La Iglesia Ortodoxa rusa y su rama en exilio se reunifican
La Iglesia Ortodoxa rusa y su rama en exilio sellaron este jueves oficialmente su reunificación, un acontecimiento histórico alentado por el presidente Vladimir Putin, y que deja atrás 80 años de cisma, persecuciones y humillación.
El jefe de la Iglesia Ortodoxa rusa en el extranjero, el metropolitano Lavr, y el patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Alexis II, firmaron el acto de "comunión canónica" en la catedral
del Cristo Salvador en Moscú.
Este acto autoriza a partir de ahora a los clérigos de ambas Iglesias a concelebrar la Eucaristía.
Con este acto, la Iglesia Ortodoxa rusa en el extranjero, cuya sede está en Nueva York, "forma parte integrante de la Iglesia Ortodoxa rusa", según el texto firmado en presencia del
presidente Vladimir Putin, al que ambos jerarcas eclesiásticos agradecieron sus gestiones para obtener la reunificación.
Después de la oraciones y los cánticos de un coro masculino, el metropolitano Lavr, vestido con una casulla azul bordada, y Alexis II, con una casulla verde, le regalaron un icono a Putin.
"Después de décadas de cisma, se puede decir que no hay vencedores. Todo el mundo perdió, los creyentes, la sociedad en general", dijo Vladimir Putin.
Al término de una liturgia común que duró más de tres horas, el metropolitano Lavr y Alexis II comulgaron con el mismo cáliz, signo espiritual de la reunificación de ambas ramas del
cristianismo ortodoxo ruso.
Juntos en el púlpito, los jerarcas dieron luego la comunión a los clérigos de ambas Iglesias.
Hecho excepcional, las puertas reales de la catedral del Cristo Salvador fueron abiertas en el momento de la comunión, algo que sólo sucede una vez al año, durante la Pascua ortodoxa.
Más de 3.000 personas se congregaron en la inmensa catedral, dinamitada por orden de Stalin y reconstruida tras la caída de la Unión Soviética, en los años 90.
Fuente: NA.
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