La polémica en torno a la irradiación de alimentos
Artículo suministrado por la Cátedra de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Bromatología de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).
La exposición a radiación para esterilizar objetos en sus propios envases descartables es un procedimiento ampliamente extendido para insumos médicos (jeringas plásticas, agujas, etcétera). Lo que posiblemente nos resulte sorprendente es que también es un tratamiento que puede aplicarse a ciertos alimentos. Este consiste en exponerlos a radiaciones denominadas ?ionizantes? (1). Los tipos de radiación utilizados para procesar alimentos son: la radiación gamma, los rayos X y los electrones acelerados.
¿Por qué se usan radiaciones en una época donde todavía no se les encuentra un lugar suficientemente seguro a los residuos radioactivos?
En primer lugar porque a las dosis permitidas no pueden generarse subproductos radioactivos. En segundo lugar porque para la industria alimentaria es un modo muy apropiado de alargar la vida útil en ciertos alimentos, y es también una forma eficaz de evitar la transmisión de algunas enfermedades por vía alimentaria de difícil control. En tercer lugar, esta forma penetrante de inhibición de microorganismo sin usar calor puede aplicarse sobre los alimentos listos para consumir en su empaquetado final. Por este motivo se le ha encontrado por ejemplo especial utilidad para proveer de alimentos estériles a personas inmunodeprimidas.
En el Codex Alimentarius se afirma que la irradiación de cualquier alimento hasta una dosis promedio total de 10 kGy no presenta riesgos toxicológicos.
El Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) respalda esta técnica de conservación especialmente en los países pobres, ya que estima que hay en los alimentos, después de haber sido cosechados, una pérdida del orden de 25% debido a los insectos, las bacterias y los roedores.
En Estados Unidos, la irradiación de alimentos se ha utilizado en forma extensa para tratar las carnes rojas, especialmente la carne picada, con el fin de reducir la contaminación por E. coli 0157:H7. Sin embargo, la irradiación de alimentos no ha contado con mucha aceptación en Europa. Sólo se han concedido unas cuantas licencias para la irradiación de especias. Los condimentos son uno de los casos muy apropiados para utilizar radiación, ya que la mayoría están contaminados con esporas vehiculizadas por el polvo ambiental, pero no se puede esterilizar por calor porque se volatilizarían los compuestos que proveen la fragancia característica.
# ¿Qué argumentan los que están en contra?
Agrupaciones antinucleares y ecologistas afirman que la irradiación disminuye el valor nutritivo de los alimentos y que produce sustancias muy contaminantes y difíciles de detectar. Se han descrito cambios de color, modificaciones de textura (rotura de fibras), y alteraciones del sabor (desnaturalización de proteínas y enranciamiento de grasas). Por otro lado, se sabe que se producen pérdidas de vitaminas hidrosolubles (C y B1 o tiamina), aunque similares a las producidas por aplicación de calor (cocido o hervido, etc.) y de vitaminas liposolubles A y D.
Advierten además que, si se supera la dosis de irradiación admitida por las normativas, pueden producirse alteraciones genéticas en los propios alimentos. Y que tampoco puede aceptarse que este procedimiento sea usado para remediar lo que debiera hacerse correctamente, es decir: no debe sustituir a la higiene, al envasado, al almacenamiento y a la manipulación correcta de los alimentos.
El etiquetado es obligatorio para que el consumidor pueda optar libremente. Actualmente, es obligatorio incluir en el envase de cada lote de productos un símbolo internacional con la leyenda ?irradiado? o ?tratado con radiaciones ionizantes?, lo que no siempre se cumple.
# Referencias
(1) Los radioisótopos emisores de radiación gamma normalmente utilizados para alimentos son los mismos que se usan en tratamientos oncológicos (el cobalto 60 y el cesio 137). Los aceleradores de electrones utilizados tienen una energía máxima de 10 MeV y los equipos de rayos X una energía máxima de 5 MeV.
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