ECONOMÍA
Endeudadas, las pymes industriales temen no poder resistir a la crisis
El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, señaló que cuatro de cada diez fábricas nacionales se encuentran endeudadas, producto de la crisis de producción y la caída de las ventas, lo que puso en duda la posibilidad de las empresas de superar la retracción de la economía.
La preocupación se agrava debido a que el 70% de las Pymes manufactureras pronosticó la continuidad del escenario recesivo en las ventas, lo que empujará a casi un tercio de los empleadores a realizar nuevos despidos en sus planteles de trabajadores.
Los datos fueron arrojados por la nueva encuesta trimestral que realizó IPA entre sus asociados de todo el país, en donde el 43,3% de las Pymes industriales señalaron que la situación de sus empresas empeorará durante los próximos seis meses; mientras que el 26,9% pronosticó la continuidad del actual escenario recesivo. Sólo el 29,8% de las fábricas consultadas esperan mejorar la actividad en lo que queda del 2024.
“La caída de las ventas por la recesión que atraviesa el país generó que las Pymes debieran incurrir en deudas para poder sobrevivir a la crisis. En la mayoría de los casos, los atrasos en los pagos están vinculados con el Estado nacional, provincial o municipal, aunque también existe peligro de ruptura en la cadena de pagos de proveedores; como, también, se incrementó la toma de créditos para sostener a las fábricas abiertas”, aseguró Rosato.
Según la encuesta, en el próximo semestre el 51,9% de las Pymes mantendrán su staff de trabajadores, a pesar de los inconvenientes pronosticados. Y si bien existe un 17,3% de fábricas que tienen planificada la incorporación de empleados, casi un 31% de las empresas consultadas admitieron que recortarán su plantilla de colaboradores en el futuro inmediato.
Entre las Pymes consultadas, un 42,3% dijo tener el peso de algún tipo de deuda vinculada con la actividad productiva. Y si bien el grueso de las empresas mantiene la capacidad de absorción de los pasivos, un 11,5% sostuvo que ya enfrenta juicios por los atrasos en las obligaciones, tanto impositivas, como de la cadena de pagos.
“Estamos ante un escenario de quiebre, en donde la recuperación en V, que anticipaban algunos funcionarios y analistas, no se está produciendo. El problema es que muchas empresas se endeudaron a la espera de una recuperación, pero cualquier mejora en las ventas que se pueda vislumbrar en algunos sectores durante los próximos meses, no alcanza para compensar la depresión que se produjo durante el primer semestre del año”, se lamentó Rosato.
Una de las preocupaciones centrales es el efecto del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que el Congreso sancionó dentro del paquete de la ley de Bases, debido a que su reglamentación “no garantizó una integración nacional en insumos y bienes de capital argentinos, que empuje a la producción nacional”, se lamentó Rosato.
Consultadas sobre qué efecto consideran que tendrá el RIGI en la situación de las Pymes, el 43,3% consideró que no cambiará la situación actual; pero el 38,5% de las encuestadas aseguró que “empeorará” la situación de las empresas. Sólo un 18,3% se mostró confiada en que las inversiones a través del nuevo sistema les mejorará la producción.
“Queda claro que las empresas que no tienen vinculación directa con las inversiones que lleguen a través del RIGI, que afectará especialmente a los sectores de la energía y la minería, tampoco esperan que el impacto derrame sobre mejoras de la actividad en general. El problema se agrava en las fábricas que integran la cadena de proveedores, porque temen que las condiciones de la nueva ley hagan optar a los inversores por comprar maquinaria e insumos del exterior, lo que significará, además, la importación de mano de obra”, se quejó Rosato.
Pensando en 2025, el 58,6% de las Pymes pronosticó que el escenario empeorará (39,4%) o que, en el mejor de los casos, se mantendrá igual a la recesión actual (19,2%). Sin embargo, el 41,3% restante se mostró optimista y respondió que la producción de las fábricas manufactureras mejorará.