Pedraza, a juicio oral por el crimen de Mariano Ferreyra
El secretario general de la Unión Ferroviaria, José Pedraza y otros nueve acusados deberán afrontar un juicio oral y público por su presunta responsabilidad en el asesinato del militante del Partido Obrero (PO) Mariano Ferreyra, ocurrido el 20 de octubre último en el barrio porteño de Barracas.
Así lo resolvió la jueza de instrucción Susana Wilma López, titular del juzgado de Instrucción número 38, quien concluyó la investigación del caso y envió a juicio a Pedraza, su segundo en la Unión Ferroviaria, Juan Carlos “Gallego” Fernández y el barrabrava Gabriel Favale, presunto autor material del hecho.
También deberán afrontar el proceso oral los delegados gremiales Pablo Díaz y Claudio Gustavo Alcorcel, otro presunto barrabrava Gabriel “Payaso” Sánchez y los trabajadores ferroviarios Juan Carlos Pérez, Salvador Pipito, Jorge González y Armando Uño.
En tanto, la jueza Wilma López aguardará unos días para tomar la decisión sobre la situación de los policías involucrados en el hecho, quienes están acusados de liberar la zona y permitir el accionar de la patota vinculada a la Unión Ferroviaria.
La investigación comprende al ex superintendente Metropolitano de la Policía Federal, Hugo Lompizano, pasado a disponibilidad por la ministra de Seguridad, Nilda Garré; al ex comisario Jorge Raúl Ferreyra, entonces jefe de la División Roca de la Policía, al segundo de Lompizano, Luis Alberto Echevarria.
También están involucrados Gastón Conti, principal de la Dirección General de Operaciones; Rolando Garay, subcomisario de la comisaría 30; el comisario inspector Luis Mansilla, jefe de Departamento de Control de Líneas; y David Villalba, un agente de la División Exteriores de Video.
Según indicaron fuentes judiciales, el proceso oral y público contra Pedraza y el resto de los acusados estará a cargo del Tribunal Oral Criminal 21, integrado por los jueces Carlos Bossi, Horacio Dias y Diego Barroetaveña.
Allí, Pedraza y Fernández deberán responder su procesamiento como instigadores del crimen de Ferreyra y el intento de homicidio de otras tres personas, en el que también está imputado el delegado ferroviario Alcorcel.
Pedraza fue arrestado el 22 de febrero pasado en su lujoso departamento de Puerto Madero, en un operativo que también incluyó las detenciones de Fernández y Arcolcel.
Los tres sindicalistas están acusados de haber organizado al grupo de choque que atacó a balazos a trabajadores tercerizados de la Línea General Roca del ferrocarril que se manifestaban junto a militantes del PO.
Los operarios del tren habían sido despedidos y pretendían cortar las vías en reclamo de una inmediata reincorporación, más el pase a planta permanente.
Producto de los disparos, Ferreyra perdió la vida y otras tres personas resultaron heridas. En la investigación, la Cámara Federal tomó como prueba que la cúpula sindical estaba al tanto de lo que ocurría aquella tarde, a raíz de la comunicación telefónica que hubo entre Fernández y el delegado del Roca -también procesado- Pablo Díaz, quien estaba en el lugar de los incidentes.
En esa conversación Fernández le pidió a Díaz, presuntamente líder de la “patota” que atacó a ferroviarios y militantes de izquierda, que se retiraran del lugar.
En ese sentido, concluyeron que Díaz “no actuó solo en esto sino que lo hizo junto a Fernández y Pedraza”, lo que quedó comprobado en un “reporte casi instantáneo que era dado a los dos” por vía telefónica.
También deberán afrontar el proceso oral los delegados gremiales Pablo Díaz y Claudio Gustavo Alcorcel, otro presunto barrabrava Gabriel “Payaso” Sánchez y los trabajadores ferroviarios Juan Carlos Pérez, Salvador Pipito, Jorge González y Armando Uño.
En tanto, la jueza Wilma López aguardará unos días para tomar la decisión sobre la situación de los policías involucrados en el hecho, quienes están acusados de liberar la zona y permitir el accionar de la patota vinculada a la Unión Ferroviaria.
La investigación comprende al ex superintendente Metropolitano de la Policía Federal, Hugo Lompizano, pasado a disponibilidad por la ministra de Seguridad, Nilda Garré; al ex comisario Jorge Raúl Ferreyra, entonces jefe de la División Roca de la Policía, al segundo de Lompizano, Luis Alberto Echevarria.
También están involucrados Gastón Conti, principal de la Dirección General de Operaciones; Rolando Garay, subcomisario de la comisaría 30; el comisario inspector Luis Mansilla, jefe de Departamento de Control de Líneas; y David Villalba, un agente de la División Exteriores de Video.
Según indicaron fuentes judiciales, el proceso oral y público contra Pedraza y el resto de los acusados estará a cargo del Tribunal Oral Criminal 21, integrado por los jueces Carlos Bossi, Horacio Dias y Diego Barroetaveña.
Allí, Pedraza y Fernández deberán responder su procesamiento como instigadores del crimen de Ferreyra y el intento de homicidio de otras tres personas, en el que también está imputado el delegado ferroviario Alcorcel.
Pedraza fue arrestado el 22 de febrero pasado en su lujoso departamento de Puerto Madero, en un operativo que también incluyó las detenciones de Fernández y Arcolcel.
Los tres sindicalistas están acusados de haber organizado al grupo de choque que atacó a balazos a trabajadores tercerizados de la Línea General Roca del ferrocarril que se manifestaban junto a militantes del PO.
Los operarios del tren habían sido despedidos y pretendían cortar las vías en reclamo de una inmediata reincorporación, más el pase a planta permanente.
Producto de los disparos, Ferreyra perdió la vida y otras tres personas resultaron heridas. En la investigación, la Cámara Federal tomó como prueba que la cúpula sindical estaba al tanto de lo que ocurría aquella tarde, a raíz de la comunicación telefónica que hubo entre Fernández y el delegado del Roca -también procesado- Pablo Díaz, quien estaba en el lugar de los incidentes.
En esa conversación Fernández le pidió a Díaz, presuntamente líder de la “patota” que atacó a ferroviarios y militantes de izquierda, que se retiraran del lugar.
En ese sentido, concluyeron que Díaz “no actuó solo en esto sino que lo hizo junto a Fernández y Pedraza”, lo que quedó comprobado en un “reporte casi instantáneo que era dado a los dos” por vía telefónica.
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