Más control del Gobierno sobre el mercado de granos: busca forzar la venta de stocks
El Gobierno dispuso que las empresas autorizadas a emitir certificados de depósitos y warrants comuniquen cada mes la emisión de esos instrumentos financieros, muy utilizados en el comercio de granos, en un intento por acelerar la venta de cosechas.
Así quedó establecido a través de una resolución de la Secretaría de Agricultura, publicada ayer en el Boletín Oficial mientras que desde el sector oficial no cejan en su empeño por lograr que los productores se desprendan de los granos.
El objetivo de la nueva medida es profundizar el control sobre el comercio de granos, para tener una mayor precisión sobre la cantidad que se comercializa y la que se retiene en el campo.
El warrant es un contrato o instrumento financiero derivado que da al comprador el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender un activo a un precio determinado, en una fecha futura también determinada.
Este instrumento, al igual que los certificados de depósitos, es para el campo un mecanismo confiable para almacenar los granos y también se usa para acceder al crédito con garantía del cereal y oleaginosa.
Agricultura justificó esta decisión al señalar que “corresponde incorporar la información relativa a los certificados de depósito y warrants expedidos con fines comerciales y aquéllos que sean emitidos con carácter financiero a través del endoso correspondiente”.
“Ello permitirá un adecuado seguimiento de la evolución del instrumento teniendo en cuenta los fines para los cuales es utilizado”, añadió.
Sin embargo, en el sector agropecuario existe malestar por el empeño puesto por el Gobierno sobre el accionar de los productores que acopian granos, en su mayoría, para dosificar su venta y pagar así sus deudas y los insumos de la nueva campaña de granos gruesos 2014-2015 de la cual todavía no terminó la siembra de soja.
En este sentido, tal cual lo había advertido, el Banco de la Nación, ni bien comenzó el 2015 dejó de financiar a los que guardan soja.
En el primer día hábil el BNA informó a muchos productores sobre la caída de convenios para el descubierto y la venta de cheques, lo que alcanza a empresas que ni siquiera cultivan el grano.
A mediados de diciembre en distintas sucursales del banco, los gerentes habían comunicado a los productores en persona o mediante una nota pegada en las ventanillas que no continuaría con la ayuda crediticia a quienes mantenían soja almacenada.
La conclusión del financiamiento oficial llevó a la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) a redactar un modelo de carta para que cada una de sus sociedades rurales la presentara ante los gerentes locales del banco.
Horacio Salaverri, presidente de la entidad, expresó que en la misiva manifiestan que “según la Carta Orgánica se trata de un banco de fomento y eso se está violentando y que vamos a hacer acciones con otros bancos públicos y privados para tratar de suplir al Nación”.
El objetivo de la nueva medida es profundizar el control sobre el comercio de granos, para tener una mayor precisión sobre la cantidad que se comercializa y la que se retiene en el campo.
El warrant es un contrato o instrumento financiero derivado que da al comprador el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender un activo a un precio determinado, en una fecha futura también determinada.
Este instrumento, al igual que los certificados de depósitos, es para el campo un mecanismo confiable para almacenar los granos y también se usa para acceder al crédito con garantía del cereal y oleaginosa.
Agricultura justificó esta decisión al señalar que “corresponde incorporar la información relativa a los certificados de depósito y warrants expedidos con fines comerciales y aquéllos que sean emitidos con carácter financiero a través del endoso correspondiente”.
“Ello permitirá un adecuado seguimiento de la evolución del instrumento teniendo en cuenta los fines para los cuales es utilizado”, añadió.
Sin embargo, en el sector agropecuario existe malestar por el empeño puesto por el Gobierno sobre el accionar de los productores que acopian granos, en su mayoría, para dosificar su venta y pagar así sus deudas y los insumos de la nueva campaña de granos gruesos 2014-2015 de la cual todavía no terminó la siembra de soja.
En este sentido, tal cual lo había advertido, el Banco de la Nación, ni bien comenzó el 2015 dejó de financiar a los que guardan soja.
En el primer día hábil el BNA informó a muchos productores sobre la caída de convenios para el descubierto y la venta de cheques, lo que alcanza a empresas que ni siquiera cultivan el grano.
A mediados de diciembre en distintas sucursales del banco, los gerentes habían comunicado a los productores en persona o mediante una nota pegada en las ventanillas que no continuaría con la ayuda crediticia a quienes mantenían soja almacenada.
La conclusión del financiamiento oficial llevó a la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) a redactar un modelo de carta para que cada una de sus sociedades rurales la presentara ante los gerentes locales del banco.
Horacio Salaverri, presidente de la entidad, expresó que en la misiva manifiestan que “según la Carta Orgánica se trata de un banco de fomento y eso se está violentando y que vamos a hacer acciones con otros bancos públicos y privados para tratar de suplir al Nación”.
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