En Argentina hay 2,8 millones de personas discapacitadas
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se conmemoró ayer con recitales, marchas y paseos en toda la Argentina, país donde las organizaciones que pelean por sus derechos aún reclaman para poner fin a los obstáculos que padecen 2,8 millones personas en esa condición.
La fecha fue establecida en 1992 por las Naciones Unidas y en Argentina, donde según cifras del INDEC sólo el 19 por ciento de los discapacitados acceden al certificado que les permite obtener los beneficios del sistema, más de 300 entidades realizaron diversos actos.
De acuerdo con las cifras que manejan las ONG, sólo un 25 por ciento de los discapacitados acceden a un empleo en el país, y muchos que utilizan sillas de ruedas tienen grandes dificultades en medios de transporte, cajeros automáticos y muchos otros lugares públicos y privados.
Bajo el lema "Hagamos posible una Argentina para todos", el Foro Pro, presidido por el padre Pablo Molero, convocó en el casco histórico porteño a un acto para reclamar por una legíslación que contemple todos los casos de discapacidad.
En la Plaza de Mayo se hicieron presentes Claudio Morgado, Yamila Cafrune e Irupé Tarragó Ros, entre otros artistas, junto a murgas, grupos de danza folklórica y contemporánea, coros y músicos.
En otro evento, organizado por el INADI en la peatonal de Diagonal Norte, entre Libertad y Cerrito, se llevó a cabo una exposición de actividades, deportes, juegos integradores, taekwondo, ajedrez, fútbol y una radio abierta.
En Parque Centenario, unas 30 personas con discapacidad mental y bajos recursos realizaron actividades al aire libre, coordinadas por el Grupo Ory.
Mientras tanto, en el zoológico porteño se realizó una visita guiada para no videntes, donde participaron trabajadores del lugar con los ojos vendados.
Por su parte, el sindicato de la AFIP, propuso la creación del Paritario de Discapacidad, un espacio que busca definir temas de integración, desarrollo e igualdad de condiciones y oportunidades a los compañeros de su gremio y sus familiares.
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