El Padre Pepe dijo que el sacerdote tucumano que apareció muerto fue “víctima de la mafia”
“Más allá de la autopsia y de las distintas opiniones, nosotros sabemos que las mafias son mafias.
Y las mafias pueden matar o pueden muchas veces acorralar, estar sometiendo mentalmente a través de presiones a cualquier persona, lo hemos comprobado en muchos casos”, dijo el presbítero José María “Pepe” Di Paola, coordinador de la Comisión Nacional de la Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, en relación con la muerte del sacerdote Juan Viroche, quien apareció ahorcado el miércoles 5 en una parroquia tucumana tras denunciar el avance del narcotráfico en esa provincia y recibir amenazas.
El Padre Pepe consideró que el presbítero Juan Viroche, “fue víctima de la mafia”.
“Lo que pensamos es que, revele lo que revele la autopsia, nosotros estamos al lado de Juan, al lado de su testimonio de vida, al lado de los curas, religiosos y laicos que están trabajando comprometidos por un mundo mejor en la Argentina”, sostuvo.
Los restos del presbítero Juan Viroche, quien fue hallado ahorcado en la parroquia del Ingenio La Florida, fueron velados el jueves en la capilla Nuestra Señora del Carmen, de la localidad tucumana de Posse, donde el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, presidió la misa de exequias.
Entre lágrimas y expresiones de pesar, cientos de personas dieron el último adiós al sacerdote que había denunciado el avance del narcotráfico en el interior tucumano y había dicho que fue amenazado de muerte. Al finalizar, una caravana acompañó el cortejo que trasladó los restos del sacerdote hasta el Cementerio de Cevil Pozo, para su inhumación.
El presbítero Juan Heraldo Viroche (46 años), quien en los últimos años denunció a bandas que vendían drogas y el avance del narcotráfico, fue encontrado sin vida en su dormitorio, donde se hallaron sus pertenencias desparramadas por el piso. Vecinos aseguraron que el cura manifestó su preocupación por amenazas recibidas recientemente. Y el arzobispado de Tucumán reclamó el pronto esclarecimiento del hecho.
La Justicia ordenó que el cuerpo del padre Viroche sea sometido a una autopsia para establecer la causa de su deceso.
En noviembre de 2015, el padre Viroche celebró una misa al aire libre para pedir por un pueblo sin drogas ni robos, en la localidad y comuna rural de Delfín Gallo, ubicada a diez kilómetros de la capital tucumana.
A raíz de los robos reiterados que sufrió el año pasado, el sacerdote resolvió enrejar la iglesia, y responsabilizó por los hechos delictivos al avance del narcotráfico que “corrompe” a adolescentes y jóvenes de la zona.
“El padre Juan fue encontrado muerto en circunstancias que se están investigando. La Justicia está actuando y ha ordenado la autopsia a fin de determinar con claridad las causas de su muerte”, precisó en un comunicado el arzobispado de Tucumán.
“Esperamos un pronto esclarecimiento del hecho y confiamos en la acción de la Justicia con la que, desde luego, colaboraremos en todo lo que dependa de nosotros”, se agregó.
De esta forma, el arzobispado de Tucumán manifestó que acompaña a la familia del sacerdote y a los fieles de la parroquia en “su dolor por la pérdida de su pastor” y encomendó al padre Viroche “a la misericordia de Dios, para que el Señor lo reciba en el cielo”.
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