Emprendedoras textiles, se capacitan para generar microemprendimientos
La capacitación se desarrolla desde hace dos meses y comprende a 40 emprendedoras textiles de la ciudad, que desde hace dos años están tratando de convertir sus pequeños talleres de elaboración de prendas artesanales en una producción estandarizada e industrial para buscar nuevos mercados.
(Por Diego Elgart)
La directora de Emprendimiento y Capacitación de la Municipalidad, Alicia Ferrer, en conjunto con los capacitadores del Instituto Nacional de Tecnología Industriales, Diego Núñez De La Rosa y Carolina Iglesias, desarrollan un proyecto de capacitación para generar micro-emprendimientos textiles en la ciudad.
La formación de nuevos emprendedores, cuenta con el apoyo de la Corporación del Desarrollo y su departamento Pymes Río Uruguay, cuya iniciativa de generar un polo de desarrollo textil en la ciudad arrancó en 2007.
En el taller participan unas 40 personas que tienen conocimientos básicos sobre costuras y otros con más experiencia, pero les está faltando un empuje para poder vender su mercadería y tener volumen de producción.
“Una vez terminada esta capacitación en el mes de octubre, se van a formar unidades tipo de tres a cuatro personas, para formar un taller textil que podrá interactuar con los demás grupos”, remarcó Núñez De La Rosa.
Una vez terminada la capacitación y conformado los grupos productivos textiles de base social, el INTI contribuirá con las gestiones ante el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través del Plan “Manos a la Obra”, para conseguir la maquinaria textil que le ayude a las emprendedoras a incrementar su producción y mejorar sustancialmente las terminaciones de las prendas.
Una vez montado el taller, el Instituto lo respaldará mediante asesoramiento y el otorgamiento de la licencia de una marca que es reconocida en el mercado por reunir las normas y estándares de calidad en la industria.
“El INTI les brindará su marca Min para que las emprendedoras puedan producir bajo esa licencia que pertenece al Instituto que le da un respaldo importante en cuanto a normas de calidad. Esta es la marca que comercializan otros proyectos productivos como el que se está llevando a cabo en esta ciudad”, explicó Iglesias.
Esta iniciativa permite beneficiar a personas, familias o grupos de trabajadores que desean poner en marcha o recapitalizar un emprendimiento socio productivo, para la mejora de su calidad de vida, de sus ingresos y del desarrollo de la comunidad en el marco de la Economía Social.
El curso de tres meses de duración consiste en brindar asistencia tecnológica y la puesta en marcha de nuevas metodologías por parte del INTI, como las unidades productivas, en colaboración con la Corporación del Desarrollo y la Dirección de Emprendimiento y Capacitación “tendiendo a mejorar la eficiencia de los métodos tradicionales de generación de empleo a través de la promoción de micro emprendimientos”, agregó el capacitador. Los encuentros son cada 15 días en el Centro Integrador Comunitario de calle Périgan y Del Inmigrante, donde en esta etapa del curso se les enseña a las emprendedoras cuestiones de organización industrial y pautas para la comercialización del producto.
Para reforzar esta instancia del aprendizaje, el martes por la mañana en la EET N° 1 los emprendedores, tuvieron una clase sobre cómo armar un blog en Internet, para que el día de mañana las emprendedoras puedan promocionar sus manufacturas al mundo.
# Las “Unidades Productivas Tipo”
Se denomina “Unidad Productiva Tipo” (UPT) a los emprendimientos de escala micro y pequeña, que por sus características puedan ser replicados en distintos ámbitos geográficos y sectoriales. por emprendedores dispuestos a insertarse en un sistema que los organice, los contenga y facilite el acceso a bienes materiales e intangibles que posibiliten desarrollar una actividad económica y ambientalmente sustentable.
Para poder participar del curso, previamente los técnicos del INTI, estuvieron recorriendo los talleres, con el objetivo de definir si los emprendedores reunían los requisitos de unidades productivas tipo, cuyo rol clave del organismo es consolidar estos micro-emprendimientos con el objetivo de generar empleo sustentable en el tiempo, desarrollar y ampliar las posibilidades de personas que son jefe o jefas de hogar y hoy se encuentren desocupados
El programa consiste en diseñar y desarrollar modelos de emprendimientos económicamente sustentables y por eso su diseño está especialmente orientado para que los pequeños grupos puedan insertarse en la actividad económica aportando su trabajo y sus talentos individuales.
Para lograr el objetivo de organizar emprendimientos exitosos, el INTI previó que la actividad se identifique con la demanda potencial de productos factibles de ser elaborados por estos grupos de acuerdo a las posibilidades de capacitación, escala y financiamiento. A partir de ese requisito, se diseña el proceso productivo óptimo de acuerdo a la tecnología disponible, se selecciona a los emprendedores más afines al rubro, se los capacita y se consigue el capital para su producción. Una vez que los emprendimientos están en marcha, se realizan acciones de seguimiento para lograr una mejora continua del sistema.
Es en este aspecto, donde se debe resaltar el compromiso social del INTI, dado que como organismo responsable en materia tecnológica cumple con uno de los objetivos básicos en materia de integración al favorecer a la comunidad su relación con el tejido productivo. Esta característica tiene un valor agregado, dado que el organismo prioriza la transferencia de saberes a los sectores de mayor vulnerabilidad. Así la filosofía de Extensión del INTI contiene acciones e intervenciones con el objetivo de generar y transferir tecnología industrial de apropiación colectiva para que emprendedores eleven la calidad de su producción y, consecuentemente, su calidad de vida.
# El carnaval el gran beneficiado
Los distintos talleres de las comparsas tienen un serio problema a la hora de reunir a los equipos de trabajo, luego de finalizado el acontecimiento. Por su característica de fiesta de temporada estival, la industria textil del carnaval sólo puede garantizar trabajo a su gente por seis meses corridos. Esto hace que los operarios a medida que pueden ir colocándose en el mercado laboral, genera que los talleres se vayan quedando sin mano de obra especializada. Esto obliga a los diseñadores de las comparsas a tercerizar las terminaciones de los trajes y es allí donde las UTP pueden llegar a encontrar su gran mercado, al contar con una mano de obra especializada y maquinaria acorde para cumplir con los plazos de las terminaciones de los trajes, de acuerdo a las necesidades de sus directores. El complemento de las UTP con los talleres del Carnaval y otras empresas como la Cooperativa Textil Gualeguaychú, pueden generar un polo de desarrollo textil en la ciudad, trayendo un gran beneficio a la generación de empleos.
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