Moyano y Micheli calificaron de "lamentable" el nuevo salario mínimo
El secretario general de la CGT RA, Hugo Moyano, y el líder de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, calificaron ayer de “lamentable” el nuevo sueldo mínimo acordado por gremios y empresarios, y advirtieron que analizarán medidas de fuerza tras las primarias del 9 de agosto próximo.
Empresarios y sindicalistas acordaron un aumento del 28,5 por ciento en el salario mínimo, que se ajustará en dos cuotas, una en agosto y otra en enero, con lo cual el haber básico pasará a 6.060 pesos. Moyano se quejó de que “no se discute el salario, sino que se anuncia”, mientras insistió: “No acordaron nada, se lo impusieron”.
Para el gremialista, el incremento “va a desaparecer en dos o tres meses por la inflación”, por lo cual fustigó: “Es lamentable que se burlen de los trabajadores”.
Por su parte, Micheli criticó que el acuerdo ya estaba pautado “de antemano” y consideró que el incremento “no conforma a ningún trabajador”.
Para el secretario general de la CTA, la reunión de la presidenta con los empresarios fue “un cumpleaños de 15”, al tiempo que cuestionó: “Lo único que hacen es decirse entre ellos que está todo perfecto”.
Ambos dirigentes se quejaron también por no haber participado de la negociación y señalaron que si se toma una medida será después del 9 de agosto, tras la realización de las elecciones primarias.
“La presidenta, que parece una emperadora, no acepta ni una sola disidencia. No es capaz de bancarse la pluralidad y la diversidad”, arremetió.
En tanto, en un comunicado, los gremialistas evaluaron que el salario mínimo “está muy lejos de asegurarle al trabajador ´alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión´; tal como lo dispone el artículo 116 de la ley de contrato de trabajo”.
Para el gremialista, el incremento “va a desaparecer en dos o tres meses por la inflación”, por lo cual fustigó: “Es lamentable que se burlen de los trabajadores”.
Por su parte, Micheli criticó que el acuerdo ya estaba pautado “de antemano” y consideró que el incremento “no conforma a ningún trabajador”.
Para el secretario general de la CTA, la reunión de la presidenta con los empresarios fue “un cumpleaños de 15”, al tiempo que cuestionó: “Lo único que hacen es decirse entre ellos que está todo perfecto”.
Ambos dirigentes se quejaron también por no haber participado de la negociación y señalaron que si se toma una medida será después del 9 de agosto, tras la realización de las elecciones primarias.
“La presidenta, que parece una emperadora, no acepta ni una sola disidencia. No es capaz de bancarse la pluralidad y la diversidad”, arremetió.
En tanto, en un comunicado, los gremialistas evaluaron que el salario mínimo “está muy lejos de asegurarle al trabajador ´alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión´; tal como lo dispone el artículo 116 de la ley de contrato de trabajo”.
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