Un cinerario en San Pío de Pietrelcina
La comunidad de la ermita y Capilla de San Pío de Pietrelcina trabaja en lo que será un nuevo servicio para ofrecer: un cinerario, una urna común donde poder depositar las cenizas de los seres queridos después de la cremación.
El sacerdote José María Aguilar, párroco de Nuestra Señora de Luján y responsable de la Capilla de San Pío de Pietrelcina, explicó que la intención es contar en este lugar, con una urna común donde depositar las cenizas y acompañarlas con la oración.
“Los cuerpos de los difuntos cristianos son honrados por la Iglesia porque desde el Bautismo fueron “templos del Espíritu Santo”, lugar desde donde expresaron el amor a Dios y a los hermanos”, expresó Aguilar.
“Tradicionalmente se los inhumaba en los cementerios. En nuestros días, por el cambio en las condiciones del entorno y de la vida, está en uso la práctica de quemar los cuerpos de los difuntos, la cremación. La Iglesia recomienda que no se conserve las cenizas en las casas de familias, sino que se les dé sepultura”, agregó, señalando que “en algunas ciudades donde la práctica de la cremación se ha incrementado, la Iglesia dispone de un sitio apropiado: un “Cinerario Común”, ubicado junto a un lugar de culto”.
Recordó que el Padre Luis Jeannot proyectó realizar un lugar para depositar las cenizas en el predio de la Ermita y Capilla de San Pío de Pietrelcina.
“Continuando con la iniciativa estamos concretando este servicio: se cuenta con la autorización del Obispo, en tanto el arquitecto y la comisión trabajan en el emplazamiento y estructura del mismo, para bendecirlo a fines de septiembre o principios de octubre del corriente año”.
La posibilidad de poder llevar hasta allí las cenizas de los seres queridos abre un nuevo capítulo entre nosotros. Y es importante tener en cuenta lo que dijo Aguilar respecto de tenerlas en casa o esparcirlas, como ha comenzado a hacerse.
“Hoy hay una idea de esparcir las cenizas en un lugar significativo para la persona, que a veces hace perder el sentido de la reliquia, especialmente cuando se las disemina en un lugar que después, por distintas razones, es removido o cambia la fisonomía. Entonces no queda ese sitio de referencia para los deudos”.
“La idea es ofrecer un servicio más”, resumió, agregando que tras la conclusión y bendición del cinerario “volveremos a tener en la Iglesia un libro de difuntos”, donde quedará el registro correspondiente, similar a la constancia que se entregará a los familiares, ya que en el lugar no se colocarán placas.
# Cómo llegarán las cenizas al Cinerario
Aguilar explicó que los pasos a seguir son los siguientes:
Un familiar responsable se dirigirá a la secretaría de la Parroquia de Luján, se pondrá en conocimiento de las normas a observar; se inscribirá al difunto en el Libro Parroquial y se programará la fecha de depósito de las cenizas.
Ya en la Ermita y Capilla de San Pío, en la fecha fijada, después de la misa se acompañarán en procesión las cenizas de los difuntos que descansarán en el Cinerario Común en el marco de oraciones comunes.
Los domingos cercanos al aniversario del fallecimiento se recodará a estas personas en la misa, en tanto al Cinerario Común quienes deseen hacerlo, podrán acercarse a rezar todos los días del año y a cualquier hora.
“Continuando con la inspiración del Padre Jeannot damos respuesta a muchos hermanos de nuestra comunidad de Gualeguaychú y zonas vecinas, acompañándolos en el momento de dolor y abiertos a la esperanza y fe en Jesús, el Señor de la Vida Plena”, afirmó el sacerdote, que recordó al final de la entrevista que el 23 de septiembre es el día de San Pío de Pietrelcina.
--------------.
Este contenido no está abierto a comentarios