El mundo recibió 2007; atentados aguaron la fiesta
La entrada en 2007 fue celebrada en el mundo con los fuegos artificiales y el jolgorio tradicional, doblemente intenso para Rumanía y Bulgaria que ingresaron en la Unión Europea, pero los atentados mortíferos aguaron la fiesta en España y Tailandia.
Millones de personas salieron a las calles en las grandes ciudades de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica para recibir, después de que horas antes lo hicieran en Asia, al nuevo año 2007.
Cerca de un millón de personas acudieron a la célebre Times Square, en el corazón de Nueva York, para festejar la llegada del Año Nuevo, en medio de un gran dispositivo de seguridad ante temores de represalias por la ejecución, el sábado, del ex presidente iraquí Saddam Hussein.
Una multitud llenó la plaza neoyorquina en una noche cálida, impropia del invierno del noreste estadounidense, y coreó a viva voz la cuenta regresiva de los últimos 60 segundos de 2006 para
ver descender la famosa bola de cristal y renovar la tradición que da la bienvenida al Año Nuevo en la Gran Manzana.
Pese a que los servicios de inteligencia estadounidenses no dieron ninguna alerta específica sobre eventuales atentados, las fuerzas policiales de Nueva York fueron reforzadas por precaución,
un día después del ahorcamiento en Bagdad del ex dictador iraquí, casi cuatro años después de haber sido derrocado por Estados Unidos.
Horas antes, en Europa, conciertos, fuegos artificiales, y sobre todo la esperanza de un futuro mejor en el "club de los ricos", lanzó a las calles de Bucarest a decenas de miles de rumanos, que a medianoche (22H00 GMT) celebraron la entrada de su país en la Unión Europea (UE).
También decenas de miles de búlgaros celebraron en Sofía su adhesión a la UE, con un gigantesco espectáculo de luz y sonido, mientras que Eslovenia festejaba la adopción del euro, convirtiéndose en el primer país ex comunista en el que circulará la moneda única.
Pero en Madrid, el atentado cometido el sábado por la organización separatista armada vasca ETA en el aeropuerto de la capital provocó la suspensión de un espectáculo de luz y sonido.
Dos ecuatorianos desaparecidos entre los escombros son dados por muertos por el gobierno de Quito.
Con todo, decenas de miles de madrileños se reunieron como es tradicional en la céntrica Puerta del Sol para recibir el Año Nuevo.
En París, varios centenares de miles de personas, 400.000 según la policía, celebraron sin incidentes la llegada de 2007 en los Campos Elíseos. Mientras, en Nantes (oeste de Francia), medio millar de manifestantes desfilaron con el lema "2007 no pasará ", para decir "No a 2007", una contra-celebración que están dispuestos a repetir el año próximo en la capital.
En Alemania, centenares de miles de personas, según la policía, más de un millón, según los organizadores, festejaron con un tiempo clemente (cinco grados) la noche de San Silvestre en
Berlín, reunidos en el corazón histórico de la capital, la Puerto de Brandenburgo, iluminada con fuegos artificiales.
En Gran Bretaña, fuegos artificiales, conciertos y celebraciones exteriores se suspendieron en varias ciudades del noroeste del país para garantizar la seguridad ante las fuertes tormentas, pero los tradicionales fuegos se lanzaron en el centro de Londres.
Antes, la región de Asia-Pacífico fue la primera del mundo en dar la bienvenida con alegría a 2007.
Sidney dio el pistoletazo de salida con unos inmensos fuegos artificiales en su bahía, alrededor de su famosa ópera, que se iluminó a medianoche (13H00 GMT) en presencia de un millón de personas.
La despedida de 2007 estuvo teñida de tristeza en Bangkok, donde la explosión de una serie de bombas causó tres muertos y unos 30 heridos, entre ellos nueve extranjeros.
El gobernador de la capital tailandesa anuló las celebraciones públicas y pidió a las decenas de miles de personas congregadas frente al inmenso centro comercial Central World Plaza que regresasen a sus hogares.
Por su parte, los japoneses llenaron los mercados de Tokio, una capital al ralentí en la que, por una vez, la circulación fue fluida.
En China, el presidente, Hu Jintao, dio la bienvenida a 2007 en la Opera de Pekín, mientras que la rival Taiwán optó por una fórmula más moderna: congregar a miles de personas para tocar
simultáneamente el tambor al ritmo de la famosa canción del grupo Queen "We will rock you".
Por su parte, el líder norcoreano, Kim Jong-Il, deseó un feliz año nuevo a su homólogo cubano, Fidel Castro, a quien felicitó por haber resistido con valentía a las sanciones económicas
estadounidenses.
En Oriente Medio, los fuegos artificiales iluminaron el cielo a medianoche. Pero, un día después de la ejecución de Saddam Hussein, la prensa de la región del Golfo deseó que 2007 no fuera peor que 2006, "un año lleno de catástrofes, de violencia y sangre".
En los países musulmanes, el Año Nuevo coincidió con la fiesta del sacrificio, el Aid-Al-Adha. En Turquía, centenares de sacrificadores acabaron en el hospital por cortes con cuchillos más o menos graves que se infligieron al degollar a corderos.
Fuente AFP-NA.
Este contenido no está abierto a comentarios