La cosecha gruesa resuelve problemas económicos pero no hay reactivación
El sector agrícola departamental tuvo una cosecha récord de trigo y las perspectivas de los rindes de soja son muy buenos. Sin embargo por falta de precios para colocar algunos cereales en el mercado, la problemática tiene una influencia directa en la economía de la ciudad al demorar la reactivación en el comercio de ventas de maquinarias agropecuarias, e insumos. En la construcción se nota una leve mejoría.
El agro local vive por estos días una de sus peores paradojas. Tuvo un excelente rendimiento en la cosecha de trigo con 3.640 Kg/ha promedio en la provincia y Gualeguaychú es el departamento con la mayor superficie de soja sembrada en Entre Ríos con más de 172 mil hectáreas, con un rendimiento promedio provincial de 3 toneladas por hectáreas según la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
Sin embargo al momento de enfocar directamente sobre cómo se distribuyen las cargas en el propio proceso agropecuario, que arranca con la siembra y culmina luego de varios meses con la venta efectiva de la producción, a los productores solo le quedan migajas al tener en cuenta la gran recaudación que se lleva el Estado, y al no poder vender el trigo, lo que ralentiza la reactivación de los diferentes sectores de la economía local, al ser la divisa del campo, uno de los principales engranajes de su desarrollo.
“El problema arranca en 2008 con la crisis del campo luego que el Gobierno Nacional pegara un zarpazo, cuando llevó las retenciones de la soja al 35 por ciento. Eso frenó las expectativas de los productores”, explicó Diego Fernández asesor contable de empresas cerealeras y productor agropecuario.
“A esto se suman dos problemas muy serios en la producción agropecuaria, uno es el incremento de los insumos donde subieron un ciento por ciento en la campaña 08/09 lo que produjo un defasaje muy grande y el otro problemas fue la gran sequía”.
Estas cuestiones generó que el productor tuviera una pobre cosecha durante ese periodo y quedara endeudado con proveedores para la presente campaña.
“La campaña 09/10 se presenta con mejores expectativas y el productor avanzó con la cosecha de trigo, donde a nivel nacional la siembra no fue buena por la sequía, mas en Entre Ríos el rendimiento fue histórico. Pero que pasó, llegó el Gobierno Nacional con su política intervencionista que comienza a prohibir las exportaciones de trigo y no deja vender el cereal. Entonces el productor se encuentra con que está endeudado y no pude vender su mercadería.
Hoy tenemos la paradoja que están abarrotado los acopios con trigo, y no se sabe donde se va a colocar la soja que ya comenzó a cosecharse al igual que el maíz. Entonces el productor tiene que pagar sus cuentas y así se dinamiza la economía con ese consumo y no puede vender su mercadería, todo por una política de quiero todo para mí por parte del Gobierno Nacional, porque de esta manera está obligando al productor a que la cosecha de soja que es la que le interesa al poder central por las retenciones vaya a los puertos, mientras tanto el trigo sigue guardado en los depósitos”, destacó.
“El campo es un motor fenomenal de la economía Argentina, pero esto hoy en día no se ve en las economías regionales y en nuestra ciudad, todo por una política de estar metiéndose en la vida de las personas”, dijo.
Si se toma en cuenta el volumen financiero que moverá la soja en la actual campaña, el Estado obtendrá 43% de lo que se venda en 2010 y los productores, 10,5%, según lo refleja un estudio realizado por Néstor Roulet ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentina (CRA).
Roulet calculó que sobre más de U$S 18.600 millones que se estima ingresarán por la campaña es año, U$S 8.052 millones engordarán las arcas estatales y U$S 1.963 millones irán a parar a los bolsillos de los que la producen.
La Bolsa de Comercio de Rosario, se espera para este año una cosecha récord de alrededor de 52,5 millones de toneladas y lo que obtendrá el Gobierno por su comercialización supera en más de U$S 2.000 millones lo que tenía previsto por el fracasado Fondo del Bicentenario.
Para Roulet, “el Estado, sin arriesgar, se lleva U$S 410 por hectárea, mientras que al productor, arriesgando U$S 441 por hectárea con un costo en campo propio, sólo le quedan U$S 100 dólares”. Además. En su trabajo determinó que “mientras la presión tributaria del productor de soja es de 43%, la media en el país es de 27%”.
#Maquinarias agrícolas
Fabián Vitavino, agente en Gualeguaychú de la firma José Folmer e Hijos, de ventas de maquinarias agropecuarias, ve a contratistas interesados en renovar sus equipos amortizados, pero no es fácil cerrar los acuerdos comerciales.
“Es poco lo que se ha reactivado en cuanto a ventas, pero esperamos que la situación mejore a corto y mediano plazo. El panorama no es bueno, tenemos una excelente cosecha pero no se puede vender los cereales que se han cosechado como el trigo”, remarcó.
“Tenemos que tener en cuenta que productores quedan muy pocos, pero hay muchos contratistas cerealeros quienes están esperando finalizar la cosecha para hacer números y ver cuanto dinero les va a quedar para reinvertir. En esta campaña los márgenes se han achicado mucho. Una cosa es la realidad del campo y otra la de los contratistas, la cosecha es muy buena pero tenemos que hablar de costo beneficios, variables que hacen que se genere la rueda de reinversión. En este momento los contratistas ven demorados los pagos de sus servicios porque los productores no pueden comercializar los granos”.
Sin embargo Vitavino es optimista y espera cerrar acuerdos comerciales a fines de mayo, “pero no sabemos en qué medida se va a producir la reactivación, va a ser la soja la que va a determinar el proceder de los productores y los contratistas”.
#La construcción: un panorama diferente
El maestro mayor de obra Rubén Gómez, que a su vez está ligado a grandes emprendimientos inmobiliarios en la ciudad, observa que las ventas de inmuebles y los proyectos de construcción de nuevos edificios no se detuvo en Gualeguaychú, pese a la inestabilidad del sector agropecuario.
“Las divisas del campo en nuestra ciudad es fundamental para todo tipo de inversiones y la construcción siempre sale favorecida porque en Gualeguaychú invertir en ladrillo tiene sus ventajas, porque por más crisis que haya o si el dólar se va para arriba la inversión inmobiliaria va a estar”.
Y destacó: “Por suerte en esta ciudad siempre hay edificaciones, el pico lo tuvimos en los últimos dos años de la gestión de Néstor Kirchner, donde los commodities agrícolas eran excelentes, y eso produjo un gran movimiento en la construcción. Recuerdo que en 2007 no se encontraba un oficial de albañil en la ciudad, teníamos que ir a Larroque o a Urdinarrain a buscarlo”.
Para Gómez, el dinero del campo es una herramienta fundamental para generar emprendimientos inmobiliarios que tendrán un fuerte impacto en generar empleo en el sector.
“Si la cosecha es tan record como dicen, va a generar un gran impacto en la construcción local porque la gente sabe que invertir en ladrillos en una buena opción, pero si continúa esta situación de que el productor no puede vender el trigo ahí estaremos en problemas. De todos modos vemos que los emprendimientos en altura que se construyeron o están en construcción se han vendido y el interés por la compra de departamento continúa. Para este año tenemos cuatro edificios en vía de ser construidos en la ciudad, esto nos dice que si los estudios de ingeniería y arquitectura lanzan estos proyectos inmobiliarios al mercado local es porque saben que lo venderán; no obstante si la gente de campo comienza a tener buenos precios para vender su cereal el impulso hacia la construcción va a ser muy importante”, destacó.
Por Diego Elgart
EL ARGENTINO ©
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