Proponen eliminar el IVA de las garrafas sociales
El representante legal de Consumidores Libres, Héctor Polino, reclamó ayer la eliminación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) sobre la garrafa social para evitar “la especulación y los sobreprecios”.
Polino también sostuvo que en la venta al consumidor final es donde se producen las distorsiones en la cadena, ya que el Gobierno “subsidia al productor, al fraccionador y al distribuidor, pero no al comerciante”.
“Es realmente un absurdo que por un lado el Gobierno nacional subsidie el precio de la garrafa social, y por otro, le cobre el 10,5 por ciento del IVA a los sectores sociales más pobres, que son los destinatarios de esas garrafas”, se quejó Polino a través de un comunicado de prensa.
El representante de consumidores explicó que el Gobierno nacional “destina 200 millones de pesos para que la garrafa de 10 kilos llegue al consumidor a 16 pesos, la de 12 kilos a 20 pesos y la de 15 kilos a 25 pesos”, pero cuestionó que “esos valores solamente existen en la resolución de la Secretaría de Energía de la Nación, porque los usuarios las pagan a valores que en algunos casos duplican, triplican y hasta cuadruplican esos precios”.
Según Polino, “el problema radica en que la Secretaría de Energía subsidia al productor, al fraccionador y al distribuidor, pero no al comerciante”.
“En este último eslabón de la cadena es donde se producen las distorsiones de precios, porque el comerciante recibe la garrafa de 10 kilos a 15 pesos, la de 12 kilos a 18 pesos, y la de 15 kilos a 22,50 pesos”, aseguró.
También se quejó porque “hay una diversificación en los controles”, dado que “mientras a los productores, fraccionadores y distribuidores los controla el ENARGAS, a los comerciantes y estaciones de servicio los controla la Secretaría de Comercio Interior”.
“El complejo diseño del sistema ideado, facilita la especulación y los sobreprecios”, afirmó el ex diputado.
“Es realmente un absurdo que por un lado el Gobierno nacional subsidie el precio de la garrafa social, y por otro, le cobre el 10,5 por ciento del IVA a los sectores sociales más pobres, que son los destinatarios de esas garrafas”, se quejó Polino a través de un comunicado de prensa.
El representante de consumidores explicó que el Gobierno nacional “destina 200 millones de pesos para que la garrafa de 10 kilos llegue al consumidor a 16 pesos, la de 12 kilos a 20 pesos y la de 15 kilos a 25 pesos”, pero cuestionó que “esos valores solamente existen en la resolución de la Secretaría de Energía de la Nación, porque los usuarios las pagan a valores que en algunos casos duplican, triplican y hasta cuadruplican esos precios”.
Según Polino, “el problema radica en que la Secretaría de Energía subsidia al productor, al fraccionador y al distribuidor, pero no al comerciante”.
“En este último eslabón de la cadena es donde se producen las distorsiones de precios, porque el comerciante recibe la garrafa de 10 kilos a 15 pesos, la de 12 kilos a 18 pesos, y la de 15 kilos a 22,50 pesos”, aseguró.
También se quejó porque “hay una diversificación en los controles”, dado que “mientras a los productores, fraccionadores y distribuidores los controla el ENARGAS, a los comerciantes y estaciones de servicio los controla la Secretaría de Comercio Interior”.
“El complejo diseño del sistema ideado, facilita la especulación y los sobreprecios”, afirmó el ex diputado.
Este contenido no está abierto a comentarios