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Columnista Invitado

El trigo que viene, en caída, pero con optimismo

 El trigo que viene, en caída, pero con optimismo

Avanza la cosecha de soja y se liberan campos para la siembra del trigo de la campaña 2015-2016, superficie en el país que ya se pronostica en caída por falta de rentabilidad.  


Esta semana fueron dados a conocer los primeros pronósticos que van desde una baja en el área triguera desde un 7 a un 20 por ciento, según las diferentes visiones y sondeos. 
Por ejemplo, los primeros relevamientos concretados por la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca demuestran que el sudoeste bonaerense y sur de La Pampa "se encaminan a una caída del orden del 20 por ciento en el área a sembrar con trigo en la campaña 2015/2016".
En el informe, la Bolsa dijo que surge una "clara señal de alarma" del "permanente contacto" con "productores, acopios, cooperativas y demás integrantes de la cadena triguera del sudoeste bonaerense y sur de La Pampa".
Se trata de la zona triguera nacional por excelencia y allí perciben que "el actual esquema de comercialización, con exportaciones limitadas y cuotificadas, interrumpe el libre accionar de la oferta y la demanda y arroja distorsiones de cuantiosa magnitud en las cotizaciones". 
"El resultado: precios que hacen inviable la ecuación de producción, total erosión de la rentabilidad y quebranto", indicó el reporte que habla de "mercado paralizado" ya que se busca trigo de calidad panadera y casi no hay, además de los "productores desfinanciados".
Quizá lo más importante es que hay "serias dificultades de inversión para la nueva siembra. Número creciente de cooperativas y acopios que limitan financiamiento a clientes" y "arrendatarios  cancelando contratos". 
Sin embargo, al igual que la Bolsa de Cereales porteña que produjo un informe de pre-siembra de trigo y fijó el descenso en 7 por ciento en el área a cubrir, la entidad de Bahía Blanca mencionó los factores positivos del cultivo y que respaldan la decisión de hacerlo este año, cuando promedie el otoño en algunas zonas. 
"El productor es un optimista. Siembra a partir de la ilusión", es la frase repetida en el sondeo de Bahía Blanca y un acopiador de la región, ratificó que "la característica distintiva del productor es su optimismo". 
Explicó que ese espíritu es lo que hace posible que enfrente año tras año un negocio de elevado riesgo y la expectativa de implantar la nueva cosecha triguera con un gobierno y comercializar con otro se presenta como un factor que limita de manera tenue la caída del área.
"La cadena triguera es consciente que las políticas dirigidas al sector requieren un cambio. Muchos de sus integrantes apuestan a que el gobierno entrante a partir del 10 de diciembre, tenga la altura de concretar los mismos y hacer sustentable el negocio del trigo. Igualmente, coinciden en que no se resolverán de manera mágica los problemas arrastrados durante años", dijo la Bolsa de Bahía Blanca.
En tanto, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires pronosticó que la superficie de trigo para la campaña 2015-2016 caerá 7% respecto de la anterior y proyectó una superficie de 4,1 millones de hectáreas. 
Se trata de 300.000 hectáreas que no se sembrarán con trigo en el país y los especialistas aclararon que la superficie a implantar igualaría al promedio sembrado durante las cinco campañas previas, del 2010-2011 al 2014-2015 que fue de 4,1 millones de hectáreas. 
Como resultado del relevamiento entre los temas que ejercen presión sobre la decisión de siembra final se encuentra el hecho de que los rindes de indiferencia, dada la relación de precios y los costos, son lo suficientemente elevados como para desmotivar la siembra.
Sin embargo, en la zona pampeana y en otras donde se cultiva soja, surgió con fuerza en las encuestas, que es necesaria la rotación de la oleaginosa con trigo para reducir el peligro de las malezas e incrementar la disponibilidad de materia orgánica en los suelos, además de promover mejoras físicas en los mismos que son aprovechados por cultivos posteriores, "lo que podría llevar a los productores a optar por el trigo como cultivo de invierno". 
Mientras que "en regiones que sufrieron excesos hídricos o presentan napas próximas a la superficie, puede ayudar a controlar el nivel freático y transformar excesos hídricos en aportes de materia orgánica al suelo". 
Finalmente, se relevaron expectativas de cambio de políticas en el corto plazo respecto a la presión tributaria y a un esquema comercial de mayor competencia. 
"Sin embargo, las mismas no serían lo suficientemente fuertes como para sostener o incrementar el área de siembra", dijeron en el informe. 
Según confirmó a NA la especialista Sofía Corina, de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la situación en la Zona Núcleo está indefinida. 
"La venta de semillas de trigo es inexistente respecto de otras campañas, en las que para esta época ya habían comprado y decidido la siembra en la zona Núcleo (sur de Córdoba y de Santa Fe y norte de Buenos Aires", indicó Corina. 
Dijo que "la soja de segunda, sembrada después de trigo, está dando buen resultado pero todos modos un incentivo económico no hay, es más optar por un sistema de rotación y supongo que lo harán en campos propios y no arrendados porque los costos no dan".
En tanto la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, los primeros sondeos de trigo "son desalentadores ya que, además del grano sin vender, los costos están en torno de los 4000 kilos por hectárea lo que aún es alto", porque el producto pierde o si tiene campo propio y una buena cosecha sale hecho en el mejor de los casos.

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