La provisión de agua se normalizaba anoche
La lluvia de ayer y el descenso de la temperatura jugaron a favor de la recuperación del sistema e impulsión de agua potable.
La falta de presión en el suministro de agua que padeció buena parte de la población el fin de semana, que obligó a los bomberos a proveer agua durante toda la jornada del lunes a instituciones, escuelas y barrios, se originó en un corte de energía eléctrica que afectó la planta de obras sanitarias.
?El problema se originó el viernes por la noche, con un corte de energía de una duración aproximada de entre dos y tres horas, que significó detener la producción e impulsión de agua?, consignó el nuevo responsable de Obras sanitarias, ingeniero Horacio Arrate, que agregó que si bien el temido golpe de ariete se produjo, esta vez, la válvula reguladora lo absorbió, con lo que no hubo roturas de caños, lo que habría complicado la situación.
?Tuvimos que parar durante un par de horas la provisión de agua y con el consumo que había, a causa del calor, nos resultó muy difícil recuperar la presión habitual?, agregó.
?Luego del corte, se comenzó de a poco y hasta que salimos con la presión habitual transcurrieron unas tres horas?.
Acerca de por qué los bomberos debieron concurrir en ayuda de escuelas para proveerles el agua, Arrate dijo ?el sistema se despresuriza a causa del uso que hay. Este lunes, todo el mundo lavó veredas, lo que agravó, entre otras cosas, la normal provisión.
Al día de hoy (por ayer) con esta lluvia y si no tenemos otro corte de energía, estimo que vamos a poder recuperar el sistema para la noche. En invierno, en seis u ocho horas estamos en condiciones óptimas porque la demanda es menor y la recuperación es más dinámica?.
Recordó que la planta de Obras sanitarias toma energía de dos líneas independientes, pero el viernes ambas dejaron de proveer energía.
Acerca de los dos tanques de 75 mil litros que mencionó el ingeniero Farabello en la nota publicada por EL ARGENTINO este domingo, como elementos que mejorarán la provisión de agua en los barrios del sur y el oeste de la ciudad, Arrate dijo ?son dos perforaciones profundas autónomas. El tanque del corsódromo tendrá la función de juntar agua durante la noche para distribuirla durante el día. El del Bulevar de María y La Rioja será igual, pero el pozo de abastecimiento no tiene caudal suficiente por lo que ahora estamos hablando con los técnicos de Paraná que lo hicieron para que lo lleven de seis a ocho pulgadas?.
?También dependemos de la llegada de una pluma gigante (descartó la que provendría de Concepción del Uruguay y mencionó como posible una de la zona de Zarate) ?por la altura de la estructura, integrada por un poste de veinte metros más el balón contenedor?.
Volviendo al derroche del agua potable, Arrate insistió en su prédica hacia quienes riegan las calles o poseen piletas de lona ?que por muy chicas que sean, llevan de mil quinientos a dos mil litros de agua, cantidad suficiente para el uso de una familia tipo durante tres o cuatro días. Esto significa que si se le cambia el agua todos los días, esa gente está gastando en promedio de cinco a seis veces más el consumo de una familia tipo y el sistema no puede soportar este gasto. No hay en el mundo una provisión así.
Por eso insisto en que se asuma que aunque el agua esté un poco turbia, agregándole un par de cucharadas de lavandina, el control bacteriológico está asegurado?.
Acerca de la iniciativa de unos años atrás, de instalar medidores, el ingeniero dijo ?no se materializó en el tiempo, no tuvo continuidad y se perdió todo lo hecho. De todos modos, por ser un elemento de control muy sensible, mientras no mejoremos la calidad del agua y la tubería del casco céntrico, que tiene muchas incrustaciones, los medidores no son viables por una problema de falla de calidad en el fluido?.
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