Esta noche el Premio Fray Mocho llega a la ciudad de su ganadora
El travieso Vizconde Emilio Lascano Tegui es el personaje del ensayo con el que la profesora María Eugenia Faué ganó el premio Fray Mocho 2005, y que presentará esta noche.
La presentación del libro será esta noche, a las 20 y 30, en la Biblioteca Sarmiento, y estará a cargo del subsecretario de Cultura de la Provincia de Entre Ríos, licenciado Roberto Romani.
Junto a Romani y Faué expondrán los profesores Norma M. de Martinetti y Luis A. Salvarezza, el escritor Jorge Landó, el cuentista Pablo Salomone y el periodista Fabián Magnotta. El escritor Luis Luján presentará a los participantes y coordinará el debate del público.
?En el extrarradio de las convenciones, Emilio Lascano Tegui (1877-1966), por seudónimo Vizconde, uno de los mejores escritores nacionales y un orgullo provincial, permanece interdicto en el corpus literario entrerriano?, comienza Faué a modo de fundamentación de su ensayo.
Agrega que, con excepción de estudios publicados en diarios y revistas literarias y de ensayos editados por la Editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos (Eduner), ?pende sobre su pintoresca persona y su obra precursora un espeso silencio administrativo?.
Faué se propuso, con este trabajo de investigación que le insumió siete años y que llamó ?Travieso Vizconde: la sonrisa alada?, ?restaurar, al menos parcialmente, su bien ganada gloria, provisoriamente cesanteada, y aportar elementos que puedan explicar la avería de la desmemoria?.
La proximidad del centenario de la publicación de su primer libro, La sombra de la Empusa, que se conoció en 1910 ??verdadero catecismo de la insurgencia?, señala Faué? justifica plenamente el trabajo sobre esta personalidad literaria con trabajos reeditados en Francia, Alemania y Holanda.
Por la riqueza del personaje, por la manera en que Faué lo presenta, acercarse al mundo de Lascano Tegui, todo un precursor en las letras, además de triunfante en las artes plásticas tanto como en las diplomáticas y sociales es una propuesta al divertimento, como un conjuro al frío y quizá la lluvia de una noche de viernes.
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