LA SALUD EN CRISIS
El Hospital de Clínicas funciona al 50%: “Se postergan operaciones de pacientes oncológicos”
Trabajadores de la salud realizaron un abrazo al edificio del centro de salud universitario. El director de la institución, Marcelo Melo, explica que el atraso presupuestario es del 240% y el salarial del 50%. “No podemos comprar los insumos básicos”, advierte.
“Sentimos angustia cuando tenemos un paciente con un tumor y no podemos operarlo”, advierte el Jefe de Cirugía del Hospital de Clínicas, Luis Sarotto, en diálogo con Infobae. Por la falta de presupuesto se tienen que postergar cirugías e internaciones necesarias en mucho caso. Este martes, trabajadores de la institución realizaron un abrazo al centro médico universitario para denunciar el desfinanciamiento. “Existe un atraso salarial del 50% y del presupuesto en general para el financiamiento de toda la atención médica que alcanza el 240%. Seguimos trabajando con el presupuesto del 2023″, sostiene Marcelo Melo, Director del Clínicas.
El clima de la marcha
Unas 5.000 personas se congregaron frente a la puerta del centro de salud sobre Córdoba desde las 10 de la mañana de hoy. Los manifestantes cortaron la mitad de la avenida ante la presencia de apenas dos policías que ordenaban el tránsito. Entre los manifestantes, había residentes médicos. Jóvenes que con orgullo llevaban en su pecho el escudo del Clínicas. Candela no quiso dar su apellido. es practicante de la especialidad clínica de segundo año en el hospital. “Lo que aprendo acá es único. Es estar con los mejores médicos. Escucharlos y que ellos nos guíen en el inicio de nuestra profesión”.
Junto a ella, Ignacio residente de dermatología. Todo indica que es una de sus primeras marchas. Vino a estudiar desde Chivilcoy hace 6 años. “Mis viejos hicieron un esfuerzo muy grande para bancarme. Lo mínimo que puedo hacer es estar acá para que no colapse la educación pública. Si, además, del alquiler me tenían que bancar una universidad no hubiera podido estudiar”, cuenta mientras muestra un cartel hecho a mano que dice “¿Por qué tanto miedo a educar al pueblo?”.
Melo, en tanto, da cifras de lo que significa el Clínicas para toda la sociedad. “Es un hospital universitario que cumple funciones de docencia, asistencial de las personas que no tienen cobertura médica y formadores de médicos - explica el director desde las escalinatas del centro médico-. Aquí funcionan 39 residencias. Se forman doctores, bioquímicos, kinesiólogos y enfermeros que luego van a trabajar y enriquecer el sistema privado”.
La baja presupuestaria hizo que bajaran los tratamientos. “Compramos menos anestesia, por lo que se realizan menos operaciones. Además, bajaron las internaciones y los tratamientos. Eso implica que los estudiantes tienen menos chance de aprender y de formarse - indica Melo-. El pedido de presupuesto no es solo algo coyuntural de este año. Es, también, pensando en el futuro. En generaciones que no se van a educar de la forma adecuada como profesionales de la salud”.
Médicos bajo la línea de la pobreza
El otro problema que originó la protesta es la reducción salarial. En la actualidad, hay médicos del Clínicas que ganan un ingreso por debajo de la línea de pobreza. La categoría 7 es de 870.000 pesos. Allí, hay médicos, bioquímicos y enfermeros. La Canasta Básica Total para una familia tipo es de 929.000 pesos. Es lo que debe ganar para no ser pobres.
Melo sostiene que hoy el Clínicas funciona al 50% de su capacidad. “Lo que nos pasa es que internamos a un paciente para asistirlo pero no podemos tratarlo porque, por ejemplo, no tenemos la medicación precisa que necesita”, explica Melo.
El profesional pone como ejemplo la pandemia y el trabajo de la institución en ese momento. “Los respiradores que fueron tan necesarios en el 2020 son sólo un mueble. Necesitás personas capacitadas que sepan intubar para poder convertir el aparato en algo útil”, explica el médico. Ese año, el hospital universitario amplió su capacidad hasta 82 camas de terapia intensiva para poder atender la demanda generada por el covid-19.
Sarotto lleva 35 años como médico del hospital. Toda su vida profesional la pasó entre esas paredes. “Se tiene que entender que tener un hospital universitario de estas características no es un lujo que se da un país. Es una necesidad tanto para el presente, como para el futuro”, sostiene.