes, en coordinación con el área de Salud y Medio Ambiente, concretan dos visitas diarias a los centros de evacuados.
Simultáneamente, el Centenario puso a disposición ambulancias y salas de atención para pacientes graves, aunque hasta ahora no hubo que lamentar casos complejos.
# Alimentación
Tanto en el Polideportivo como en los Galpones del Puerto los evacuados reciben un régimen que incluye cuatro ingestas diarias -desayuno, almuerzo, merienda y cena-, las que están confeccionadas y supervisadas por una nutricionista de la Dirección del Menor y la Familia. En la tarea de distribución de los menús, que incluyen tallarines con tuco, guiso de arroz, y pollo a la cacerola, toman parte efectivos del regimiento de Tanque Nº12 Coronel Zelaya.
# Escolarización
Desarrollo Social también se ocupa de que los chicos en edad escolar continúen asistiendo a clases. En los centros de evacuados hay cerca de 150 niños, muchos de los cuales concurren a las escuelas Domingo Matheu y Francisco Rizzuto. Aquí es donde se vuelve fundamental el equipo de asistentes sociales quienes se ocupan de quitar los obstáculos y conseguir ropa y útiles que les permitan seguir con la escolarización. En este punto, también es digno de destacar la implementación de un plan de donaciones específicas, tendiente a reunir calzados para chicos, pañales y lavandina o cloro.
# Entretenimientos
Las jornadas pueden resultar tediosas para un chico que fue desarraigado de su vivienda y trasladado a un galpón. Para sortear ese malestar desde la Secretaría de Cultura se elaboró una agenda de actividades tendientes a mantener entretenidos a los menores. Clases grupales de dibujos, expresión corporal y plástica reúnen a los niños que, a su vez y bajo esas condiciones extremas, pueden conocer a chicos de otros barrios. Hasta allí también llegan jóvenes de Acción Católica, quienes colaboran en la asistencia y la diversión de los más pequeños.
# El día después
Dentro del plan de contingencia, el Municipio diagrama el plan de actividades para una vez que se hayan retirado las aguas. En ese instante, arranca el trabajo del área Veterinaria tendiente a erradicar los potenciales focos de Dengue y Leptospirosis.
En este camino, se procede a fumigar espacios públicos como calles, plazas y parques, mientras que desde Acción Social y Medio Ambiente fiscalizan la desinfección que realicen los particulares, describió el doctor Aldo Tellechea.
Pese a que habrá que realizar una evaluación una vez que el agua se haya retirado, se sabe que la zona del Tiro Federal, el Arroyo Munilla y el Camino de la Costa son algunas de las franjas críticas para emprender esa ineludible tarea.
“Como se acerca el verano, va a haber que direccionar las tareas para eliminar las larvas del mosquito que queden en las charcas”, adelantó Tellechea.
# Fuerzas de Seguridad
La Policía Departamental colabora con las autoridades municipales y está en permanente contacto para coordinar tareas. Entre esas acciones se mencionó un refuerzo en la guardia de las zonas más afectadas bajo la responsabilidad del Comando Radioeléctrico.
Está contemplado, además, que la Policía Montada custodie el Camino de la Costa, donde el río produjo el primer rebalse y se realizaron las primeras evacuaciones.
Gendarmería Nacional y el Ejército colaboran, por su parte, en el trabajo con los evacuados, principalmente en la elaboración de la comida.
La situación de alerta hidrológica, en tanto, corresponde a la Prefectura Naval Argentina, cuyos efectivos monitorean, a cada momento, la altura de los ríos Uruguay y Gualeguaychú.
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