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Diario El Argentinojueves 28 de marzo de 2024
Editorial

Instituto Nacional de la Música

Instituto Nacional de la Música

El Senado de la Nación convirtió en ley, por unanimidad, el proyecto que dispone la creación del Instituto Nacional de la Música, cuyo objetivo será el de fomentar la actividad musical en general y la nacional en particular.


El objetivo de la norma es que este nuevo organismo sea protector de la música en vivo, además de las producciones fonográficas y de videogramas.
Por otro lado, la ley ordena privilegiar la formación y el perfeccionamiento de los músicos en todas sus expresiones y especialidades, además de estimular la enseñanza de esta expresión artística y crear circuitos estables en todo el país para realizar recitales en vivo.
Se trata de una ley que no tuvo fisuras y por eso fue votada por unanimidad. A manera de ejemplo, el senador Daniel Filmus (Frente para la Victoria) sostuvo que existe “un debate profundo sobre la globalización o la nacionalización” de la cultura. “Quien no defiende su identidad cultural ingresa al mundo global para diluirse. La única forma de integrarse es a través de nuestra propia personalidad”.
El senador radical Ernesto Sanz manifestó que “los verdaderos protagonistas de esta ley son quienes las hicieron caminando y trabajando por todo el país” en una clara referencia a los artistas que nunca claudicaron en la difusión de la cultura popular e incluso sostuvo que esta ley debió haberse aprobado “hace algún tiempo”.
El peronista disidente Adolfo Rodríguez Saá dijo que “esta es una ley que nos une, sin división de partidos. Es bueno tener un Instituto Nacional de la Música para defender la cultura popular y las industrias culturales”.
Estas expresiones –entre muchas otras y de similar calibre- no son menores si se tiene en cuenta que no siempre los proyectos presentados en el Senado han contado con el consenso necesario para defender el interés general. Son muy pocas las leyes que han contado con la absoluta unanimidad de las bancas. Es oportuno que esta actitud se repita en otros temas que también son sensibles y estrechamente vinculados con la calidad de vida de los argentinos.
Del mismo modo, todos los músicos del país –independientemente del género musical en que se identifiquen- durante años estuvieron luchando para que se aprobara esta ley. No hubo excepciones entre los músicos y fue esa unión la que permitió en gran parte esta toma de conciencia de la necesidad de proteger el valor cultural de la música argentina.
A partir de ahora, será obligatorio que en cada recital de un artista extranjero se deberá incluir a un artista nacional. También se podrán canalizar subsidios y créditos vinculados con la formación integral del músico, lo que permitirá a los músicos independientes poder grabar su material, editarlo y distribuirlo.
La iniciativa –que fue apoyada por absolutamente todos los senadores de la Nación- tiene como intención contribuir a la federalización y fomento de la cultura musical argentina y para ello se contempla la instalación de sedes en cada región. También se fomentará la música a partir de una cuota en la difusión por los medios de comunicación.
Tal vez el presente –con todos sus vaivenes- no permita apreciar la importancia de contar con una ley que se suma a la protección del Patrimonio Cultural de los argentinos. Pero es de vital importancia, máxime en una época donde la globalización suele eclipsar las identidades de cada Nación o pueblo.



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