Estarían dadas las condiciones para declarar la emergencia en el trigo
El ministro de la Producción, Roberto Schunk, sostuvo que “estarían dadas las condiciones” para declarar la emergencia en el trigo.
El funcionario aseguró que se trabaja en la confección del decreto que establecerá la medida que beneficiará a los productores. En este marco, es oportuno recordar que fueron las propias entidades agrarias quienes a principio de esta semana solicitaron la medida con carácter urgente.
Según precisó el ministro, si la situación “es tal como se está planteando” en los informes del Gobierno provincial, del INTA y de la Bolsa de Cereales, estarían “dadas las condiciones para declarar la emergencia”.
A principio de esta semana, el dirigente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Alfredo Bel, advirtió que los productores se encuentran “ante una cosecha lapidaria en términos de volumen y calidad”. En ese sentido afirmó que “hay pérdidas superiores al 50 por ciento en muchos lugares, y a eso hay que sumarle las pésimas condiciones de calidad, lo cual configura un problema serio”.
Según el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber), desde los meses previos al inicio de la siembra de trigo se detectaba por parte de los agricultores un fuerte desánimo hacia la producción del cereal y la causa estaba directamente relacionada con los problemas de comercialización sufridos en las últimas campañas. Este hecho finalmente se concretó y ha dejado como consecuencia que este año se ha sembrado la menor superficie de los últimos trece años. Por eso los productores entrerrianos buscaron otras alternativas para reemplazar al trigo como cultivo invernal, y así se explica el crecimiento de las hectáreas destinadas a colza y cebada, seguidas por el garbanzo y la arveja.
La superficie destinada al trigo se situó en 163.700 hectáreas, lo cual indica una caída del área equivalente al 41,7 por ciento en relación al ciclo anterior y representa una reducción de una superficie equivalente a 117.206 hectáreas.
“La presente campaña tuvo un comportamiento similar a lo experimentado en el ciclo 2002/03, donde el área se redujo en 177.200 hectáreas; sin embargo hace diez años el área superaba ampliamente lo implantado actualmente (247.300 hectáreas versus 163.700 hectáreas)” sostiene el informe de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
Agregado de valor
Argentina tiene posibilidades de crecer en el mercado de las pastas, si mejora la inserción en los países en los que no tiene presencia.
“Toda cadena de valor se ordena detrás de una demanda, y hoy vemos que se están pidiendo alimentos procesados. Tenemos que ajustar lo necesario para satisfacer esa demanda, además de seguir creciendo como exportadores de harinas y trigo”. Quien así se expresa es Santiago Labourt, presidente de la Asociación Argentina de Trigo (ArgenTrigo).
En el mercado de pastas, Argentina exporta unas 36 mil toneladas, lo que representa el once por ciento del total de América Latina, dado que este mercado es de 200 mil toneladas anuales. La situación es parecida en los mercados de galletitas y de productos panificados varios, ambos también de 200 mil toneladas anuales.
Según precisó el ministro, si la situación “es tal como se está planteando” en los informes del Gobierno provincial, del INTA y de la Bolsa de Cereales, estarían “dadas las condiciones para declarar la emergencia”.
A principio de esta semana, el dirigente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Alfredo Bel, advirtió que los productores se encuentran “ante una cosecha lapidaria en términos de volumen y calidad”. En ese sentido afirmó que “hay pérdidas superiores al 50 por ciento en muchos lugares, y a eso hay que sumarle las pésimas condiciones de calidad, lo cual configura un problema serio”.
Según el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber), desde los meses previos al inicio de la siembra de trigo se detectaba por parte de los agricultores un fuerte desánimo hacia la producción del cereal y la causa estaba directamente relacionada con los problemas de comercialización sufridos en las últimas campañas. Este hecho finalmente se concretó y ha dejado como consecuencia que este año se ha sembrado la menor superficie de los últimos trece años. Por eso los productores entrerrianos buscaron otras alternativas para reemplazar al trigo como cultivo invernal, y así se explica el crecimiento de las hectáreas destinadas a colza y cebada, seguidas por el garbanzo y la arveja.
La superficie destinada al trigo se situó en 163.700 hectáreas, lo cual indica una caída del área equivalente al 41,7 por ciento en relación al ciclo anterior y representa una reducción de una superficie equivalente a 117.206 hectáreas.
“La presente campaña tuvo un comportamiento similar a lo experimentado en el ciclo 2002/03, donde el área se redujo en 177.200 hectáreas; sin embargo hace diez años el área superaba ampliamente lo implantado actualmente (247.300 hectáreas versus 163.700 hectáreas)” sostiene el informe de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
Agregado de valor
Argentina tiene posibilidades de crecer en el mercado de las pastas, si mejora la inserción en los países en los que no tiene presencia.
“Toda cadena de valor se ordena detrás de una demanda, y hoy vemos que se están pidiendo alimentos procesados. Tenemos que ajustar lo necesario para satisfacer esa demanda, además de seguir creciendo como exportadores de harinas y trigo”. Quien así se expresa es Santiago Labourt, presidente de la Asociación Argentina de Trigo (ArgenTrigo).
En el mercado de pastas, Argentina exporta unas 36 mil toneladas, lo que representa el once por ciento del total de América Latina, dado que este mercado es de 200 mil toneladas anuales. La situación es parecida en los mercados de galletitas y de productos panificados varios, ambos también de 200 mil toneladas anuales.
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