Nuevos espacios para contar en qué creemos

La fe pude manifestarse de muchas maneras y en distintos lugares. A veces rezamos solos y mirando el cielo. Otras, en un templo y en comunidad cuando compartimos la misa. En otras ocasiones podemos hacerlo con hermanos de otros credos unidos por el amor a nuestro Padre. Las redes sociales también ofrecen espacios en los que nos encontramos y podemos dar testimonio de nuestra propia fe. No deja de sorprenderme en Facebook la cantidad de estampas religiosas, cadenas de oración, informes de parroquias… Un lugar en el cual encontrarse y compartir desde la propia interioridad.
Todos los años, el Papa nos regala textos sobre diferentes temas. Los 24 de enero —fiesta de San Francisco de Sales— nos envía un mensaje sobre las comunicaciones sociales. Este año —y estamos hablando del Papa Benedicto— escribió sobre las “Redes Sociales: portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización”. La Jornada Mundial por las Comunicaciones Sociales es este domingo 12 de mayo. Quisiera que compartamos algunos párrafos de ese mensaje:
(…) “Estos espacios, cuando se valorizan bien y de manera equilibrada, favorecen formas de diálogo y de debate que, llevadas a cabo con respeto, salvaguarda de la intimidad, responsabilidad e interés por la verdad, pueden reforzar los lazos de unidad entre las personas y promover eficazmente la armonía de la familia humana. El intercambio de información puede convertirse en verdadera comunicación, los contactos pueden transformarse en amistad, las conexiones pueden facilitar la comunión. Si las redes sociales están llamadas a actualizar esta gran potencialidad, las personas que participan en ellas deben esforzarse por ser auténticas, porque en estos espacios no se comparten tan solo ideas e informaciones, sino que, en última instancia, son ellas mismas el objeto de la comunicación.” (…)
“Las redes sociales, además de instrumento de evangelización, pueden ser un factor de desarrollo humano. Por ejemplo, en algunos contextos geográficos y culturales en los que los cristianos se sienten aislados, las redes sociales permiten fortalecer el sentido de su efectiva unidad con la comunidad universal de los creyentes. Las redes ofrecen la posibilidad de compartir fácilmente los recursos espirituales y litúrgicos, y hacen que las personas puedan rezar con un renovado sentido de cercanía con quienes profesan su misma fe. La implicación auténtica e interactiva con las cuestiones y las dudas de quienes están lejos de la fe nos debe hacer sentir la necesidad de alimentar con la oración y la reflexión nuestra fe en la presencia de Dios, y también nuestra caridad activa: «Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe» (1 Co 13,1).” (…)
También el Papa Francisco —en la primera audiencia pública de su pontificado, el 16 de marzo, y ante los miles de periodistas que participaron de la cobertura de la elección del nuevo Papa— se refirió a la actividad de los comunicadores sociales y envió una bendición para creyentes y no creyentes. Ese día les recordó qué bueno es poder informar en “verdad, bondad y belleza”. Dios quiera que estar más comunicados sea camino para crecer en fraternidad y solidaridad.
A todos los comunicadores sociales les deseo que sean esos valores, en todos los escenarios, pero especialmente en los virtuales, nuevos en tantos sentidos, los que los impulsen en sus trabajos cotidianos.

(*) Monseñor Jorge Eduardo Lozano es obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.