Constitución en Malvinas
El Gobierno elevó una protesta formal ante el Reino Unido
El Gobierno expresó ayer su rechazo a la decisión del Reino Unido de establecer una nueva Constitución para las Islas Malvinas y convocó en carácter de "urgente" al máximo representante británico en Buenos Aires para entregarle una nota de "enérgica protesta".
A través de la Cancillería, el Gobierno de la presidenta Cristina Kirchner citó en carácter de "urgente" al Encargado de Negocios de la Embajada británica, Andrew Jackson, quien se encuentra a cargo de la delegación tras la reciente salida del embajador John Hughes.
Paralelamente, el canciller Jorge Taiana aseguró que el único objetivo de la nueva constitución de las Islas Malvinas es "perpetuar una anacrónica situación colonial", por lo que anunció que "denunciará ante la comunidad internacional esta violación de la soberanía argentina y del derecho internacional".
La nota de reclamo oficial afirma que la decisión de Gran Bretaña constituye un "nuevo acto unilateral" y "otro desconocimiento más" de las resoluciones sobre la "Cuestión de las Islas Malvinas" adoptadas desde 1965 por la Asamblea General y el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas.
Tales resoluciones reconocen que existe una disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido y convocan a ambos países a reanudar las negociaciones hasta alcanzar, "a la mayor brevedad posible", una solución "justa, pacífica y duradera de la controversia", teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las islas.
"La nota deja establecido que este acto unilateral británico representa una nueva violación al espíritu de los entendimientos provisorios bajo fórmula de soberanía relativos al área legítimamente ocupada por el Reino Unido, que tienen como propósito contribuir a la creación del ambiente propicio para la reanudación de las negociaciones", informó la Cancillería a través de un comunicado.
El canciller argentino calificó al accionar británico como "una clara muestra del carácter colonial de la relación de la metrópoli con los súbditos de su colonia, por más que el Reino Unido se empeñe en evitar el uso de ese término usando sinónimos menos irritantes en pleno siglo XXI".
La nota entregada al británico Jackson también afirma que este acto de su Gobierno también constituye una "nueva y abierta violación" de la Resolución 31/49 adoptada en 1976 por la Asamblea General de la ONU, que insta a las dos partes en la disputa a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales en la situación mientras las islas están atravesando por el proceso recomendado de negociaciones.
"La pretendida `Constitución´ adoptada por el Gobierno británico refiere al principio de libre determinación de los pueblos, que resulta totalmente ajeno, y en consecuencia inaplicable, a la disputa de soberanía por la soberanía de las islas", señaló la Cancillería.
Y ratificó que "la República Argentina reafirma su soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, los cuales, como afirma la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional, forma parte integrante del territorio nacional".
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