Informe Especial
Oposición disgregada también permite el monopolio del poder
Si algo goza el oficialismo ?K? tanto a nivel nacional, provincial como local, es que la oposición se encuentra sin rumbo, aunque agazapada para dar un zarpazo electoral. Pero esta postura (estar agazapado) implica que la oposición está más pendiente de los errores del oficialismo, que por demostrar sus propias virtudes.
Es un clásico en la política argentina de las últimas décadas: por un lado, el oficialismo que quiere presentarse en todos los actos públicos con optimismo; después de todo son el gobierno. Por el otro lado, la oposición que sólo expresa pesimismo, porque sus críticas están vacías de propuestas. Así, unos disfrazan la realidad y otros la maquillan demasiado y ambos pierden credibilidad.
Pero, si algo está caracterizando al actual escenario, es que esta vez al oficialismo la sociedad (no la oposición) lo mira con escepticismo, es decir, con suspicacia, con sospechas y con desconfianza. La oposición sigue apostando al desgaste natural de quien gobierna y ni siquiera plantea propuestas alternativas.
La esgrima comunicacional es tosca, torpe y carente de mensajes: quien gobierna sólo quiere que los lectores (que serán electores) valoren las obras; y la oposición la única señal que emite es que anula su capacidad o competencia para acceder al poder y sólo crítica y a veces hasta denuncia de manera irresponsable.
Pero no hay ascenso al poder por virtudes, sino por el desgaste natural que es propio del partido gobernante. Así, no hay nuevas ideas ni propuestas dinámicas para mejorar.
Lamentablemente, la oposición, es decir, la minoría, sucumbe ante su principal rol: evitar que el poder se ejerza de manera monopólica. Y para disimular esta debilidad institucional, muchas veces es el propio oficialismo quien crea su propia oposición y así ese poder monopólico termina siendo absoluto.
Una curiosidad: la palabra ?partido? da un doble sentido. Por un lado, expresa la idea de división; pero por el otro también dice ?sumar? y ?formar parte?. Lamentablemente, los partidos hoy por hoy están vacíos porque su dirigencia (para quedar) fortalecen la primera definición y desdeñan la segunda. Así, ni siquiera los afiliados ya se comportan con sentido de pertenencia.
Y una segunda observación: en la democracia, los partidos políticos además de oponerse entre sí deben tener el rol de ser complementarios. He ahí el mejor espíritu legislativo, se trata de dar aportes responsables y comprometidos para fortalecer los principios jurídicos. Hoy ni siquiera son eso. Explicado esto, ya no es de extrañar que la dirigencia opositora salga incluso a buscar referentes fuera de sus propias filas. Suelen argumentar que tienen vocación frentista, pero en realidad disimulan la falta de convocatoria de sus propios referentes.
# El centenario partido
Dice la profesión de fe del radicalismo, que ellos no son un simple partido, tampoco una parcialidad que lucha en su beneficio, ni mucho menos una composición de lugar para tomar asiento en los gobiernos.
Sin embargo en las últimas décadas, se ha caracterizado por expulsar a sus mejores inteligencias y vive un éxodo de referentes que los lleva a la disgregación. Es cierto, muchos radicales se fueron encandilados por ese nuevo peronismo que clamó el kirchnerismo; otros sólo se contentaron con ir detrás de expresiones políticas que contradicen sus mejores logros sociales e institucionales. Lo único en común que tienen es que nadie deja de ser radical cuando les conviene o desdeñan de esa pertenencia si deben rendir otras pleitesías, sumisiones o sometimientos con tal de quedar cerca del poder.
En la provincia, el radicalismo no supo valorar a sus afiliados y ha perdido incluso bastiones donde antes era impensado que gobernara un peronista.
En la ciudad, por primera vez en la historia no tiene ningún representante en el Concejo Deliberante. Y aún ante este panorama, no se perciben claramente convocatorias para la unidad. Sigue prevaleciendo la disgregación.
No obstante, algunos nombres han comenzado a transitar el camino para acceder al Palacio Municipal. Es el caso de Ricardo ?Tachi? Rodríguez, quien viene consolidando un espacio, a veces en soledad y otras todavía sin el mejor acompañamiento. Lo peor que puede hacer un radical en estos días es esconderse, o lo que es lo mismo: aparecer culposo por los errores del pasado. Esa actitud sólo favorece al oficialismo.
Los radicales de Gualeguaychú han sabido aportar hombres para lugares clave en estos 25 años de democracia: un intendente, dos vicegobernadores, legisladores nacionales y provinciales; pero nunca como hoy se encuentran tan sin vocación de poder.
Por eso es necesario volver al partido. La Declaración Política de la Convención Nacional de la UCR, realizada el 4 de octubre en Mina Clavero, es más que elocuente para recuperar los mejores trazos de la historia de ese partido. Allí se sostuvo que ?la demanda de la hora, es cumplir con la otra regla de oro de la Democracia, es decir la alternancia en el ejercicio del poder. Para esto es necesario construir una alternativa que sea capaz de competir electoralmente con éxito y luego garantizar la gobernabilidad del país?.
Y expresó algo más: la necesidad de consolidar la vocación de protagonizar los cambios que se requieren hacia el futuro debe materializarse con una profunda modernización, con reformas en su estructura, justamente para tener mayor dinamismo y a su vez recuperar confianza y credibilidad por parte de la sociedad.
Esa declaración pareciera que fue hecha para la realidad de los radicales de Gualeguaychú y de la provincia. Es que en el fondo los radicales saben que deben fortalecer la política para afianzar la democracia.
Tal vez el 2009 la sociedad vuelva a mirar la opción de la UCR. Después de todo, la crisis del campo demostró que se necesitan partidos nacionales y con fuerte identidad para evitar el abuso y la concentración del poder. ¿Sabrá el centenario partido captar este reclamo?
# Nuevo Espacio
En la ciudad, la oposición más fuerte hoy por hoy se llama Nuevo Espacio, el agrupamiento que identifica como su máximo referente a Emilio Martínez Garbino. Se trata de un partido que tuvo la virtud de contener a todos los decepcionados del peronismo, del socialismo y del radicalismo; pero también el defecto de no haber sabido estructurar un crecimiento territorial más sólido en otros departamentos.
Ello lo llevó a hacer alianzas o acuerdos electorales que quedaron truncos para aportar al crecimiento y les provocó un gran desgaste a sus propios dirigentes.
Los desleales, los incoherentes ideológicos fueron sus aliados y por eso el Nuevo Espacio fue una formidable plataforma para consagrar legisladores que luego se arrimaron al poder de turno y se olvidaron de sus ideales.
No obstante, Emilio Martínez Garbino siempre es considerado con altas expectativas en el plano electoral y por eso mismo deben tenerse en cuenta para cualquier análisis tanto para el 2009 como para el 2011.
A nivel ciudad, tal vez puedan solos; pero para la provincia requerirán mucho más; y en ese contexto, algunos observan con entusiasmo y otros con pesimismo el acercamiento que ha tenido con Jorge Busti.
# Trasversales
Quienes fueron ayer opositores del PJ, hoy son oficialistas. Se trata de Héctor de la Fuente (actual diputado provincial) y Daniel Irigoyen (ex intendente). Ambos han adherido públicamente su pertenencia al kirchnerismo, al igual que Aldo Rico que es su referente en San Miguel, provincia de Buenos Aires.
Está más que claro que entre Irigoyen y Rico no hay punto de contacto, salvo el de pertenecer al kirchnerismo. Por eso no se entiende que una persona que ha sido coherente con sus ideas, deba hoy, para estar en el charco, aceptar semejante sapo.
Es un hecho de la realidad que entre Irigoyen y la actual gestión municipal hay una fina sintonía, a tal punto que el intendente Juan José Bahillo hasta propuso en septiembre que fueran parte del gobierno en un área sensible como las viviendas. Esta propuesta fue pensada electoralmente, dado que el irigoyenismo le podría aportará un caudal de votos que nadie quiere despreciar.
# Maya siempre está
Héctor Maya siempre está. Actualmente está militando de manera intensa para construir lo que él define ?un peronismo sin Kirchner?.
En el Concejo Deliberante, su único representante (Manuel Alvarez) ha oscilado en una postura donde primero se opuso a la Fundación Inka pero luego apoyó el acuerdo con la concesión de una parte de la Costanera.
Maya tiene proyección nacional, más allá de haber sido el compañero de fórmula presidencial de Rodríguez Saá. En ese sentido, ha sido más efectivo en lo nacional que en lo provincial y local.
El suele decirle a los amigos más íntimos: ?Mi tiempo pasó. La política necesita generar enamoramientos y mi mejor ubicación es consolidar un frente peronista pero sin los Kirchner?.
Para ello, participará como convocante del congreso peronista que se realizará el 20 de febrero de 2009 en Mar del Plata, y que recordará la primera llegada al poder de Juan Domingo Perón.
Lo otro que sostiene es que la actual política nacional condenó a Entre Ríos, porque afectó a la provincia en materia energética y porque le expropia al campo sus mejores esfuerzos.
Confiesa que mira muy de cerca ?la interesante labor legislativa del senador departamental Osvaldo Chesini?, lo mismo que el desarrollo que está teniendo Ricardo Rodríguez en la UCR, a la vez que rescata la capacidad de gestión de Enrique Ghiglione Bocalandro cuando era director del Hospital Centenario.
?Con Emilio Martínez Garbino, que somos prácticamente de la misma generación, hemos actuado muy bien en equipo cuando fuimos legisladores nacionales. Es un gran dirigente?, elogió.
A la hora de las definiciones, descartó que vaya a postularse a nivel local o provincial y confesó: ?sueño con armar ese espacio peronista que le devuelva la esperanza a los argentinos?; aunque vaya arriba de un tren fantasma con los Menem y los Rodríguez Saá.
# Opositores
La oposición está opuesta así misma. Esta es la percepción de la sociedad, que reclama que se unan, pero detrás de un gran consenso de gobierno que vuelva a poner a la República de pie.
Es la oposición la que no se expresa acusando ese reclamo. Es más, a nivel nacional ya casi ni siquiera se opone al oficialismo.
Cuando se discutió la nacionalización de las Administradoras de Fondos de Jubilación Privados (AFJP), los líderes de la oposición estuvieron de acuerdo con la estatización de del sistema previsional, sólo manifestaron que no querían que el gobierno manejara esos fondos. El mensaje que dijeron fue: ?nosotros para nacionalizar somos buenos, y los Kirchner son malos?. Con eso no alcanza para ser opositores.
Similar discurso expresaron con la lucha del campo para derogar la resolución 125. Estuvieron de acuerdo con el campo en eso; pero luego no hicieron más nada para evitar la desigualdad ante la ley que padecen los productores agropecuarios. Es decir, sólo discutieron hasta qué porcentaje el Estado puede avanzar; pero jamás dijeron nada sobre esa expropiación ilegítima que significan las retenciones.
Si la oposición quiere ser una alternativa al oficialismo, deberá evitar algunos errores. Por ejemplo, no sólo espantarse por los anuncios del gobierno, sino construyendo con sus mejores talentos las propuestas que permitan consolidar una mejor calidad de vida.
Se sabe -en teoría- que tener liderazgo político es algo más que tener la capacidad de resolver diariamente las complejidades de la realidad. Es, fundamentalmente, tener la capacidad de imaginar y construir el futuro. ¿Estará la oposición a la altura de la demanda?
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