Niegan domiciliaria a procesado por la tentativa de homicidio a la vicepresidenta
La Cámara Federal de Casación Penal denegó ayer la detención domiciliaria a Nicolás Gabriel Carrizo, procesado como partícipe secundario del intento de homicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La Sala II del tribunal ratificó la medida dictada hace un mes y medio por la Cámara Federal porteña, que se opuso a la concesión del beneficio al señalado como líder de un grupo de supuestos vendedores de copos de nieve también procesados por el hecho registrado el 1 de setiembre último, informaron fuentes judiciales.
En la causa también están procesados con prisión preventiva Fernando Sabag Montiel -quien intentó gatillar contra la vicepresidenta a centímetros de su rostro- y Brenda Uliarte, ambos considerados presuntos autores del homicidio en grado de tentativa.
La defensa de Carrizo había fundamentado el pedido de prisión domiciliaria en la necesidad de atender a sus hijos de 7 y 5 años de edad y bajo el argumento de que no había peligro de fuga porque carece de medios económicos como para sustraerse a la acción de la justicia.
Criticó además que la Sala I de la Cámara Federal hiciera referencia a la "trascendencia institucional" para justificar que Carrizo siga detenido y que al rechazar la detención domiciliaria no aclararon como podría entorpecer el avance de la investigación, que para la defensa ya está concluida.
Otra de las razones del pedido de detención domiciliaria fue que Carrizo "presentaba problemas psicológicos agravados por la forma solitaria en la que cumple su detención como medida de resguardo hacia su persona".
Casación se remitió a la resolución apelada y recordó que Carrizo también es investigado en otra causa como presunto autor de falsificación de documentos públicos y que un informe social arrojó dudas sobre el tiempo que llevaba como pareja con la persona que aportaría el domicilio donde cumplir la medida.
La resolución que rechazó el recurso fue firmada por los camaristas Guillermo Yacobucci, Alejandro Slokar y Angela Ledesma, quien, sobre el argumento del contacto con los hijos, destacó que era "esporádico" cuando Carrizo estaba en libertad.