La baja en las ventas en la industria automotriz preocupa a concesionarios y fabricantes de baterías

Dentro de la industria departamental, la únicas empresas que trabajan en el sistema integrado del autopartismo como proveedor de baterías a las automotrices es Unión Bat en el Parque Industrial, mientras que Fademi en Larroque, provee de acumuladores a las grandes cadenas de supermercados. Estas industrias que generan decenas de puestos de trabajo en nuestra ciudad y Larroque están en una etapa de transición y reacomodamiento del mercado, tras la devaluación del peso el 30 de enero pasado.
Aseguran que podrán hacer frente a las nuevas reglas de juego; sin embargo el panorama es más negro para los concesionarios que por la suba de los autos O km producidos en el país. Por la devaluación, de un día para el otro redujo notablemente las posibilidades a la clase media de acceder a su unidad O km. Antes de la devaluación
Un vehículo orientado a ese segmento del mercado costaban entre 80 a 90 mil pesos, pero con reajuste de precioso pasaron a valer 120 a 130 mil pesos, además de incrementarse notablemente el costo de mantenimiento de un O km, la patente y el seguro.

La tormenta perfecta

En lo que parece una tormenta perfecta, con valores que crecieron 30 por ciento desde octubre y el impuesto que se colocó en diciembre a los modelos lujosos, las ventas de autos comenzaron a desinflarse.
Empresarios del sector automotriz prevén caída del 40 por ciento en venta de autos y desde la Asociación de concesionarios automotor de la República Argentina (Acara), estiman que este año se venderán 600.000 unidades, unas 350.000 menos que el año pasado.
En 2013 la mitad de los coches se despacharon a créditos que cobraban entre el 18 y 20 por ciento anual. Las tasas se duplicaron y ahora se hace más difícil acceder al O km.
Algunas fábricas hicieron paradas por vacaciones y comenzaron con las suspensiones. Sus entregas son de a cuentagotas. Otras, claman por los importados retenidos que se acumulan en los playones que tiene la Aduana en Zárate.
Las empresas que viven de vehículos de gran categoría prevén un año amargo después del dulce 2013, cuando colocaron unos cien mil autos de alta gama.
Para las concesionarias, reunidas en Acara, con el dólar a 8 pesos, el Gobierno ya no tiene excusas para mantener el impuesto extra que va de 35 a 50 por ciento en los más caros. El tributo fue aprobado para evitar la sangría de dólares.
En este contexto, desde Acara arriesgan que en 2014 se venderán 600.000 unidades. Implicaría un derrumbe del 40 por ciento respecto al casi millón que se alcanzó en 2013.
En el Smata temen que ni siquiera lleguen a los 500.000 autos y desafiaron a los empresarios a buscar alternativas inteligentes a la paritaria que arranca en marzo mientras están preocupados por la fuente de trabajo.

Fabricantes de baterías

La empresa Unión Bat que produce acumuladores en el Parque Industrial, tiene una participación del 25 por ciento del mercado nacional de baterías, que ronda los 4 millones de unidades anuales, cantidad que la industria nacional con unas 65 fabricas que operan en todo el país solo puede abastecer el 70 por ciento de la demanda nacional, lo demás debe importarse de Brasil o de países de Asia, que con la devaluación ya dejaron de ser competitivas en el mercado nacional.
El ingeniero Walter Cabral responsable de producción en Unión Bat “Gualeguaychú”, explicó que: “No tenemos certezas sobre las ventas, la vamos a tener a partir del mes que viene. Vamos a tratar de sostener el nivel de mercado del año pasado. Este es nuestro objetivo”.
En tanto reiteró que: “La repuesta a si podremos lograr nuestro objetivo, la vamos a tener en marzo cuando nuestros distribuidores comienzan a abastecerse y estoquearse para la temporada, que es lo que habitualmente se hace. Por eso estamos en un compás de espera hasta que lleguen los pedidos. Hoy uno podría decir que las ventas tenderían a caer, pero la batería es una pieza fundamental para el vehículo cuando no arranca hay que cambiarle la batería si o si”.
Consideró que: “Si bien las terminales hablan de reducción de planes, nosotros vamos a poder compensar esas reducciones al recuperar algún mercado de exportación a Uruguay, Paraguay o Bolivia, que esos mercados se pedieron por el tipo de cambio, ahora la cosa cambió y creemos que poco a poco vamos a recuperarlos”.
Por ahora la empresa trabaja con los tres turnos a plena producción, el empleo se sostendrá, pero se cortaron las horas extras.
En Larroque, en la planta de Fademi, ya comienzan a notar una merma en los pedidos de los hipermercados que son abastecidos por la empresa.
“Ya hemos notado una baja en las ventas”, explicó a EL ARGENTINO el ingeniero Ricardo De Miguel de Fademi.
“Con el cierre de las importaciones de productos de Brasil, trabajamos un poco mejor, pero como a toda empresa nos afecta mucho la inflación”.
De Miguel es optimista y espera mantener los mismos niveles de venta del año pasado; sin embargo con mayores costos de mantenimiento del capital, para los empresarios del rubro será el inicio de un amecetamiento en su producción, una situación difícil de sostener si se prolonga en el tiempo.
“Vemos que momentáneamente las ventas bajaron en los hipermercados, porque ya no pueden dar 12 cuotas para la compra de una batería, sobre todo la baja la venimos observando en febrero; no obstante no hemos comenzado la temporada de mayor venta que es el invierno. Por ahora no se notan grandes diferencias en los pedidos con relación al año pasado así que pensamos que el 2014 será igual que el 2013, porque las baterías que ingresan de afuera son muy caras, en cambio para nosotros solo nos aumentó el plomo que se recicla de las baterías viejas que se descartan en el mercado nacional, pero ese plomo luego se vende a precio internacional. Ese componente nos subió un 30 por ciento, que incidió en un incremento del 14 por ciento en las baterías”, explicó.

Peligro de cierre de concesionarias

Juan Contreras, es concesionario de años con una fuerte participación en el mercado local de o km y usados, ve un panorama negro para el sector en 2014.
“Por ahora se está reacomodando todo”, agregó.
“Luego de la devaluación de la moneda y del paso del dólar oficial de 6 a 8 pesos, tuvimos un 20 por ciento de incremento en todos los vehículos, pero las terminales automotrices ya venían cubiertas con todos los aumentos que venían teniendo por la inflación. Por ahora estamos en un proceso de reacomodamiento ya hay terminales que comenzaron a realizar descuentos extras en patentamiento porque no llegan con los cupos de venta”, dijo.
“Lo que vemos es que la persona que tenía capacidad de ahorro, se volcaba al rodado por ser lo más práctico y podían absorber el valor de las tasas de aquel momento, hoy se fueron al 25 por ciento mensual lo que se hace más difícil”.
Los concesionarios hoy están en una situación difícil, sobre todos los grandes que tienen capacidad para vender 600 autos por mes, que necesitan por lo menos 200 personas trabajando, talleres (para servis), y varios puntos de ventas que con la actual realidad que vive el sector no lo puede mantener y comenzaron los despidos en los concesionarios oficiales”, concretó.


POR DIEGO ELGART
EL ARGENTINO