El Papa Francisco instituyó al 1º de septiembre como Jornada de Oración por la Creación
El papa Francisco instituyó la “Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación”, que se celebrará, a partir de este año, todos los 1º de septiembre, tal y como ya lo hace la Iglesia ortodoxa.
El Pontífice transmitió su decisión en una carta enviada al cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, y al presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, cardenal Kurt Koch, fechada el 6 de agosto de 2015, fiesta de la Transfiguración del Señor.
Francisco explicó en su carta que una vez más como cristianos, “queremos ofrecer nuestra contribución para superar la crisis ecológica que está viviendo la humanidad”. “Para ello -asegura- debemos ante todo extraer de nuestro rico patrimonio espiritual las motivaciones que alimentan la pasión por el cuidado de la creación”.
De este modo, el Papa advierte que “la crisis ecológica nos llama por tanto a una profunda conversión espiritual”. Por eso, subraya que los cristianos están llamados a una “conversión ecológica, que implica dejar brotar todas las consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea”.
La Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, señala Francisco en su carta, ofrecerá a cada creyente y a las comunidades “una valiosa oportunidad de renovar la adhesión personal a la propia vocación de custodios de la creación, elevando a Dios una acción de gracias por la maravillosa obra que E?l ha confiado a nuestro cuidado, invocando su ayuda para la protección de la creación y su misericordia por los pecados cometidos contra el mundo en el que vivimos”.
Además, reconoce que la celebración de la Jornada en la misma fecha que la Iglesia Ortodoxa “será una buena ocasión para testimoniar nuestra creciente comunión con los hermanos ortodoxos”.
Al respecto, asegura “vivimos en un tiempo en el que los cristianos afrontan idénticos e importantes desafíos, y a los que se debe dar respuestas comunes, si queremos ser más creíbles y eficaces”.
Asimismo, el Santo Padre manifiesta su deseo de que esta Jornada pueda contar con la participación de otras Iglesias y Comunidades eclesiales y se pueda celebrar en sintonía con las iniciativas que el Consejo Mundial de Iglesias promueve sobre este tema. Tras esto, el Papa pide al cardenal Turkson que ponga en conocimiento de las Comisiones de Justicia y Paz de las Conferencias Episcopales, así como de los Organismos nacionales e internacionales que trabajan en el ámbito ecológico, la institución de esta Jornada, para que la celebración “se organice debidamente con la participación de todo el Pueblo de Dios: sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos”. Este dicasterio deberá llevar a cabo iniciativas adecuadas de promoción y animación, “para que esta celebración anual sea un momento intenso de oración, reflexión, conversión y asunción de estilos de vida coherentes”.
Finalmente, la petición para el cardenal Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, es que se ponga en contacto con el Patriarcado Ecuménico y con las demás realidades ecuménicas, “para que esta Jornada Mundial sea signo de un camino que todos los creyentes en Cristo recorren juntos”.
Francisco explicó en su carta que una vez más como cristianos, “queremos ofrecer nuestra contribución para superar la crisis ecológica que está viviendo la humanidad”. “Para ello -asegura- debemos ante todo extraer de nuestro rico patrimonio espiritual las motivaciones que alimentan la pasión por el cuidado de la creación”.
De este modo, el Papa advierte que “la crisis ecológica nos llama por tanto a una profunda conversión espiritual”. Por eso, subraya que los cristianos están llamados a una “conversión ecológica, que implica dejar brotar todas las consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea”.
La Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, señala Francisco en su carta, ofrecerá a cada creyente y a las comunidades “una valiosa oportunidad de renovar la adhesión personal a la propia vocación de custodios de la creación, elevando a Dios una acción de gracias por la maravillosa obra que E?l ha confiado a nuestro cuidado, invocando su ayuda para la protección de la creación y su misericordia por los pecados cometidos contra el mundo en el que vivimos”.
Además, reconoce que la celebración de la Jornada en la misma fecha que la Iglesia Ortodoxa “será una buena ocasión para testimoniar nuestra creciente comunión con los hermanos ortodoxos”.
Al respecto, asegura “vivimos en un tiempo en el que los cristianos afrontan idénticos e importantes desafíos, y a los que se debe dar respuestas comunes, si queremos ser más creíbles y eficaces”.
Asimismo, el Santo Padre manifiesta su deseo de que esta Jornada pueda contar con la participación de otras Iglesias y Comunidades eclesiales y se pueda celebrar en sintonía con las iniciativas que el Consejo Mundial de Iglesias promueve sobre este tema. Tras esto, el Papa pide al cardenal Turkson que ponga en conocimiento de las Comisiones de Justicia y Paz de las Conferencias Episcopales, así como de los Organismos nacionales e internacionales que trabajan en el ámbito ecológico, la institución de esta Jornada, para que la celebración “se organice debidamente con la participación de todo el Pueblo de Dios: sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos”. Este dicasterio deberá llevar a cabo iniciativas adecuadas de promoción y animación, “para que esta celebración anual sea un momento intenso de oración, reflexión, conversión y asunción de estilos de vida coherentes”.
Finalmente, la petición para el cardenal Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, es que se ponga en contacto con el Patriarcado Ecuménico y con las demás realidades ecuménicas, “para que esta Jornada Mundial sea signo de un camino que todos los creyentes en Cristo recorren juntos”.
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