Israel señaló que Nisman “pagó con su vida el intento de llegar a la verdad
El Gobierno de Israel reclamó ayer a la Argentina continuar la investigación del atentado a la embajada de su país en Buenos Aires, perpetrado hace 23 años, y señaló que el fiscal Alberto Nisman, quien investigaba al ataque terrorista a la sede de la AMIA, “pagó con su vida el intento de llegar a la verdad”.
“Muy lamentablemente ocurrió una nueva tragedia en Buenos Aires con la muerte del fiscal Alberto Nisman, bendita sea su memoria, que pagó con su vida el intento de llegar a la verdad”, dijo el ministro de Agricultura de ese país, Yair Shamir, uno de los oradores del acto oficial por el aniversario número 23 del atentado a la Embajada de Israel.
“Argentina e Israel son víctimas del terror movilizado por un odio ilimitado. Estos crímenes deben ser investigados sin descanso hasta llegar a sus despreciables perpetradores a los tribunales para que se haga justicia”, insistió el funcionario del gobierno de Benjamín Netanyahu, en relación a los atentados a la Embajada de Israel (17 de marzo de 1992) y a la AMIA (18 de julio de 1994).
Como es habitual cada año, el acto de conmemoración del atentado a la embajada de Israel empezó con el tradicional sonido de las sirenas, a las 14.45, hora en la que una camioneta Ford F-100 conducida por un suicida chocó contra la sede diplomática.
Del acto participaron, por el Gobierno nacional, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro de Justicia, Julio Alak, quienes sufrieron abucheos cuando fueron mencionados por el locutor, mientras que por la oposición estuvo el senador Ernesto Sanz (UCR); por el gobierno de la Ciudad, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Cultura, Hernán Lombardi; y por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, el presidente del Instituto de Cultura, Jorge Telerman.
Después de Shamir, la embajadora israelí en Buenos Aires, Dorit Shavit, señaló que “el Estado de Israel asigna suma importancia a la continuación de la investigación del atentado” a la sede diplomática “hasta las últimas consecuencias, hasta someter a juicio a los perpetradores”.
“Se trata no sólo de enviar un claro mensaje a los propios involucrados en actividades terroristas, de que las ruedas de la Justicia no dejarán de girar hasta que reciban su merecido castigo, sino quizás principalmente para llevar la largamente esperada paz interior a las familias dolientes y a los sobrevivientes”, dijo la diplomática israelí.
Shavit formuló estas declaraciones a veinte días de que el juez Ricardo Lorezetti, presidente de la Corte Suprema de Justicia —a cargo de la causa del atentado de 1992, debido a que se trató de un ataque a una embajada— indicara que la investigación es “cosa juzgada”, lo que fue cuestionado por funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner.
“El Estado de Israel confía en las autoridades argentinas en el cumplimiento de su deber jurídico y moral de continuar la investigación del atentado”, afirmó la embajadora y resaltó que el gobierno de su país “también asigna importancia a la resolución de la investigación del atentado a la comunidad judía AMIA, cuyo fiscal lamentablemente murió trágicamente este año sin llegar a culminar la investigación”.
“La importancia asignada se debe no sólo a la preocupación de Israel por las comunidades judías en el mundo, sino también a la esperanza de que la investigación del atentado a la AMIA arroje luz sobre la investigación del atentado a la Embajada de Israel”, subrayó Shavit.
Antes de que hablaran Shamir y Shavit pronunció un discurso el sobreviviente del atentado Jorge Salvador Cohen, quien expresó que “la impunidad se ha vuelto un sordo dolor, una herida profunda que late y reclama por la justicia”.
“Todavía esperamos saber quiénes fueron los responsables materiales y políticos, quiénes fueron los que decidieron hacer estallar esta casona, aquí, sin importarles la muerte de los otros”, dijo Cohen, en la esquina de Arroyo y Esmeralda, en el barrio porteño de Retiro.
“Argentina e Israel son víctimas del terror movilizado por un odio ilimitado. Estos crímenes deben ser investigados sin descanso hasta llegar a sus despreciables perpetradores a los tribunales para que se haga justicia”, insistió el funcionario del gobierno de Benjamín Netanyahu, en relación a los atentados a la Embajada de Israel (17 de marzo de 1992) y a la AMIA (18 de julio de 1994).
Como es habitual cada año, el acto de conmemoración del atentado a la embajada de Israel empezó con el tradicional sonido de las sirenas, a las 14.45, hora en la que una camioneta Ford F-100 conducida por un suicida chocó contra la sede diplomática.
Del acto participaron, por el Gobierno nacional, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro de Justicia, Julio Alak, quienes sufrieron abucheos cuando fueron mencionados por el locutor, mientras que por la oposición estuvo el senador Ernesto Sanz (UCR); por el gobierno de la Ciudad, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Cultura, Hernán Lombardi; y por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, el presidente del Instituto de Cultura, Jorge Telerman.
Después de Shamir, la embajadora israelí en Buenos Aires, Dorit Shavit, señaló que “el Estado de Israel asigna suma importancia a la continuación de la investigación del atentado” a la sede diplomática “hasta las últimas consecuencias, hasta someter a juicio a los perpetradores”.
“Se trata no sólo de enviar un claro mensaje a los propios involucrados en actividades terroristas, de que las ruedas de la Justicia no dejarán de girar hasta que reciban su merecido castigo, sino quizás principalmente para llevar la largamente esperada paz interior a las familias dolientes y a los sobrevivientes”, dijo la diplomática israelí.
Shavit formuló estas declaraciones a veinte días de que el juez Ricardo Lorezetti, presidente de la Corte Suprema de Justicia —a cargo de la causa del atentado de 1992, debido a que se trató de un ataque a una embajada— indicara que la investigación es “cosa juzgada”, lo que fue cuestionado por funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner.
“El Estado de Israel confía en las autoridades argentinas en el cumplimiento de su deber jurídico y moral de continuar la investigación del atentado”, afirmó la embajadora y resaltó que el gobierno de su país “también asigna importancia a la resolución de la investigación del atentado a la comunidad judía AMIA, cuyo fiscal lamentablemente murió trágicamente este año sin llegar a culminar la investigación”.
“La importancia asignada se debe no sólo a la preocupación de Israel por las comunidades judías en el mundo, sino también a la esperanza de que la investigación del atentado a la AMIA arroje luz sobre la investigación del atentado a la Embajada de Israel”, subrayó Shavit.
Antes de que hablaran Shamir y Shavit pronunció un discurso el sobreviviente del atentado Jorge Salvador Cohen, quien expresó que “la impunidad se ha vuelto un sordo dolor, una herida profunda que late y reclama por la justicia”.
“Todavía esperamos saber quiénes fueron los responsables materiales y políticos, quiénes fueron los que decidieron hacer estallar esta casona, aquí, sin importarles la muerte de los otros”, dijo Cohen, en la esquina de Arroyo y Esmeralda, en el barrio porteño de Retiro.
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