La oposición se retiró del recinto en contra de Boudou
Los senadores de la oposición se retiraron ayer de la sesión en la Cámara Alta a modo de protesta contra la presencia del vicepresidente Amado Boudou en el recinto, tras criticarlo con duros términos y exigirle que “dé un paso al costado”.
Para dar inicio a la sesión convocada con el fin de escuchar el informe de gestión del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, el oficialismo debió reunir el quórum en soledad, dado que la oposición se negó a bajar tras conocer que Boudou finalmente presidiría el debate.
Se suponía que la sesión sería encabezada por el presidente provisional del Senado, el santiagueño Gerardo Zamora, a raíz del viaje de Boudou a Colombia para participar de la asunción del presidente Juan Manuel Santos, aunque con el aval de la Casa Rosada el Vicepresidente resolvió demorar su partida para enfrentar la situación en el recinto.
Una vez que el bloque que preside Miguel Ángel Pichetto logró el quórum, los opositores se sentaron en sus bancas y el primero en tomar la palabra fue el jefe radical, Gerardo Morales, quien anunció la presentación de un proyecto para suspender a Boudou en su funciones como titular del Senado mientras dure su procesamiento en la causa Ciccone.
El senador le espetó que “su situación afecta el funcionamiento no sólo del Senado de la Nación, sino cuando nos representa en el exterior, porque no sólo representa al Frente para la Victoria, representa a la Argentina”.
Y agregó: “Mientras usted está procesado, anda de joda con la Mancha de Rolando. Nos da vergüenza esta situación y yo no sé qué le pasa a usted, pero está visto que no siente ninguna vergüenza”.
Por su parte, el jefe del interbloque FAP-UNEN, Rubén Giustiniani, le pidió a Boudou “un gesto, un paso al costado, hasta tanto el juez (Ariel) Lijo determine su culpabilidad o su inocencia”.
Giustiniani afirmó que “su presencia obstruye el normal funcionamiento de la Justicia” y puso como ejemplo la renuncia del procurador general Esteban Righi cuando Boudou lo cuestionó, en los días en que el caso Ciccone empezaba a salir a la luz.
Tras las críticas, la oposición comenzó a retirarse del recinto, justo cuando el oficialista Pablo González tomaba la posta para defender a Boudou y les gritó: “Cuando llegan situaciones que no les gustan se van. Estamos acostumbrados a que se vayan, como en 2001 se fueron en helicóptero”.
También salió en defensa de Boudou el neuquino Marcelo Fuentes, quien habló de una “campaña mediática amparada por sectores del Poder Judicial”, en contra del vicepresidente.
Por último tomó la palabra Pichetto, quien nuevamente ensayó una defensa menos efusiva que la de otros miembros de su bloque y aseguró que la bancada del Frente para la Victoria “tenía la postura de votar contra el proyecto” anunciado por Morales.
“Lamento profundamente que en momentos en que la Presidenta libra una batalla importante por hacer valer la reestructuración exitosa de la deuda, se haya retirado la oposición. Creíamos que el Senado iba a dar el debate sobre ese tema”, cerró Pichetto.
Se suponía que la sesión sería encabezada por el presidente provisional del Senado, el santiagueño Gerardo Zamora, a raíz del viaje de Boudou a Colombia para participar de la asunción del presidente Juan Manuel Santos, aunque con el aval de la Casa Rosada el Vicepresidente resolvió demorar su partida para enfrentar la situación en el recinto.
Una vez que el bloque que preside Miguel Ángel Pichetto logró el quórum, los opositores se sentaron en sus bancas y el primero en tomar la palabra fue el jefe radical, Gerardo Morales, quien anunció la presentación de un proyecto para suspender a Boudou en su funciones como titular del Senado mientras dure su procesamiento en la causa Ciccone.
El senador le espetó que “su situación afecta el funcionamiento no sólo del Senado de la Nación, sino cuando nos representa en el exterior, porque no sólo representa al Frente para la Victoria, representa a la Argentina”.
Y agregó: “Mientras usted está procesado, anda de joda con la Mancha de Rolando. Nos da vergüenza esta situación y yo no sé qué le pasa a usted, pero está visto que no siente ninguna vergüenza”.
Por su parte, el jefe del interbloque FAP-UNEN, Rubén Giustiniani, le pidió a Boudou “un gesto, un paso al costado, hasta tanto el juez (Ariel) Lijo determine su culpabilidad o su inocencia”.
Giustiniani afirmó que “su presencia obstruye el normal funcionamiento de la Justicia” y puso como ejemplo la renuncia del procurador general Esteban Righi cuando Boudou lo cuestionó, en los días en que el caso Ciccone empezaba a salir a la luz.
Tras las críticas, la oposición comenzó a retirarse del recinto, justo cuando el oficialista Pablo González tomaba la posta para defender a Boudou y les gritó: “Cuando llegan situaciones que no les gustan se van. Estamos acostumbrados a que se vayan, como en 2001 se fueron en helicóptero”.
También salió en defensa de Boudou el neuquino Marcelo Fuentes, quien habló de una “campaña mediática amparada por sectores del Poder Judicial”, en contra del vicepresidente.
Por último tomó la palabra Pichetto, quien nuevamente ensayó una defensa menos efusiva que la de otros miembros de su bloque y aseguró que la bancada del Frente para la Victoria “tenía la postura de votar contra el proyecto” anunciado por Morales.
“Lamento profundamente que en momentos en que la Presidenta libra una batalla importante por hacer valer la reestructuración exitosa de la deuda, se haya retirado la oposición. Creíamos que el Senado iba a dar el debate sobre ese tema”, cerró Pichetto.
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