El Papa Francisco beatificó a 522 mártires del Siglo XX en España
La ceremonia de beatificación de 522 mártires del Siglo XX en España tuvo lugar ayer en Tarragona.
Dicha beatificación es la más numerosa de la historia de la Iglesia, a la que han acudido más de 25 mil personas, y se prohibió llevar cualquier tipo de banderas o pancartas para evitar conflictos políticos. El Papa Francisco envió un mensaje de unos tres minutos, donde expresó: “Me uno de corazón a todos los participantes en la celebración”, e instó a los presentes a tomar el ejemplo de los mártires y no ser “cristianos mediocres, cristianos barnizados de Cristianismo pero sin sustancia”. Hubo críticas desde asociaciones por la memoria, que pedían la suspensión del acto.
La ceremonia comenzó con un mensaje del Papa Francisco en el que puso el ejemplo de estos mártires que imitaron a Jesucristo e insistió en la necesidad de “abrirnos a los demás, a los que más necesitan”, y completó: “Siempre hay que morir un poco para salir de nosotros mismos, de nuestro egoísmo”.
El Papa se dirigió en castellano a los asistentes para unirse “de corazón” a la celebración de la proclamación de los beatos mártires que son, según Francisco, “cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel amar hasta el extremo que llevó a Jesús a la cruz”.
Los presentes en la ceremonia eran, en su mayoría, miembros de congregaciones religiosas y familiares de los hoy beatificados y, tal como pidió la Conferencia Episcopal Española, no llevaban ni banderas ni pancartas.
El enviado especial de la Santa Sede, el cardenal y prefecto de la Congregación por las Causas de los Santos del Vaticano, Ángelo Amato, que presidió la beatificación, incidió en la importancia del perdón “como esencia del cristianismo”. Amato, que dijo que “nada justifica una guerra fratricida ni la muerte del prójimo”, inició su homilía con citas bíblicas sobre el martirio y la fe y detalló que “España es una tierra bendecida por la sangre de los mártires” ya que se han beatificado más de un millar en catorce ceremonias.
Al término de la Eucaristía y antes del rezo mariano del Ángelus, el Papa Francisco saludó a los fieles y peregrinos recordando en primer lugar que hoy en Tarragona, ha tenido lugar la mayor beatificación de la historia: 522 personas asesinadas por odio a la fe, en el siglo XX en España.
La ceremonia comenzó con un mensaje del Papa Francisco en el que puso el ejemplo de estos mártires que imitaron a Jesucristo e insistió en la necesidad de “abrirnos a los demás, a los que más necesitan”, y completó: “Siempre hay que morir un poco para salir de nosotros mismos, de nuestro egoísmo”.
El Papa se dirigió en castellano a los asistentes para unirse “de corazón” a la celebración de la proclamación de los beatos mártires que son, según Francisco, “cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel amar hasta el extremo que llevó a Jesús a la cruz”.
Los presentes en la ceremonia eran, en su mayoría, miembros de congregaciones religiosas y familiares de los hoy beatificados y, tal como pidió la Conferencia Episcopal Española, no llevaban ni banderas ni pancartas.
El enviado especial de la Santa Sede, el cardenal y prefecto de la Congregación por las Causas de los Santos del Vaticano, Ángelo Amato, que presidió la beatificación, incidió en la importancia del perdón “como esencia del cristianismo”. Amato, que dijo que “nada justifica una guerra fratricida ni la muerte del prójimo”, inició su homilía con citas bíblicas sobre el martirio y la fe y detalló que “España es una tierra bendecida por la sangre de los mártires” ya que se han beatificado más de un millar en catorce ceremonias.
Al término de la Eucaristía y antes del rezo mariano del Ángelus, el Papa Francisco saludó a los fieles y peregrinos recordando en primer lugar que hoy en Tarragona, ha tenido lugar la mayor beatificación de la historia: 522 personas asesinadas por odio a la fe, en el siglo XX en España.
DE LA REDACCIÓN
EL ARGENTINO/Agencias
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