Las claves del acercamiento entre Macri y Cristina Kirchner
La apetencia de puestos clave por un lado y la pretensión de mejorar la gestión por el otro, son los motores que llevan a un acercamiento entre el kirchnerismo y el Gobierno de Mauricio Macri, dos administraciones que, según se prevé, cohabitarán cuatro años más.
Macri ya nombró un interlocutor para avanzar en la tarea, su futuro ministro de Gobierno, Emilio Monzó, mientras que del lado kirchnerista Amado Boudou ya comenzó a ejercer influencia para tomar el control de las negociaciones.
Pese a que ambos negaron haber hablado, se conocen desde hace años y de hecho un estrecho colaborador de Boudou, Juan Ignacio "Juanchi" Zabaleta, comenzó a conducir las conversaciones con el PRO por una veintena de puestos apetecidos por el kirchnerismo.
Este desembarco generó algunas rispideces con la agrupación La Cámpora, cuyos hombres fuertes en la Ciudad son Juan Cabandié y Andrés Larroque, al punto que no fueron a una cena organizada por Boudou, aunque ambos estuvieron recomponiendo relaciones en el Ministerio de Economía el miércoles pasado.
El diálogo se reactivó tras las elecciones porteñas de julio y podría derivar en que ambas fuerzas acuerden repartirse la mayoría de los cargos en la Auditoría General, o que el kirchnerismo se adueñe de plaza destinadas a la oposición del Banco Ciudad o el
Consejo de la Magistratura.
Por su lado el PRO pretende avanzar con la aprobación del presupuesto 2012, que conllevará un aumento del ABL y la aprobación de un nuevo bono de deuda 500 millones de dólares, que en buena parte será destinado a la obra pública.
La composición de aquellos organismos se define en algunos casos, como en el de la Auditoría General, de acuerdo a la proporcionalidad de fuerzas políticas que conviven en la Legislatura porteña, mientras que el resto dependen de los acuerdos a los que arriben el oficialismo y el arco opositor.
Fuentes de la Legislatura porteña consultadas por Noticias Argentinas señalaron que la definición sobre esas plazas se llevará a cabo entre fines de octubre y mediados de noviembre, aunque admitieron que ya hay conversaciones al respecto.
Las expectativas por el reparto de cargos comenzaron a hacerse sentir en la última sesión de la Legislatura, donde se aprobó la creación del Régimen de Promoción y Estímulo para el Tendido de Ductos de Fibra Óptica y de un Polo Audiovisual, medidas que venían siendo resistida por la oposición y que contaron con el visto bueno del bloque K.
De hecho, el líder de Proyecto Sur (que votó contra), Fernando "Pino" Solanas, afirmó que "el macrismo y el kirchnerismo siguen votando juntos leyes cuando hay negocios que perjudican a los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires".
El principal objetivo del PRO y del kirchnerismo es la Auditoría General, actualmente, integrada por los kirchneristas Sandra Bergenfeld (presidenta) Josefina Prada y Adriano Jaichenco); los macristas Santiago De Estrada, Juan Carlos Toso y Alejandro Fernández y una auditora de la Coalición Cívica, Paula Oliveto Lago.
Debido a su condición de primera minoría en la Legislatura, el PRO da por descontado que retendrá sus tres lugares en el organismo, pero ve con desconfianza la posibilidad de que Proyecto Sur, como segunda minoría, pueda ingresar con dos o tres auditores.
Pese a que ambos negaron haber hablado, se conocen desde hace años y de hecho un estrecho colaborador de Boudou, Juan Ignacio "Juanchi" Zabaleta, comenzó a conducir las conversaciones con el PRO por una veintena de puestos apetecidos por el kirchnerismo.
Este desembarco generó algunas rispideces con la agrupación La Cámpora, cuyos hombres fuertes en la Ciudad son Juan Cabandié y Andrés Larroque, al punto que no fueron a una cena organizada por Boudou, aunque ambos estuvieron recomponiendo relaciones en el Ministerio de Economía el miércoles pasado.
El diálogo se reactivó tras las elecciones porteñas de julio y podría derivar en que ambas fuerzas acuerden repartirse la mayoría de los cargos en la Auditoría General, o que el kirchnerismo se adueñe de plaza destinadas a la oposición del Banco Ciudad o el
Consejo de la Magistratura.
Por su lado el PRO pretende avanzar con la aprobación del presupuesto 2012, que conllevará un aumento del ABL y la aprobación de un nuevo bono de deuda 500 millones de dólares, que en buena parte será destinado a la obra pública.
La composición de aquellos organismos se define en algunos casos, como en el de la Auditoría General, de acuerdo a la proporcionalidad de fuerzas políticas que conviven en la Legislatura porteña, mientras que el resto dependen de los acuerdos a los que arriben el oficialismo y el arco opositor.
Fuentes de la Legislatura porteña consultadas por Noticias Argentinas señalaron que la definición sobre esas plazas se llevará a cabo entre fines de octubre y mediados de noviembre, aunque admitieron que ya hay conversaciones al respecto.
Las expectativas por el reparto de cargos comenzaron a hacerse sentir en la última sesión de la Legislatura, donde se aprobó la creación del Régimen de Promoción y Estímulo para el Tendido de Ductos de Fibra Óptica y de un Polo Audiovisual, medidas que venían siendo resistida por la oposición y que contaron con el visto bueno del bloque K.
De hecho, el líder de Proyecto Sur (que votó contra), Fernando "Pino" Solanas, afirmó que "el macrismo y el kirchnerismo siguen votando juntos leyes cuando hay negocios que perjudican a los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires".
El principal objetivo del PRO y del kirchnerismo es la Auditoría General, actualmente, integrada por los kirchneristas Sandra Bergenfeld (presidenta) Josefina Prada y Adriano Jaichenco); los macristas Santiago De Estrada, Juan Carlos Toso y Alejandro Fernández y una auditora de la Coalición Cívica, Paula Oliveto Lago.
Debido a su condición de primera minoría en la Legislatura, el PRO da por descontado que retendrá sus tres lugares en el organismo, pero ve con desconfianza la posibilidad de que Proyecto Sur, como segunda minoría, pueda ingresar con dos o tres auditores.
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