Opinión
Un reclamo social que no es oído
La Cámara de Senadores dio el jueves media sanción al proyecto promovido por el gobernador Gustavo Bordet, que impulsa un plan foresto industrial para la provincia y derogará la Ley provincial 9759 –Ley de la Madera- que, entre otras cosas, prohíbe exportar materia prima (rollizos o chips) a las industrias establecidas o que se establezcan en la República Oriental del Uruguay.
El proyecto que ya cuenta con media sanción fue girado a Diputados donde se debatirá próximamente.
Y desde hace mucho tiempo, organizaciones ambientalistas de la provincia, entre ellas las locales Asamblea Ciudadana Ambiental y Fundavida, vienen mostrando su desacuerdo total.
Para esto se han reunido con diferentes funcionarios de la provincia y han dejado en claro su postura, la que también ha sido dada a conocer a través de los medios de comunicación. Ahora, con esta media sanción se han declarado en estado de alerta y movilización y convocaron a resistir la aprobación definitiva en Diputados.
Por un lado, los argumentos de quienes defienden e impulsan la derogación de la actual ley es llevar adelante un plan foresto-industrial (Plan Maderero Entrerriano) y lograr que el sector maderero crezca en toda su cadena productiva.
En el mes de octubre, Juan Veronesi –integrante de la Asamblea Ciudadana Ambiental Gualeguaychú- expresó a este medio su disgusto tras una reunión mantenida con la secretaria de Ambiente, Belén Estévez, el ministro de la Producción, Carlos Schepens y al subsecretario de Industria, Mario Acuña, en donde trataron este proyecto de ley.
En esa oportunidad, Veronesi nos dijo:“hace quince años que venimos peleando contra las pasteras por contaminantes y en esto ha estado implicado el Gobierno Nacional, el de Entre Ríos y sus diferentes municipios y hoy, de repente, vemos a intendentes, productores forestales, legisladores, senadores y diputados queriendo favorecer la exportación de madera a Botnia”. “Esto es una agresión a los miles de ciudadanos que emprendimos la lucha contra Bonita, que defendemos el medioambiente y la vida”, señaló allá por el mes de octubre Veronesi quien concluyó “nuestro pedido social es despreciado por el Gobernador a la cabeza y por los legisladores, intendentes…”.
Y está claro que nadie está en contra de que la industria local crezca, ni de que se generen más puestos de trabajo con mejores métodos de producción, pero lo que se cuestiona es que para lograr todo esto deroguen una ley existente. También desde Fundavida, en un informe publicado en EL ARGENTINO hicieron referencia a las características actuales del mercado de la madera entrerriano, destacando -entre otras concusiones- que “Entre Ríos era la única provincia que utiliza el cien por ciento de los rollizos que se producen en su territorio, e incluso industrializa un volumen mayor aún, porque muchos aserraderos entrerrianos, principalmente los ubicados en Chajarí y Federación traen madera de Corrientes para manufacturar” y que “Entre Ríos es la provincia donde más puestos de trabajo se generan en relación a las hectáreas plantadas”. Lo que desde Fundavida planteaban es que en caso de derogarse la ley de la Madera se dejaría de ser la provincia que mejor aprovecha este recurso porque inmediatamente UPM (Botnia) ingresaría al mercado local para adquirir rollizos desabasteciendo nuestra industria y poniéndola en situación de quebranto generalizado. Resta ver qué ocurre en la Cámara de Diputados… pero lo que está claro es que la lucha de los asambleístas deberá continuar y enfrentar este revés que, una vez más, le están dando sus propios gobernantes y representantes.
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