Sol - Accidente
La tragedia, sus víctimas y las historias que duelen
El accidente aéreo ocurrido con un avión de la empresa Sol en la Patagonia argentina tuvo 22 víctimas fatales, y detrás de cada una de ellas historias diferentes, como la de un hombre que iba a casarse en octubre próximo, un piloto que estaba haciendo un reemplazo o el padre de un joven brutalmente asesinado dos años atrás.
Las siguientes son algunas de las historias que tienen por protagonistas a pasajeros y tripulantes del fatídico vuelo:
-Una joven mamá decidió viajar en el avión para cuidar la salud de su bebé y no exponerlo a un viaje terrestre
Entre las víctimas fatales que dejó el accidente aéreo se encuentran Carina Mancilla, de 20 años, y su bebé Santiago
Sloper, de apenas 10 meses de edad, cuyos familiares los esperaban en Comodoro Rivadavia.
Según indicaron los allegados, la joven planeaba regresar desde Neuquén por vía terrestre, pero decidió abordar el fatídico vuelo porque el pequeño bebé sufría de broncoespamos y prefería no exponerlo a riesgos en el traslado.
-"Mayday, mayday", el desesperado pedido de auxilio del piloto que no llegó a destino
Guillermo Della Rodolfa, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Aéreas, indicó que una nave en la que viajaba de San Fernando, en la provincia de Buenos Aires, a Comodoro Rivadavia, escuchó "por la frecuencia del avión el pedido de auxilio" de la aeronave de la línea Sol siniestrada en Prahuaniyeu.
"Lamentablemente escuchamos el mayday-mayday, llamado que no fue recibido por Comodoro Rivadavia, porque el avión (de Sol) volaba bajo y como el sistema de comunicaciones es obsoleto no fue escuchado", explicó Della Rodolfa.
En los códigos internacionales de aviación, el término "mayday" significa un pedido de auxilio o ayuda.
- Una de las víctimas del accidente se iba a casar en octubre próximo
Los padres de Gustavo Basaldúa indicaron que el gerente bancario tenía planeado casarse el 7 de octubre próximo con su novia, y para tal fin "ya había alquilado el salón y comprado los souvenirs".
Al momento del accidente, Basaldúa iba a una reunión de trabajo en Comodoro Rivadavia, y en junio tenía pensado volver a Buenos Aires para llevar a sus padres a conocer a la familia de su novia, que residen en Gualeguay.
-El copiloto fallecido estaba reemplazando a un compañero: se había ofrecido para cubrirlo
El copiloto Adriano Bolatti, una de las víctimas de la tragedia aérea en Río Negro, estaba reemplazando a un compañero en el vuelo de la empresa Sol.
"Él no tenía que volar. Un compañero le dijo que se sentía mal y él se ofreció a cubrirlo", relató Marcelo Díaz, amigo de Bolatti. El copiloto era padre de dos hijos de 8 y 5 años y recientemente se había divorciado. Una vez conocida la tragedia,
el padre de Bolatti sufrió un infarto. En tanto, el piloto Juan Raffo tenía 45 años, era oriundo de Córdoba, tenía cuatro hijos y había trabajado antes en Southern Winds y en Prefectura Naval.
-La familia Musacchio, víctima de la tragedia por partida doble en pocos años
Una de las personas fallecidas en el accidente fue el geólogo Eduardo Musacchio, quien era padre de Sebastián, un joven asesinado en 2009, en Catamarca.
El hijo del geólogo fue decapitado y calcinado, cuando recorría las ruinas El Shincal, a tres kilómetros de la ciudad de Londres, en la provincia norteña, y por el hecho fueron condenados a prisión perpetua dos personas.
-Una pasajera se salvó de morir porque se bajó del avión en Mendoza
Una mujer logró salvar su vida de milagro, dado que viajaba en el avión de la empresa Sol que se accidentó pero se bajó en la escala de Mendoza, y aclaró que hasta ese momento el viaje había sido "normal".
"El vuelo fue normal, con la tripulación tranquila", señaló Daniela Piana, quien viajó desde Córdoba hasta Mendoza en el avión de la tragedia, y agregó: "volví a vivir".
-Uno de los fallecidos trabajaba con el empresario Cristóbal López
El ingeniero Juan Carlos Begovic, una de las víctimas del fatal accidente aéreo, era colaborador directo del empresario Cristóbal López.
Según se pudo determinar en la actualidad realizaba tareas de asesoramiento a la empresa Clear, que tiene a su cargo el servicio de recolección de residuos en Comodoro Rivadavia.
-Una joven mamá decidió viajar en el avión para cuidar la salud de su bebé y no exponerlo a un viaje terrestre
Entre las víctimas fatales que dejó el accidente aéreo se encuentran Carina Mancilla, de 20 años, y su bebé Santiago
Sloper, de apenas 10 meses de edad, cuyos familiares los esperaban en Comodoro Rivadavia.
Según indicaron los allegados, la joven planeaba regresar desde Neuquén por vía terrestre, pero decidió abordar el fatídico vuelo porque el pequeño bebé sufría de broncoespamos y prefería no exponerlo a riesgos en el traslado.
-"Mayday, mayday", el desesperado pedido de auxilio del piloto que no llegó a destino
Guillermo Della Rodolfa, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Aéreas, indicó que una nave en la que viajaba de San Fernando, en la provincia de Buenos Aires, a Comodoro Rivadavia, escuchó "por la frecuencia del avión el pedido de auxilio" de la aeronave de la línea Sol siniestrada en Prahuaniyeu.
"Lamentablemente escuchamos el mayday-mayday, llamado que no fue recibido por Comodoro Rivadavia, porque el avión (de Sol) volaba bajo y como el sistema de comunicaciones es obsoleto no fue escuchado", explicó Della Rodolfa.
En los códigos internacionales de aviación, el término "mayday" significa un pedido de auxilio o ayuda.
- Una de las víctimas del accidente se iba a casar en octubre próximo
Los padres de Gustavo Basaldúa indicaron que el gerente bancario tenía planeado casarse el 7 de octubre próximo con su novia, y para tal fin "ya había alquilado el salón y comprado los souvenirs".
Al momento del accidente, Basaldúa iba a una reunión de trabajo en Comodoro Rivadavia, y en junio tenía pensado volver a Buenos Aires para llevar a sus padres a conocer a la familia de su novia, que residen en Gualeguay.
-El copiloto fallecido estaba reemplazando a un compañero: se había ofrecido para cubrirlo
El copiloto Adriano Bolatti, una de las víctimas de la tragedia aérea en Río Negro, estaba reemplazando a un compañero en el vuelo de la empresa Sol.
"Él no tenía que volar. Un compañero le dijo que se sentía mal y él se ofreció a cubrirlo", relató Marcelo Díaz, amigo de Bolatti. El copiloto era padre de dos hijos de 8 y 5 años y recientemente se había divorciado. Una vez conocida la tragedia,
el padre de Bolatti sufrió un infarto. En tanto, el piloto Juan Raffo tenía 45 años, era oriundo de Córdoba, tenía cuatro hijos y había trabajado antes en Southern Winds y en Prefectura Naval.
-La familia Musacchio, víctima de la tragedia por partida doble en pocos años
Una de las personas fallecidas en el accidente fue el geólogo Eduardo Musacchio, quien era padre de Sebastián, un joven asesinado en 2009, en Catamarca.
El hijo del geólogo fue decapitado y calcinado, cuando recorría las ruinas El Shincal, a tres kilómetros de la ciudad de Londres, en la provincia norteña, y por el hecho fueron condenados a prisión perpetua dos personas.
-Una pasajera se salvó de morir porque se bajó del avión en Mendoza
Una mujer logró salvar su vida de milagro, dado que viajaba en el avión de la empresa Sol que se accidentó pero se bajó en la escala de Mendoza, y aclaró que hasta ese momento el viaje había sido "normal".
"El vuelo fue normal, con la tripulación tranquila", señaló Daniela Piana, quien viajó desde Córdoba hasta Mendoza en el avión de la tragedia, y agregó: "volví a vivir".
-Uno de los fallecidos trabajaba con el empresario Cristóbal López
El ingeniero Juan Carlos Begovic, una de las víctimas del fatal accidente aéreo, era colaborador directo del empresario Cristóbal López.
Según se pudo determinar en la actualidad realizaba tareas de asesoramiento a la empresa Clear, que tiene a su cargo el servicio de recolección de residuos en Comodoro Rivadavia.
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