Epidemiología recomienda evitar el consumo de hierbas y miel en menores de un año
“Los lactantes menores de un año no deben consumir miel, ni hierbas medicinales, ante la posibilidad de contraer el botulismo, enfermedad infrecuente pero muy seria que es ocasionada por una bacteria.
Un caso sospechoso de esta patología es emergencia y de notificación obligatoria”, explicó la responsable del Centro de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica de Entre Ríos de la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud, Analía Corujo.
Culturalmente fue de uso habitual untar el chupete que usa el bebé con miel o darle infusiones de hierbas medicinales a los efectos de atenuar la proliferación de gases, combatir parásitos o ayudar a bajar la fiebre. Estos mitos fueron por años parte de la medicación autóctona que se utilizaba desde la creencia para subsanar cuestiones de salud por fuera del circuito médico.
“El botulismo -señaló Corujo-es una enfermedad no tan frecuente pero sí generadora de graves consecuencias cuando la persona se pone en contacto con la toxina en las diversas formas en que se presente. La bacteria se encuentra en los suelos y en el ambiente, y produce esporas que sobreviven en los alimentos mal conservados o mal enlatados, donde se genera la toxina que produce la enfermedad. Al ingerir incluso cantidades pequeñísimas de esta toxina, se puede provocar una enfermedad grave”.
Agregó que “en los niños la causa más común la constituye la ingestión de miel. Ante un caso sospechoso en un lactante lo más certero es que los síntomas puedan aparecer entre las próximas dos horas y 10 días de que se haya contraído la enfermedad. Los síntomas mas evidentes son hipotonía (se aflojan los músculos), constipación por más de tres días, se observa que los reflejos motores se vuelven más lentos y no succiona con fuerza.
Finalmente, Epidemiología de la provincia sugiere como relevante y fundamental que ante cualquier sospecha, se acuda a la consulta médica de forma inmediata.
Culturalmente fue de uso habitual untar el chupete que usa el bebé con miel o darle infusiones de hierbas medicinales a los efectos de atenuar la proliferación de gases, combatir parásitos o ayudar a bajar la fiebre. Estos mitos fueron por años parte de la medicación autóctona que se utilizaba desde la creencia para subsanar cuestiones de salud por fuera del circuito médico.
“El botulismo -señaló Corujo-es una enfermedad no tan frecuente pero sí generadora de graves consecuencias cuando la persona se pone en contacto con la toxina en las diversas formas en que se presente. La bacteria se encuentra en los suelos y en el ambiente, y produce esporas que sobreviven en los alimentos mal conservados o mal enlatados, donde se genera la toxina que produce la enfermedad. Al ingerir incluso cantidades pequeñísimas de esta toxina, se puede provocar una enfermedad grave”.
Agregó que “en los niños la causa más común la constituye la ingestión de miel. Ante un caso sospechoso en un lactante lo más certero es que los síntomas puedan aparecer entre las próximas dos horas y 10 días de que se haya contraído la enfermedad. Los síntomas mas evidentes son hipotonía (se aflojan los músculos), constipación por más de tres días, se observa que los reflejos motores se vuelven más lentos y no succiona con fuerza.
Finalmente, Epidemiología de la provincia sugiere como relevante y fundamental que ante cualquier sospecha, se acuda a la consulta médica de forma inmediata.
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