La miel ante su hora más crítica
La sequía y la falta de políticas específicas podrían llevar a que la Argentina pierda el primer lugar en el comercio mundial de miel, que ocupa desde hace años. Entre enero y octubre se exportaron 45.964 toneladas.
Entre enero y octubre de 2009, las exportaciones locales de miel cayeron un 21%, pese a que el valor de los productos enviados creció 8%, con 45.964 toneladas despachadas a u$s 2.739 cada una. También según los datos del Senasa en igual lapso de 2008, se habían despachado 58.392 toneladas, por u$s 2.542 cada una.
En rigor, la cuesta abajo viene desde 2005, el año en que más volumen despachó el país: 105.940 toneladas. Al año siguiente fueron 99.208, en 2007 80.437, y el año pasado totalizaron 69.086 toneladas.
Según Sebastián Muñoz, coordinador de la Comisión Apícola de la Federación Agraria Argentina, en la debacle influyen varios factores. Es que la sequía llegó en un contexto de enorme merma de rendimientos, debido a que la apicultura va de la mano de la ganadería (las abejas se alimentan de las flores de los yuyitos de la ganadería pastoril), pero la hacienda se corre cada vez más hacia el Norte, desplazada por la soja y el glifosato.
Sin polen, las abejas producen menos miel, que es su alimento, y se requiere suplementar, lo cual reduce la calidad. "Hoy la actividad es inviable: tenemos rindes de 15 a 20 kilos, con 17 a 18 kilos de costo. Calculamos, porque estadísticas oficiales no hay, que unos 7.000 productores de miel (alrededor del 20% de los inscriptos en el Renapa) dejaron la actividad, y las colmenas se perdieron", dijo Muñoz.
Para peor, por un temor impositivo, la gran mayoría de los apicultores no se inscribe en el Renapa. Muñoz calcula que, en total, debe haber unos 90.000 apicultores en el país (tres veces los blanqueados), y eso, junto a la desaparición de estadísticas oficiales desde el conflicto con el campo, no ayuda al diagnóstico ni a la solución. "En Santa Fe, cuando se decretó emergencia, aparecían para cobrar por todos lados, todos tenían colmenas", criticó.
Encima, el cambio de status de la cartera agrícola de Secretaría a Ministerio dejó al sector sin interlocutores para discutir el plan estratégico, que se financia con el 50% de las retenciones a las exportaciones (de 5% para la miel fraccionada y 10% para el producto a granel, como se va la inmensa mayoría). "Los $ 22 millones para el plan estratégico están supuestamente en el banco, pero el ámbito apícola no está más bajo la Dirección de Alimentos. El sector no tiene representación en el Ministerio, no sabemos con quién hablar".
Para el especialista, se podría generar, por ejemplo, algún proyecto oficial para fraccionar, y así aumentar el valor agregado, como también ayudar a los más chicos, que no tienen capital como para mudar las colme nas hacia el Norte con las vacas.
Este contenido no está abierto a comentarios