Escrito en español
Presentan el primer gran diccionario de términos médicos
El primer gran diccionario de términos médicos escrito en español fue presentado por la Real Academia de Medicina, cuenta con casi 52.000 entradas y 27.000 observaciones y es de utilidad práctica para normalizar el lenguaje médico en todo el mundo de habla hispana.
El diccionario es considerado importante por la comunidad médica ya que hasta la fecha no se disponía una obra de esta naturaleza pensada y redactada en un idioma que hablan más de 400 millones de personas, un millón de los cuales son profesionales de la salud
Es la primera obra de este tipo que incorpora términos característicos de la medicina española e hispanoamericana, incluye equivalentes en inglés y alerta de errores comunes
Así, ya no hay excusa para decir o escribir salmonela (la bacteria) y salmonelosis (la enfermedad) como si fueran lo mismo; o hablar de rash pudiendo hacerlo de erupción cutánea o exantema; confundir eutanasia con suicidio asistido.
Esta obra de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), editada por Editorial Médica Panamericana, contó contado con el patrocinio de la Fundación Mutua Madrileña y la colaboración de la Fundación Ramón Areces y la Fundación RANM.
El Diccionario se presenta también en versión electrónica para PCs, tabletas y teléfonos móviles, que se actualizará permanentemente.
Desde que se inició el proyecto hasta su publicación han transcurrido seis años de intenso trabajo.
La redacción de las definiciones ha corrido a cargo de los Académicos, con la colaboración de reputados especialistas.
Según indicó el presidente de la RANM y presidente de la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina (ALANAM), Manuel Díaz-Rubio, "la sociedad que habla y vive en español, y con ella sus profesionales sanitarios, llevaba tiempo demandando una obra de referencia que sirviera de guía en el cada vez más complejo mundo del lenguaje médico".
"Por fin los más de 400 millones de personas que hablan nuestro idioma tienen a su alcance una obra de lexicografía médica tan ambiciosa como las escritas en otros idiomas. Un trabajo que ha tenido en cuenta la realidad de España y de los países de Latinoamérica, y que viene a reforzar el papel de esta lengua en la comunicación médica y a reforzar la conservación y enriquecimiento de nuestro patrimonio lingüístico", indicó Díaz-Rubio.
Para poner al servicio de la sociedad y la medicina una obra de estas características es necesario, según el presidente de la RANM, realizar un trabajo en equipo y contar con apoyos clave.
Las observaciones incluidas alertan al lector frente al riesgo de confusión entre términos o conceptos parecidos (fiebre intermitente y fiebre remitente, por ejemplo), recomiendan utilizar una palabra en lugar de otra, recuerdan normas gramaticales u ortográficas y advierten sobre fallos habituales, traducciones incorrectas o formas viciadas.
Otra de las novedades del Diccionario que hoy se ha presentado en la sede de la RANM es que, por primera vez, en un trabajo de esta naturaleza, se incluyen términos característicos tanto de la medicina española (aceite de oliva, dieta mediterránea, MIR, herida por asta de toro, médico adjunto, ATS, zona básica de salud o síndrome del aceite de colza) como de la hispanoamericana (sanitarista, tapaboca, bioterio, curita, zancudo).
Antonio Campos, miembro de la Comisión del Diccionario, destacó que "siempre ha habido traducciones de diccionarios de origen inglés o francés, pero faltaba uno elaborado desde las características propias de nuestro idioma que abordara de maneramuy rigurosa las definiciones y etimologías de los términos".
Es la primera obra de este tipo que incorpora términos característicos de la medicina española e hispanoamericana, incluye equivalentes en inglés y alerta de errores comunes
Así, ya no hay excusa para decir o escribir salmonela (la bacteria) y salmonelosis (la enfermedad) como si fueran lo mismo; o hablar de rash pudiendo hacerlo de erupción cutánea o exantema; confundir eutanasia con suicidio asistido.
Esta obra de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), editada por Editorial Médica Panamericana, contó contado con el patrocinio de la Fundación Mutua Madrileña y la colaboración de la Fundación Ramón Areces y la Fundación RANM.
El Diccionario se presenta también en versión electrónica para PCs, tabletas y teléfonos móviles, que se actualizará permanentemente.
Desde que se inició el proyecto hasta su publicación han transcurrido seis años de intenso trabajo.
La redacción de las definiciones ha corrido a cargo de los Académicos, con la colaboración de reputados especialistas.
Según indicó el presidente de la RANM y presidente de la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina (ALANAM), Manuel Díaz-Rubio, "la sociedad que habla y vive en español, y con ella sus profesionales sanitarios, llevaba tiempo demandando una obra de referencia que sirviera de guía en el cada vez más complejo mundo del lenguaje médico".
"Por fin los más de 400 millones de personas que hablan nuestro idioma tienen a su alcance una obra de lexicografía médica tan ambiciosa como las escritas en otros idiomas. Un trabajo que ha tenido en cuenta la realidad de España y de los países de Latinoamérica, y que viene a reforzar el papel de esta lengua en la comunicación médica y a reforzar la conservación y enriquecimiento de nuestro patrimonio lingüístico", indicó Díaz-Rubio.
Para poner al servicio de la sociedad y la medicina una obra de estas características es necesario, según el presidente de la RANM, realizar un trabajo en equipo y contar con apoyos clave.
Las observaciones incluidas alertan al lector frente al riesgo de confusión entre términos o conceptos parecidos (fiebre intermitente y fiebre remitente, por ejemplo), recomiendan utilizar una palabra en lugar de otra, recuerdan normas gramaticales u ortográficas y advierten sobre fallos habituales, traducciones incorrectas o formas viciadas.
Otra de las novedades del Diccionario que hoy se ha presentado en la sede de la RANM es que, por primera vez, en un trabajo de esta naturaleza, se incluyen términos característicos tanto de la medicina española (aceite de oliva, dieta mediterránea, MIR, herida por asta de toro, médico adjunto, ATS, zona básica de salud o síndrome del aceite de colza) como de la hispanoamericana (sanitarista, tapaboca, bioterio, curita, zancudo).
Antonio Campos, miembro de la Comisión del Diccionario, destacó que "siempre ha habido traducciones de diccionarios de origen inglés o francés, pero faltaba uno elaborado desde las características propias de nuestro idioma que abordara de maneramuy rigurosa las definiciones y etimologías de los términos".
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