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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
Región Sur

Será un año complicado para negociar los contratos de arrendamiento en campos agrícolas

Será un año complicado para negociar los contratos de arrendamiento en campos agrícolas

Con alto costo de los insumos y campañas anteriores que no tuvieron buenos rendimientos por problemas climáticos, los arrendatarios comienzan a renegociar los contratos con los propietarios de los campos.



Fernando Dacal, es productor ganadero, de granos y se dedica a su vez al alquiler de campos en la zona, como uno de los más conocedores del sector inmobiliario rural y vaticinó un año complicado en cuanto a los precios del arrendamiento, que inevitablemente producirá una baja de los quintales de soja, de acuerdo a lo que se maneja hoy en día en los contratos de arrendamientos para agricultura.
Si bien este año fue climáticamente mejor a la campaña anterior, se vieron rindes de distintos tipos en la cosecha de soja que está en marcha, que van desde las 3 toneladas a 1,5 toneladas por hectárea, mientras se está hablando de un promedio de 2,5 toneladas por hectáreas, pero aún falta levantar el 60 por ciento de la superficie sembrada y es muy temprano para hacer un análisis certero del rendimiento promedio de la zona.
Sin embargo, Dacal se mostró preocupado e inevitablemente habrá un cambio de reglas de juego en el sistema de contrataciones de campos agrícolas.
“Lo que están manifestando los arrendatarios es que este año será complicado, debido a que en la campaña pasada se arrancó alquilando con una soja a 2 mil pesos la tonelada y este año estamos hablando de una oleaginosa a 1700 pesos/Tn aproximadamente y los márgenes de ganancia se achicaros”, dijo el empresario de bienes raíces.
“Los insumos subieron, habrá un déficit en cuanto al suministro del gasoil, y esto hace que el productor se tenga que calzar (empatar) con el precio al cual cotiza la soja hoy en día que ronda los 1600 a 1700 pesos la tonelada, lo que hace que los lineamiento que tendrá para la próxima campaña no serán los más favorables.
Tendríamos que estar con un maíz con un precio superior y sin embargo no lo tenemos. Todos estos factores obligarán a bajar los costos de arrendamientos e implicará un gran perjuicio para el dueño del campo, dado que este también debe afrontar una carga fiscal cada vez más creciente”.
En tanto aconsejó que: “Siempre dije que para que haya rotación de trigo y maíz de segunda con el fin de que haya una buena cobertura del suelo, en momentos donde el trigo no es rentable, tiene que haber un acompañamiento del propietario de la tierra o hacer un mix, es decir asegurarle una rentabilidad al dueño del campo. Por ejemplo se podría fijar cinco quintales de soja como piso de ganancia y superando una cantidad de quintales se podría estar hablando de más ganancias para el propietario del campo”.

Solidaridad en
absorber las perdidas

La tendencia que se está dando en la región es que el propietario del campo comparta con el arrendatario las pérdidas y las ganancias de los ciclos agrícolas.
“Esto es una cuestión económica, tuvimos años donde los costos fijos no eran tan altos, pero hoy es mucho el riesgo que se corre en la siembra, dado que el arrendatario pone los insumos, la maquinaria, los costos del alquiler y hay que sentarse a esperar para ver que pasará con el cultivo. Se puede decir que son los riesgos del negocio, pero si el arrendatario no existiese tampoco existirían los arrendamientos. Es toda una cadena productiva, pero de la manera en que se manifiesta la situación económica en este país vamos a tener que replantear muchas cosas, debido a que el campo necesita rotación, se necesita cultivar, maíz o sorgo para poder dejar un mejor rastrojo y poder hacer una buena cobertura y proteger el suelo”, dijo.
Dacal consideró que por la inestabilidad del mercado comenzó a producirse la partida de los grandes inversores agrícolas a países vecinos del Mercosur.
“Hay empresas grandes como el grupo de Gustavo Grobocopatel, quien dice que desde el Estado no se le dan las condiciones de un porcentaje de ganancia a parcería o el costo de un alquiler, que esté acorde a lo que ellos producen, y prefieren irse a Uruguay o Brasil y poco a poco se están retirando de Entre Ríos. Los Grobos estaban en la zona de Gualeguaychú y en el norte de la provincia”, indicó.
“Soy productor de carne, productor de granos y alquilo campos para otras empresas, hoy tendría que tener mucho maíz para la terminación de los novillos, pero no me sirve porque el valor del animal en pie no es rentable para echarle maíz. No podemos decir que no estamos avanzando, pero a paso muy lento, si consideramos la gran posibilidad que tenemos de crecer en producción de carne vacuna, al generar otras alternativas de consumo como la carne de cerdo, la de pollo o cordero, y lograr así generar más volumen de carne vacuna con alto valor agregado para exportarla”, dijo.
“Esto generaría más divisas al país, tenemos que buscarle la vuelta para que ingresen más divisas para hacer crecer la economía, es lo mismo que sucede en nuestra ciudad durante el Carnaval, todos estamos contento porque ingresa dinero genuino y esto sucedería a nivel nacional si se nos dejara trabajar y poder exportar lo que tenemos que exportar y lograría que toda la actividad económica se reactivara, pero sin embargo hoy vemos que toda la actividad agropecuaria tiene problemas”, concretó Dacal.

POR DIEGO ELGART
EL ARGENTINO


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