Los Banquitos de la Buena Fe de la ciudad recibieron equipamiento
El Programa Banco Popular de la Buena Fe es una propuesta del Gobierno Nacional financiado por el Ministerio de Desarrollo Social, inspirado en lo que fue el Banco de los Pobres, del economista indio Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz 2006.
Los banquitos, como les llaman, otorgan pequeños créditos a los sectores más humildes de la población, vecinos que no tienen acceso a créditos formales y la finalidad de los mismos es asistir con estos microcréditos a emprendimientos familiares o unipersonales; que se realizan en las zonas barriales. Estos programas se hacen a nivel nacional y en Gualeguaychú está siendo coordinado por la Organización INKA, desde hace un año.
Para fortalecerle el programa y gracias al buen desempeño que han tenido durante el año pasado es que el Gobierno Nacional entregó, a través de la Fundación INKA, en comodato un equipamiento de computación para cada uno de los banquitos, que actualmente son 8. El mismo consta de una PC completa, una impresora multifunción, un estabilizador y una mesa de escritorio. También les dieron un equipo de filmación, un equipo de audio y una notebook para el equipo central.
El año pasado se otorgaron 300 microcréditos en donde el tope era de 500 pesos por emprendimiento, destinados a proyectos como confección de ropa, elaboración de pastas, comidas caseras o herramientas de albañilería.
En diálogo con EL ARGENTINO, uno de los coordinadores del Programa Banco Popular de la Buena Fe del INKA, Sergio Del Canto, cuenta que en la primer etapa “en la región logramos formar cinco Bancos de la Buena Fe, que funcionan en distintos barrios. Actualmente están funcionando, uno en la zona del Sagrado Corazón, otro en la zona de La Cuchilla, que es un convenio con la Asociación Musicante, otro en la zona de Suburbio Sur que lo coordina la Cooperativa Tomás de Rocamora, otro en Concepción del Uruguay, que funciona con la Asociación Pocho Lepratti y el último Banquito de INKA es el de Urdinarrain.”
Del Canto destaca que “en esto no hay garantías ni hipotecas de por medio, sino que se pide a cambio la organización y la palabra. Lo notable es que el recupero de estos 300 créditos que se dieron el año pasado fue de más del 95 por ciento. Lo que les permitió avanzar en una segunda etapa de re-créditos para todos aquellos emprendedores que cumplieron con la devolución de esos 500 pesos, que se hace en forma semanal en las reuniones que se hacen en los barrios”.
Gracias a este altísimo nivel de devoluciones que hubo es que se pudo avanzar en los re-créditos, que esta vez fueron de 750 pesos y, como esto por fortuna ha funcionado bien, el Gobierno Nacional les otorgó la continuidad del Programa, mayor cantidad de fondos y también la posibilidad de ampliar de 5 a 8 banquitos.
Ahora se sumaron tres banquitos más “con la Fundación GUS se va a trabajarla zona oeste de la ciudad, la Asociación Todos por Tala, que trabajará en Rosario del Tala y Caminos de Esperanza va a trabajar en San José. Los créditos ahora van a ser de hasta 750 pesos”.
El coordinador comenta que el objetivo de esta iniciativa no es solo otorgar el crédito, sino acompañar a los vecinos y generar emprendimientos. “Esto no es un subsidio, porque a quien no devuelve no se le da más un crédito, de esta manera se apunta a la cultura del trabajo y a la organización popular”, aseveró Del Canto.
El día jueves y viernes pasado en el CIC se realizaron jornadas de capacitación para los nuevos promotores de los banquitos. La función de los promotores es trabajar en el territorio, visitar a los vecinos, evaluar los proyectos y realizar el seguimiento de los mismos.
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