Da negativo el primer cotejo de ADN de los hermanos Noble Herrera
El cotejo de los perfiles genéticos de los hermanos Felipe y Marcela Noble Herrera con las muestras de dos familias querellantes en la causa en la que se investiga si fueron apropiados durante la dictadura dio ayer negativo y las comparaciones continuarán ahora con otros casos.
Según confirmaron fuentes judiciales, el análisis indicó que los hijos adoptivos de la dueña del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, no pertenecen a las familias Lanoscou-Miranda y Gualdero-García.
Tal como dispuso la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, los estudios continuarán este martes o miércoles con el entrecruzamiento con las muestras de familiares de desaparecidos entre 1975 y 1976.
Para una siguiente etapa, la magistrada dispuso que se compare el ADN de Marcela y Felipe con todas las muestras almacenadas en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y que también se guarden allí para nuevos cruces con futuras familias que dejen su
perfil en busca de recién nacidos apropiados ilegalmente.
La comparación de ADN se llevó a cabo en el BNDG que funciona en el Hospital Durand en presencia de la jueza Arroyo Salgado, la fiscal Rita Molina y peritos de todas las partes, se informó.
Gabriel Cavallo, abogado de Herrera de Noble, sostuvo que es "un resultado positivo" y estimó que los resultados de los cotejos con todo el banco de datos deberían demorar "como máximo 72 horas".
El trámite de este lunes es el primero que se realiza luego de que la Justicia aceptara el pedido de los hermanos Noble Herrera para que les tomaran nuevas muestras de ADN para compararlas con todas las del BNDG, un viejo reclamo de las Abuelas de Plaza de Mayo en el marco de una causa que ya lleva diez años.
Las familias Lanoscou-Miranda se presentó en la causa con la sospecha de que Marcela podría ser Matilde, la beba robada de la casa de sus padres en la localidad bonaerense de Acassuso durante un ataque en el que fueron asesinados ambos, Roberto Lanuscou y Barbara Miranda y sus otros dos hijos chiquitos el 3 de setiembre de 1976.
La directora de Clarín sostuvo que su hija adoptiva fue dejada en una caja en la puerta de su casa en mayo de 1976, poco tiempo antes del ataque a la casa de los Lanoscou.
En el caso de los Gualdero-García se busca a un nieto perdido, un varón nacido luego de que su mamá, María del Carmen Gualdero, fuera secuestrada en la calle el 8 de junio de 1976 a punto de dar a luz.
Tal como dispuso la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, los estudios continuarán este martes o miércoles con el entrecruzamiento con las muestras de familiares de desaparecidos entre 1975 y 1976.
Para una siguiente etapa, la magistrada dispuso que se compare el ADN de Marcela y Felipe con todas las muestras almacenadas en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y que también se guarden allí para nuevos cruces con futuras familias que dejen su
perfil en busca de recién nacidos apropiados ilegalmente.
La comparación de ADN se llevó a cabo en el BNDG que funciona en el Hospital Durand en presencia de la jueza Arroyo Salgado, la fiscal Rita Molina y peritos de todas las partes, se informó.
Gabriel Cavallo, abogado de Herrera de Noble, sostuvo que es "un resultado positivo" y estimó que los resultados de los cotejos con todo el banco de datos deberían demorar "como máximo 72 horas".
El trámite de este lunes es el primero que se realiza luego de que la Justicia aceptara el pedido de los hermanos Noble Herrera para que les tomaran nuevas muestras de ADN para compararlas con todas las del BNDG, un viejo reclamo de las Abuelas de Plaza de Mayo en el marco de una causa que ya lleva diez años.
Las familias Lanoscou-Miranda se presentó en la causa con la sospecha de que Marcela podría ser Matilde, la beba robada de la casa de sus padres en la localidad bonaerense de Acassuso durante un ataque en el que fueron asesinados ambos, Roberto Lanuscou y Barbara Miranda y sus otros dos hijos chiquitos el 3 de setiembre de 1976.
La directora de Clarín sostuvo que su hija adoptiva fue dejada en una caja en la puerta de su casa en mayo de 1976, poco tiempo antes del ataque a la casa de los Lanoscou.
En el caso de los Gualdero-García se busca a un nieto perdido, un varón nacido luego de que su mamá, María del Carmen Gualdero, fuera secuestrada en la calle el 8 de junio de 1976 a punto de dar a luz.
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