Homenaje por el natalicio del Padre Jeannot
Si el ?Curita Gaucho? estuviera físicamente entre nosotros, ayer hubiese soplado 91 velas. No obstante, la fecha de su cumpleaños sirvió a sus allegados y amigos para realizarle un homenaje póstumo al descubrir una placa y una fotografía en su honor en el hall central del Hospital Centenario.
?Su compromiso y su vocación de servicio nos hace día a día meditar sobre esos valores?, remarcó Hugo Gorla director del nosocomio tras descubrir la placa homenaje junto al intendente Juan J. Bahíllo.
?Esto de alguna forma es el sentimiento de los trabajadores del Hospital que en menor o mayor medida pudimos conocer al padre Jeannot?, agregó.
El presidente de la Fundación San Padre Pío, Dario Campostrini, institución que fundó el padre, remarcó que: ?Nuestra esperanza era la de reconocer minimamente con un reconocimiento que nunca será insuficiente, porque este sacerdote nos ha dejado tantos legados que nos compromete continuar de alguna manera con sus obras?.
Campostrini anunció que en concordancia con la fecha del natalicio de Jeannot, ?hemos decidido otorgar cada año, de aquí en más, una medalla al mejor enfermero del año. En esta oportunidad corresponde a la señora Ana María Novoa, elegida por el cuerpo de enfermeros del Hospital?.
El abogado Gustavo Razetto, integrante del consejo de la Fundación San Padre Pío, realizó un relato literario sobre dos historias de mujeres que encontraron en el ?padrecito? su paz espiritual, que conmovieron al auditorio.
?A pocos días antes de su muerte, este incansable andariego, nos decía serenamente, con su voz inconfundible. Le pido a mi madre de la tierra que me lleve con sus brazos a la madre del cielo. Si la madre del cielo decidiera dejarme sobre la tierra, entonces le pido a ella que me permita andar sobre la tierra?.
Y agregó: ?Hombres y mujeres de la salud, nuestro pueblo tal vez sin percibir su ausencia, ha disfrutado durante muchos años, de un enorme privilegio. Ha contado dentro de sus hijos con el ?Cura Gaucho?, nosotros aún cuando él nos falta, atesoramos una suerte envidiable porque nos queda al alcance de la mano el verdadero ejemplo a imitar, el gran espejo al cual mirarnos para que el alivio al sufrimiento, al que de alguna forma u otra hemos sido convocados, adquiera su fiel y potentosa significación?.
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