Al Qaida jura que vengará la muerte de Osama Bin Laden
Al Qaida amenazó con vengar la muerte de su líder, Osama Bin Laden, abatido hace cinco días por un comando estadounidense cuyos miembros fueron condecorados ayer en persona por el presidente Barack Obama.
“Les hemos cortado la cabeza y al final los derrotaremos”, declaró Obama durante su encuentro con los efectivos especiales en la base de Fort Campbell (Kentucky, centro oeste), sede de la 101 división aerotransportada.
La red islamista confirmó la muerte de su jefe en un comunicado firmado por el comando general de Al Qaida y aseguró que la sangre de Bin Laden no fue “derramada en vano y será una maldición para los estadounidenses y sus agentes que los perseguirá dentro y fuera de su país”.
“El jeque combatiente (...) Abu Abdalá, Osama ben Mohamed bin Laden fue asesinado (...) por las balas de la traición y la apostasía”, afirmó esta red extremista, responsable de los atentados del 11 de septiembre que dejaron cerca de tres mil muertos en Estados Unidos.
Al Qaida se comprometió a continuar la guerra santa (yihad) y aseguró que “los soldados del Islam continuarán, en grupos e individualmente, y sin descanso la planificación” de su lucha.
Tras la divulgación de este comunicado, la Casa Blanca aseguró estar “extremadamente vigilante” ante posibles ataques, según dijo el portavoz Jay Carney.
Al Qaida anunció además que “en breve” difundirá una grabación sonora de Bin Laden realizada una semana antes de su muerte.
Bin Laden, enemigo público número uno de Estados Unidos, fue asesinado la noche del domingo en un operativo de las fuerzas especiales estadounidenses contra la residencia donde se escondía en la ciudad de Abbottabad, en Pakistán.
El comando que realizó la operación estaba según los medios estadounidenses integrado por miembros del “Team 6” (equipo 6) de los Seals, las fuerzas especiales de la marina, una unidad tan secreta que sus misiones jamás son confirmadas, que ayer fueron condecoradas por Obama.
Cinco días después de que Bin Laden fuera abatido, algunas contradicciones en los detalles revelados sobre la misión suscitaron dudas sobre si el comando estadounidense contemplaba capturar vivo al jefe de Al Qaida.
En ese sentido, expertos de la Organización de Naciones Unidas pidieron a Estados Unidos que divulgue detalles sobre el operativo que mató a Bin Laden para evaluarlos según “criterios de la legislación internacional en materia de derechos humanos” y el “precedente” que pudieran sentar.
En un comunicado difundido el viernes, el relator de la ONU sobre ejecuciones arbitrarias y sumarias, Christof Heyns, y el relator sobre derechos humanos y libertades fundamentales en la lucha antiterrorista, Martin Scheinin, consideraron que “será particularmente importante saber” si la operación norteamericana en la que resultó muerto Bin Laden “contemplaba la tentativa” de capturarlo.
En Pakistán, cientos de personas manifestaron el viernes cerca de la ciudad de Quetta para rendir “homenaje” a Osama bin Laden y convocar a una guerra santa contra Estados Unidos, según testigos.
“Un Osama se ha convertido en mártir y ahora nacerán miles de Osamas, porque él creó un movimiento contra las fuerzas antimusulmanas que no depende de las personalidades”, afirmó Hafiz Fazal Bareach, alto jerarca del Jamiat Ulema e Islam (JUI), un partido político partidario de los talibanes.
Varios paquistaníes manifestaron este viernes su “indignación” con su ejército, no por su incapacidad para encontrar al jefe de Al Qaida sino por permitir una “agresión” estadounidense en su país.
En El Cairo, unas 500 personas fueron bloqueadas mientras se manifestaban en las inmediaciones de la legación estadounidense. También hubo manifestaciones clamando venganza en otras ciudades, como Estambul y Londres, donde un centenar de extremistas islámicos se concentraron ante la embajada de Estados Unidos.
“Es sólo una cuestión de tiempo antes de que haya otra catástrofe. Occidente es el enemigo”, dijo uno de los manifestantes, el joven Abu Muaz.
El jueves, el Departamento de Seguridad Interior reveló que Al Qaida trataba de preparar atentados en los trenes en Estados Unidos para conmemorar el décimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre.
De acuerdo con una fuente, la información proviene de documentos incautados durante el operativo del domingo. La administración Obama, inmersa en la larga guerra contra
Afganistán, es consciente de los riesgos que corren los ciudadanos y los intereses estadounidenses en el exterior.
Las fuerzas estadounidenses expulsaron a los talibanes del poder en 2001 tras los ataques del 11 de septiembre en represalia por acoger a Bin Laden en suelo afgano.
La red islamista confirmó la muerte de su jefe en un comunicado firmado por el comando general de Al Qaida y aseguró que la sangre de Bin Laden no fue “derramada en vano y será una maldición para los estadounidenses y sus agentes que los perseguirá dentro y fuera de su país”.
“El jeque combatiente (...) Abu Abdalá, Osama ben Mohamed bin Laden fue asesinado (...) por las balas de la traición y la apostasía”, afirmó esta red extremista, responsable de los atentados del 11 de septiembre que dejaron cerca de tres mil muertos en Estados Unidos.
Al Qaida se comprometió a continuar la guerra santa (yihad) y aseguró que “los soldados del Islam continuarán, en grupos e individualmente, y sin descanso la planificación” de su lucha.
Tras la divulgación de este comunicado, la Casa Blanca aseguró estar “extremadamente vigilante” ante posibles ataques, según dijo el portavoz Jay Carney.
Al Qaida anunció además que “en breve” difundirá una grabación sonora de Bin Laden realizada una semana antes de su muerte.
Bin Laden, enemigo público número uno de Estados Unidos, fue asesinado la noche del domingo en un operativo de las fuerzas especiales estadounidenses contra la residencia donde se escondía en la ciudad de Abbottabad, en Pakistán.
El comando que realizó la operación estaba según los medios estadounidenses integrado por miembros del “Team 6” (equipo 6) de los Seals, las fuerzas especiales de la marina, una unidad tan secreta que sus misiones jamás son confirmadas, que ayer fueron condecoradas por Obama.
Cinco días después de que Bin Laden fuera abatido, algunas contradicciones en los detalles revelados sobre la misión suscitaron dudas sobre si el comando estadounidense contemplaba capturar vivo al jefe de Al Qaida.
En ese sentido, expertos de la Organización de Naciones Unidas pidieron a Estados Unidos que divulgue detalles sobre el operativo que mató a Bin Laden para evaluarlos según “criterios de la legislación internacional en materia de derechos humanos” y el “precedente” que pudieran sentar.
En un comunicado difundido el viernes, el relator de la ONU sobre ejecuciones arbitrarias y sumarias, Christof Heyns, y el relator sobre derechos humanos y libertades fundamentales en la lucha antiterrorista, Martin Scheinin, consideraron que “será particularmente importante saber” si la operación norteamericana en la que resultó muerto Bin Laden “contemplaba la tentativa” de capturarlo.
En Pakistán, cientos de personas manifestaron el viernes cerca de la ciudad de Quetta para rendir “homenaje” a Osama bin Laden y convocar a una guerra santa contra Estados Unidos, según testigos.
“Un Osama se ha convertido en mártir y ahora nacerán miles de Osamas, porque él creó un movimiento contra las fuerzas antimusulmanas que no depende de las personalidades”, afirmó Hafiz Fazal Bareach, alto jerarca del Jamiat Ulema e Islam (JUI), un partido político partidario de los talibanes.
Varios paquistaníes manifestaron este viernes su “indignación” con su ejército, no por su incapacidad para encontrar al jefe de Al Qaida sino por permitir una “agresión” estadounidense en su país.
En El Cairo, unas 500 personas fueron bloqueadas mientras se manifestaban en las inmediaciones de la legación estadounidense. También hubo manifestaciones clamando venganza en otras ciudades, como Estambul y Londres, donde un centenar de extremistas islámicos se concentraron ante la embajada de Estados Unidos.
“Es sólo una cuestión de tiempo antes de que haya otra catástrofe. Occidente es el enemigo”, dijo uno de los manifestantes, el joven Abu Muaz.
El jueves, el Departamento de Seguridad Interior reveló que Al Qaida trataba de preparar atentados en los trenes en Estados Unidos para conmemorar el décimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre.
De acuerdo con una fuente, la información proviene de documentos incautados durante el operativo del domingo. La administración Obama, inmersa en la larga guerra contra
Afganistán, es consciente de los riesgos que corren los ciudadanos y los intereses estadounidenses en el exterior.
Las fuerzas estadounidenses expulsaron a los talibanes del poder en 2001 tras los ataques del 11 de septiembre en represalia por acoger a Bin Laden en suelo afgano.
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