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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
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El maltrato que no se quiere ver

El maltrato que no se quiere ver

El día miércoles la protectora de animales de Gualeguaychú fue convocada por el municipio para tratar el tema de “maltrato animal en las domas y jineteadas”. 


Desde hace mucho tiempo, esta ONG pregona y fundamenta que en estos espectáculos existe realmente un maltrato animal que está a la vista de todos los que concurren o son participes directos en estas mal llamadas “fiesta de la tradición”.
Cada vez que se ha tratado este tema públicamente han surgidos inevitablemente comparaciones con otros deportes similares como por ejemplo el polo, turf, equitación, entre otros, o afirmaciones tales como que los frigoríficos de caballos tampoco tendrían que existir, entre otras cosas.
En este sentido, desde Patitas aseguran: “nosotros a esto respondemos que cada cosa en su lugar y hoy lo que nos compete es el llamado de las domas y jineteadas, argumentar cuestionando otras disciplinas es no tener respuesta para lo que se ha convocado a tratar”.
“Teniendo en cuenta la importancia que tiene para nosotros este tema”, añadieron las integrantes de la ONG, es que concurrieron “a la Facultad de Derecho Animal (UBA), donde Nuria Kojusner -Médica Veterinaria M.P. 6515- docente en Derecho Animal UBA nos envió un informe” en el que se detallan algunas de las consecuencias que puede provocar a un animal ser sometido a una actividad violenta.
1) Stress traumático: hace años que se viene tratando el stress traumático tanto en animales como en humanos. Y son la falta de predictibilidad y control de una situación los principales detonadores de este tipo de stress. No solamente el aumento exagerado de la respuesta de los neurotransmisores químicos, la duración exagerada de la respuesta de los neurotransmisores químicos, la duración y respuesta del cortisol endógeno, sino también un sinnúmero de procesos biológicos, entre ellos el sistema de opiaceos y serotoninas.
2) Aleteo diafragmático sincrónico: la respiración se acelera y se irrita el nervio frénico esto hace que la frecuencia cardíaca se ponga a la par de la respiratoria lo que puede llevar invariablemente al colapso.
3) cuando lo atan al palenque el animal puede llegar a ahorcarse con el fin de escapar; el miedo y stress pueden provocar un escape vagal con el consecuente paro cardiólogo respiratorio.
4) si el animal se abalanza, pierde el eje, que en lugar de estar delante de las manos o miembros anteriores, al pararse sobre miembros posteriores se volea, se cae para atrás y ese golpe en la columna vertebral lo lleva muchas veces a la muerte o en su defecto lo deja cuadripléjico.
5) fracturas de todo tipo, de cadera o de cualquier miembro por la brusquedad de movimientos con el fin de escapar de este sufrimiento.
6) la boca en el caballo, en especial labio superior, está muy irrigada y con cantidad de terminaciones nerviosas propia de este tipo de hervíboro, se utiliza para agarrarlo. Este lazo genera inmovilidad por dolor.
7) hileras de piel y heridas sangrantes producto de las espuelas que usa el jinete, los amantes de esta práctica afirman que las puntas de las espuelas son romas. Los espectadores a las mismas, confirman que las espuelas son con puntas y/o trabadas para que no giren así el Potro en lugar de sentir un pinchazo siente dolor profundo que lo hace corcovear más.
“Esta es una descripción general de lo que es una jineteada y que para muchos es considerada un deporte. Tenemos que dejar claro que el único que elige participar es el hombre ya que el caballo es obligado a hacerlo”, indicaron desde la ONG Patitas a EL ARGENTINO.
Frente a lo que muchos argumentan: que estos animales están muy bien cuidados, desde la Asociación Protectora de Animales de la ciudad aseguraron que “cuidarlos en unos momentos no justifica que merezcan ser torturados luego. Aunque los golpes durasen ‘solo unos segundos’ debemos oponernos rotundamente a la violencia hacia los demás animales”.
“Las tradiciones no son justas por ser repetidas una y otra vez, sino que sólo nos enriquecen y pueden ser válidas con el correr del tiempo sino se realizan a costa del sufrimiento de otros”, destacaron y por último, recomendaron leer ‘El Backstage cruel de las jineteadas’, por Oscar Scarpati Schmid.

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