Los familiares de Yesica Ocampo protestaron frente a la Unidad Penal

Gualeguaychú y el país se conmovió ayer cuando se conoció la información que una mujer de 23 años de edad, identificada como Yesica Beatriz Ocampo, apareció muerta en la Unidad Penal en el marco de una visita socio familiar realizada al interno Marcelo Schiaffino.
Ayer, los familiares de Ocampo se movilizaron hasta la Fiscalía en turno a cargo del doctor Lisandro Beherán, pero el funcionario judicial no los pudo atender personalmente porque estaba en ese momento participando de la autopsia, que comenzó a las 9:30 y finalizó a las 13:30.
A la siesta, los propios familiares y amigos de la víctima fueron a reclamar a la Unidad Penal N° 2 para repudiar lo ocurrido en esa dependencia. La protesta consistió en quema de cubiertas y carteles.
“Esta muerte ocurrió porque ahí (por la Unidad Penal) nadie controla nada”, sostuvo a EL ARGENTINO uno de los familiares de la víctima que estaba visiblemente conmovido.
“Ella venía porque estaba amenazada. Este tipo (por Marcelo Schiafino) manda adentro de la cárcel como afuera”, señaló otro.
“Queremos que este tipo no salga nunca más de la cárcel y ahora pedimos que nos entreguen el cuerpo (de Yesica Beatriz) para velarla. Pero nadie nos dice nada de nada. Por eso estamos protestando”, explicó otro familiar.
La protesta ocurrió aproximadamente a las 16 y personal policial, al mando del jefe de la Departamental, Jorge Lázzari, intentaron calmar los ánimos.
Poco antes de las 17, un policía en motocicleta se acercó hasta los manifestantes y les comunicó que desde la Justicia se requería la presencia de un familiar a los efectos de entregar el cuerpo de Ocampo.
Esa noticia descomprimió la situación frente al Penal, pero no así el ánimo de la gente frente a la actuación del servicio penitenciario.
La Policía intermedió entre los manifestantes y la Justicia y logró que el fiscal Beherán se reuniera con ocho familiares de la víctima, quienes recibieron un informe verbal de contexto sobre estos primeros momentos de la investigación y se les indicó la importancia de la autopsia no sólo como una diligencia necesaria sino como resguardo de la prueba. Así, con la entrega del cuerpo y la reunión con el fiscal, los ánimos se calmaron.
El cuerpo de Ocampo apareció en la Unidad Penal aproximadamente a las 16:30 del martes. El médico forense llegó una hora más tarde. Los investigadores sostienen que seguramente la muerte se produjo ese día, aunque hay que determinar –por eso la autopsia- en qué momento antes de las 16:30.
Por otro lado, la Justicia secuestró el Libro de Guardia del Penal, que forma parte de los muchos elementos que se están recopilando y que serán parte de la prueba para su posterior elevación a juicio oral.

El hecho

El martes, personal del Servicio Penitenciario encontró el cuerpo sin vida de Yolanda Beatriz Ocampo, en una dependencia de la Unidad Penal que se utiliza para el beneficio de la unidad familiar. El hallazgo se produjo junto con la presencia de una pequeña hija de la mujer de un año y medio, que ya fue entregada a una hermana de la víctima.
Estas visitas pueden ser de 24 a 96 horas, según lo solicite el propio interno, en este caso, Marcelo Schiaffino.
En ese lugar, cercano al Pabellón 1 -donde hay habitaciones individuales, con camas dobles y simples, además de cocina y baños compartidos-, transcurrió el dramático episodio en el que perdió la vida la joven mujer, salvajemente golpeada y estrangulada, tal como informó en su edición de ayer EL ARGENTINO.
Schiaffino está cumpliendo una condena de 13 años de prisión (por corrupción, prostitución y trata), durante la cual ha estado alojado en cárceles de diversos puntos de la provincia y el país, ya que su inconducta manifiesta ha obligado a que fuera trasladado de uno a otro lugar, por problemas de convivencia con los otros reclusos.
Lo cierto es que Schiaffino tiene antecedentes de violencia dentro de la cárcel sobre su mujer (no sería la misma de ahora asesinada), ya que hay que recordar que algunos años atrás, durante la gestión del hoy prefecto Marcelo Villaverde en la dirección de la UP 2, también se comprobó que su pareja, con la que compartía horas dentro del beneficio de unidad familiar, había sido duramente golpeada. Ese incidente nunca habría sido reportado a las autoridades superiores, ni el recluso castigado, dentro del régimen carcelario.
Si bien fue el propio Schiaffino quien avisó al personal penitenciario sobre lo que había hecho, se sabe que gozaba de algunos “permisos” o beneficios irregulares como el de salir a dar una vuelta en los alrededores del Penal y que nadie puede explicar cómo los obtenía.
Por eso el enojo de los familiares de Ocampo ayer se manifestó contra el Servicio Penitenciario local.