El modelo económico tiende a la concentración y al quebranto del sistema de contratistas rurales
El director de la Sociedad Rural Argentina, Walter Feldkam, alertó que la existencia de un modelo económico agotado está provocando una crisis en el sistema de contratistas rurales, pese al alto valor de la cotización internacional de la soja.
El dirigente nacional de la Sociedad Rural y consultor profesional de varias empresas de la región, aclaró que no es el modelo de contratistas rurales, pooles de siembra arrendatario lo que está en crisis, sino que es el mismo modelo económico que tiende a la concentración y al monocultivo.
“Se está mostrando como que el sistema de contratistas rurales y arrendatarios está en crisis, a pesar que fue un modelo bastante bueno y fue llevado a otros países, pero no es así, lo que está en crisis es el modelo económico”, dijo.
“Nos olvidamos que el precio internacional de la soja está 520 dólares, en otros países con esos valores y hasta inclusive con una soja de 500 dólares, hay márgenes para alquilar campos y pagar lo que sea, pero en nuestro país no, inclusive trabajando en campo propio los márgenes se han achicado de modo alarmante, no es problema del sistema sino del modelo económico que no da”.
En este sentido dijo que: “Si el precio de la soja bajara a 400 dólares en Uruguay, Brasil y Bolivia, se podría seguir sembrando, pero si eso ocurriera en Argentina habría un quebranto generalizado en el sector productivo. No olvidamos que en la actualidad, la oleaginosa tiene estos valores, porque desde el 2010 hasta la fecha hubo dos campañas malas, primero fue el desastre de la cosecha en Estados Unidos y luego una campaña con bajo rendimiento en Sudamérica, pero esto puede cambiar”.
También reconoció a la inflación como una de las variables que perjudica al sector productivo.
“La inflación ha erosionado los ingresos, el cambio de juego en el mercado cambiario llevó a que se tengan un dólar distorsionado entre el oficial y el “blue”, cuando los insumos se cotizan en dólar “blue” y se vende a dólar oficial, es el mismo modelo económico que está haciendo inviable el negocio, dado que el mismo sistema de contratistas rurales se emplea en Brasil y Paraguay, pero aquí los grandes grupos como El Tejar decidió cerrar e irse del país, porque no le da la rentabilidad”.
Esos campos que dejan los grandes grupos se van a cubrir, pero a costa de pagar menos, dejar de rotar los cultivos, yendo en detrimento del recurso suelo.
“Entre costo de implantación y arrendamiento se lleva 24 quintales, cuando el promedio de rinde es de 25 quintales, los márgenes son muy apretados. Para sobrevivir tendremos que ajustarnos, seguir castigando los suelos, y aguantar hasta que la situación cambie, no se puede dejar de trabajar, siempre hay compromisos que cumplir”, concretó.
Los números del arrendamiento
16 quintales es el costo de implantación de una hectárea de soja.
8 quintales es el costo de arrendamiento.
25 quintales es el rinde promedio por hectárea en la zona.
“Se está mostrando como que el sistema de contratistas rurales y arrendatarios está en crisis, a pesar que fue un modelo bastante bueno y fue llevado a otros países, pero no es así, lo que está en crisis es el modelo económico”, dijo.
“Nos olvidamos que el precio internacional de la soja está 520 dólares, en otros países con esos valores y hasta inclusive con una soja de 500 dólares, hay márgenes para alquilar campos y pagar lo que sea, pero en nuestro país no, inclusive trabajando en campo propio los márgenes se han achicado de modo alarmante, no es problema del sistema sino del modelo económico que no da”.
En este sentido dijo que: “Si el precio de la soja bajara a 400 dólares en Uruguay, Brasil y Bolivia, se podría seguir sembrando, pero si eso ocurriera en Argentina habría un quebranto generalizado en el sector productivo. No olvidamos que en la actualidad, la oleaginosa tiene estos valores, porque desde el 2010 hasta la fecha hubo dos campañas malas, primero fue el desastre de la cosecha en Estados Unidos y luego una campaña con bajo rendimiento en Sudamérica, pero esto puede cambiar”.
También reconoció a la inflación como una de las variables que perjudica al sector productivo.
“La inflación ha erosionado los ingresos, el cambio de juego en el mercado cambiario llevó a que se tengan un dólar distorsionado entre el oficial y el “blue”, cuando los insumos se cotizan en dólar “blue” y se vende a dólar oficial, es el mismo modelo económico que está haciendo inviable el negocio, dado que el mismo sistema de contratistas rurales se emplea en Brasil y Paraguay, pero aquí los grandes grupos como El Tejar decidió cerrar e irse del país, porque no le da la rentabilidad”.
Esos campos que dejan los grandes grupos se van a cubrir, pero a costa de pagar menos, dejar de rotar los cultivos, yendo en detrimento del recurso suelo.
“Entre costo de implantación y arrendamiento se lleva 24 quintales, cuando el promedio de rinde es de 25 quintales, los márgenes son muy apretados. Para sobrevivir tendremos que ajustarnos, seguir castigando los suelos, y aguantar hasta que la situación cambie, no se puede dejar de trabajar, siempre hay compromisos que cumplir”, concretó.
Los números del arrendamiento
16 quintales es el costo de implantación de una hectárea de soja.
8 quintales es el costo de arrendamiento.
25 quintales es el rinde promedio por hectárea en la zona.
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